No son tiempos normales

Alrededor del mundo se podr¨ªa concluir que no son tiempos normales en pol¨ªtica. En los Estados Unidos, el presidente Trump utiliz¨® su poder de veto para mantener viva su emergencia nacional y construir un muro en la frontera sur. No es raro que se utilice la capacidad de ¡°veto¡± en los Estados Unidos, lo llamativo es que, por un lado, es el primer ¡°veto¡± de Trump, porque los republicanos que dominan el Senado nunca antes hab¨ªan aprobado algo que no le gustara al presidente y, por otro lado, porque nunca antes, en ninguna presidencia, ning¨²n congreso, hab¨ªa desaprobado una declaraci¨®n de emergencia nacional. Igualmente, Theresa May en tiempos normales habr¨ªa tenido que renunciar luego de la estruendosa derrota de su proyecto de salida de la Uni¨®n Europea, pero no lo ha hecho y algunos a¨²n creen que podr¨¢ salvarse. Pero tal vez lo que m¨¢s ha sorprendido en los ¨²ltimos tiempos es el dinamismo en el discurso, pues los que defend¨ªan el libre comercio ahora son los m¨¢s proteccionistas y aquellos que proteg¨ªan sus econom¨ªas, ahora reclaman libre mercado.

En Colombia tambi¨¦n se han dado situaciones sorprendentes. Valdr¨ªa la pena mencionar tres de ellas. Por un lado, un exministro de la era Uribe (2002-2010), Andr¨¦s Felipe Arias, est¨¢ condenado en Colombia por actos de corrupci¨®n. ?l hab¨ªa escapado hacia los Estados Unidos y desde all¨ª dijo ser un perseguido pol¨ªtico. Actualmente esta a punto de ser extraditado hacia Colombia, pero incre¨ªblemente los miembros del actual Gobierno, en cabeza de la ministra del Interior Nancy Patricia Guti¨¦rrez, han dicho que la condena del exministro Arias es injusta, que es un perseguido pol¨ªtico y que, en caso de que sea extraditado por los Estados Unidos, se deber¨ªa revisar su condena. Esto lo que significa es que es el propio Gobierno el que llama a desconocer la justicia y viola abiertamente la separaci¨®n de poderes.

El otro hecho fue la objeci¨®n parcial a la ley estatutaria de la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz, la cual es el modelo de justicia transicional. A pesar de que la ley fue discutida ampliamente en el Congreso de la Rep¨²blica, y de que la Corte Constitucional la declaro exequible, es decir, ajustada a la Constituci¨®n, el presidente Iv¨¢n Duque objet¨® parte de ella. El presidente se fue en contra del Estado de derecho y ha llevado a lo que en Colombia se conoce ¡°como choque de trenes¡±, es decir, una confrontaci¨®n entre poderes.

A esta situaci¨®n de un abierto comportamiento en contra del Estado de derecho, en las ¨²ltimas horas se sum¨® una nueva situaci¨®n. La se?ora Claudia Ortiz, actual directora de la Agencia de Desarrollo Rural, ha utilizado la instituci¨®n para favorecer al candidato a la gobernaci¨®n del c¨¦ntrico departamento de Boyac¨¢, Guillermo S¨¢nchez, quien es candidato del partido de Gobierno para las pr¨®ximas elecciones locales del mes de octubre.

El favorecimiento con recursos p¨²blicos de candidatos a cargos de elecci¨®n popular est¨¢ prohibido en Colombia y es duramente castigado. As¨ª las cosas, la Procuradur¨ªa General de la Naci¨®n, luego de conocer los videos que mostraban dicho favorecimiento, suspendi¨® a la se?ora Ortiz por tres meses y si todo se ajusta a derecho, ser¨¢ suspendida por varios a?os para ejercer en cualquier cargo p¨²blico.

A pesar de los videos, una senadora del partido de Gobierno, Mar¨ªa del Rosario Guerra, y el presidente del senado, Ernesto Mac¨ªas, arremetieron contra el procurador general. Mar¨ªa del Rosario Guerra, quien pertenece a una de las familias m¨¢s tradicionales en pol¨ªtica regional, con varios miembros de este clan en l¨ªos judiciales, manifest¨® que ¡°no le hace bien al procurador volverse el opositor del Gobierno¡±. Seguidamente agreg¨® que el procurador estaba tomando una actitud agresiva en contra del Gobierno Duque.

El partido de Gobierno en una clara postura de atacar todo aquello que no controla al gobierno, ahora ha enfilado bater¨ªas contra el procurador, hace unas semanas fue contra la Corte Suprema y luego del choque de trenes, por las objeciones, fue contra la Corte Constitucional. Todo lo anterior muestra los t¨ªpicos comportamientos de los gobiernos neopopulistas, aquellos a los que poco les gustan las instituciones democr¨¢ticas y el control de poderes.

El gran reto de las sociedades modernas, alrededor del mundo, ya no es ni siquiera mejorar las actuales instituciones democr¨¢ticas, todo parece indicar que el reto es conservarlas y protegerlas de estos nuevos reg¨ªmenes que podr¨ªan calificarse de dem¨®cratas-autoritarios.