Lituania sale del armario
Tras d¨¦cadas bajo el control de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, la comunidad LGTBI de la rep¨²blica b¨¢ltica se siente m¨¢s c¨®moda, aunque a¨²n existen muchas trabas a la libertad sexual
Diez de agosto de 2018. Vlad¨ªmir Simonko, de 55 a?os, acababa de coger un avi¨®n en Fr¨¢ncfort (Alemania) para volver a su casa en Vilnius, la capital de Lituania, donde le esperaba su novio Eduardas Platovas, tambi¨¦n de 55, tras unos d¨ªas de trabajo en Canad¨¢. El avi¨®n en el que viajaba ten¨ªa Internet prepago, y Simonko se conect¨®. ¡°Nunca lo hagas¡±, aconseja ahora desde su oficina en el centro de Vilnius. En cuanto Vlad¨ªmir apareci¨® por la Red, su pareja le llam¨® por Skype. ¡°Estamos sufriendo un ataque¡±, le confes¨®. Y Vlad¨ªmir se qued¨®, a 10.000 metros de altura, ¡°en estado de shock¡±.
A las cuatro de la madrugada de aquel d¨ªa de agosto, unos encapuchados a¨²n sin identificar estamparon varios c¨®cteles molotov contra la peque?a oficina, fundada por Simonko, de la Liga Gay Lituana (LGL, en sus siglas en ingl¨¦s), la primera organizaci¨®n del pa¨ªs que trabaja por los derechos LGTBI desde 1995 ¡ªel pa¨ªs descriminaliz¨® la homosexualidad s¨®lo dos a?os antes¡ª. Un cuarto de hora despu¨¦s, otro c¨®ctel molotov estallaba a pocos metros de la casa de la pareja que pone cara y voz a los gais en uno de los pa¨ªses m¨¢s cerrados de la Uni¨®n Europea (UE) en esta materia. S¨®lo el 24% de los lituanos apoya el matrimonio entre personas del mismo sexo, seg¨²n una encuesta de la Comisi¨®n Europea de 2016, frente al 64% de la media comunitaria.
Algunos sostienen que, como el de la LGL, existen a¨²n peque?os ataques con un claro tinte hom¨®fobo y muchos, en cambio, lo achacan a que no hace tanto tiempo, el pa¨ªs estaba bajo la disciplina sovi¨¦tica. Adaptarse a lo nuevo, a lo diferente, en definitiva abrirse, ¡°lleva su tiempo¡±, dice Vytis Jurkonis, director de proyectos en la rama lituana de la ONG Freedom House, mientras se pasa de mano a mano una pelota de b¨¦isbol con un mensaje claro: cambio. ¡°Pese al magn¨ªfico progreso durante los ¨²ltimos a?os, la comunidad LGTBI a¨²n afronta discriminaci¨®n habitual¡±, se?ala por correo electr¨®nico Daniele Viotti, eurodiputado miembro de la comisi¨®n de Libertades Civiles. La rep¨²blica b¨¢ltica ocupa el puesto n¨²mero 37 de 49 pa¨ªses europeos en el r¨¢nking de la Asociaci¨®n Internacional de Gais, Lesbianas, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales (ILGA) para esta materia, siendo la familia uno de los principales escollos para el avance de la comunidad LGTBI.
Cuando el pa¨ªs, de casi tres millones de habitantes, viv¨ªa bajo las reglas de Mosc¨², todo el mundo ten¨ªa que ser igual y, seg¨²n Viotti, ¡°la URSS consideraba la homosexualidad una decadencia indeseable de la burgues¨ªa¡±. Incluso, cuenta Simonko, la homosexualidad era una opci¨®n que ni siquiera exist¨ªa, que ¡°ven¨ªa del pensamiento del Oeste¡±, explica. Pero tras la ca¨ªda del bloque sovi¨¦tico en 1991 (Lituania fue la primera de las 15 rep¨²blicas sovi¨¦ticas en recuperar su soberan¨ªa) y la posterior adhesi¨®n a la UE en 2004, el pa¨ªs ha ido dando cada vez m¨¢s espacio p¨²blico a la comunidad homosexual. Eso s¨ª, s¨®lo se concentra en Vilnius, ciudad que ya ha acogido varias fiestas del orgullo, e incluso esta primavera acoger¨¢ el Orgullo B¨¢ltico 2019.
La URSS consideraba la homosexualidad una decadencia indeseable de la burgues¨ªa Daniele Viotti, eurodiputado de la comisi¨®n de Libertades Civiles
¡°La UE es lo mejor que le ha pasado a Lituania, no solo en materia econ¨®mica, sino tambi¨¦n legal¡±, opina Mark Adam Harold, miembro del Ayuntamiento de Vilnius. El Parlamento Europeo, instituci¨®n que ha financiado este reportaje, ¡°ha tomado acci¨®n para que se respeten los derechos de la comunidad LGTBI pidiendo a los Estados miembros que aprueben leyes antidiscriminatorias¡±, explica Viotti. Sin embargo, a¨²n queda mucho por hacer porque ¡°las personas LGTBI siguen siendo objeto de discriminaci¨®n y v¨ªctimas de la incitaci¨®n al odio con demasiada frecuencia¡±, dijo hace d¨ªas Vera Jourov¨¢, comisaria de Justicia e Igualdad de G¨¦nero.
Fuentes del Gobierno lituano reconocen, sin embargo, que lo que empieza a haber en Lituania es ¡°tolerancia, pero no coexistencia¡± para con la comunidad LGTBI. Jurkonis, activista y experto en derechos humanos, es optimista en cuanto al camino lento pero seguro que ha escogido la sociedad lituana para aceptar a la comunidad LGTBI y opina, de hecho, que el pa¨ªs no est¨¢ tan mal teniendo en cuenta su contexto hist¨®rico y geogr¨¢fico. ¡°?Los bielorrusos gais vienen a Lituania para salir libremente!¡±, exclama, y recuerda que la rep¨²blica b¨¢ltica concedi¨® el asilo a dos homosexuales chechenos en 2017.
Tomas V. Raskevicius, primer cargo electo por su campa?a pro LGTBI, se presenta como un "gay profesional"
Nueva generaci¨®n
Romper con el pasado comunista supuso, pues, un soplo de ox¨ªgeno para esta comunidad, pero no s¨®lo. La adhesi¨®n del pa¨ªs a la UE hace 15 a?os dio otra oleada de esperanza a los que como Vlad¨ªmir, se hab¨ªan sentido oprimidos por su condici¨®n sexual, que en su caso descubri¨® durante sus estudios en Rusia cuando ten¨ªa ya 25 a?os. ¡°Era muy tarde¡±, explica en un paso de cebra arco¨ªris que ha pintado con aportaciones de voluntarios. ¡°Si hay m¨¢s dinero, pintar¨¦ los otros¡± pasos de peatones, asegura. Y es que en Vilnius, donde s¨®lo existe un club nocturno para p¨²blico homosexual (SOHO, abre viernes y s¨¢bados), la simbolog¨ªa gay brilla por su ausencia.
Tomas V. Raskevicius representa a la nueva generaci¨®n de gais en Lituania que quieren ¡°salir del armario¡± sin miedo, sobre todo, a la opini¨®n de sus padres, uno de sus mayores obst¨¢culos ya que pertenecen a una generaci¨®n que se educ¨® bajo el comunismo, donde la homosexualidad estaba prohibida. ¡°Soy un gay profesional¡±, dice, sonriente, al presentarse en la azotea del Ayuntamiento, un edificio acristalado que corona el skyline de la capital b¨¢ltica.
Raskevicius viste un abrigo de plumas hasta los pies, una camisa de flores, pelo y cejas rapados y unas lentillas azul a?il que hace que uno no aparte la mirada de sus ojos. Acaba de ser elegido el primer pol¨ªtico abiertamente gay cuya campa?a electoral ha versado no s¨®lo en su historia personal, sino tambi¨¦n sobre la defensa de los derechos de la comunidad LGTBI. El futuro concejal cuenta c¨®mo durante la campa?a fue duramente criticado por pol¨ªticos y la sociedad por ¡°no saber hacer otra cosa que no fuera ser homosexual¡±, lo que le ense?¨®, cuenta, que hay un ¡°doble rasero¡± para los LGTBI. ¡°Siempre tenemos que ser mejores, m¨¢s competentes y con m¨¢s conocimientos. Pero ya hemos roto el techo de cristal¡±, asegura.
¡°Las cosas se est¨¢n moviendo mucho m¨¢s r¨¢pido de lo que cualquiera podr¨ªa imaginar¡±, explica el concejal Harold, independiente, heterosexual y brit¨¢nico, desde su asiento en la C¨¢mara municipal. El representante ofrece una visi¨®n de los ¨²ltimos 15 a?os, los que lleva residiendo en el pa¨ªs, en cuanto a la comunidad LGTBI. ¡°El primer Orgullo gay fue violento. Hubo muchas protestas, incluso agresiones por parte de varios pol¨ªticos. En el segundo s¨®lo se lanzaron seis huevos en se?al de rechazo ¡ª¡°lo cual significa un progreso¡±, r¨ªe¡ª; y el ¨²ltimo, hace tres a?os, fue una celebraci¨®n y un festival como el que todos hab¨ªamos so?ado. Hemos ganado la batalla, esto ya no es una lucha¡±, opina.
Lituania y LGTBI
- La homosexualidad se discriminaliz¨® en 1993.
- El matrimonio de personas del mismo sexo y la figura de pareja de hecho es ilegal.
- La adopci¨®n por parejas gays es ilegal.
- La discriminaci¨®n por motivos de orientaci¨®n sexual se ilegaliz¨® en 2005.
- Para cambiar de g¨¦nero hace falta una sentencia judicial y s¨®lo tras la operaci¨®n. A¨²n as¨ª, es complicado.
- El primer festival del orgullo gay fue en 2010.
Sigue en directo nuestro programa de Europa Ciudadana que trata sobre la situaci¨®n del colectivo LGTB en Lituania. Con la colaboraci¨®n del Parlamento Europeo - Oficina en Espa?a
Gepostet von El Pa¨ªs Internacional am Freitag, 5. April 2019