Un ej¨¦rcito de ¡®elfos¡¯ contra el Kremlin

No tienen nombre, ni rostro, ni identidad p¨²blica. No se conocen entre ellos, y nunca se han visto. Pero conf¨ªan los unos en los otros porque tienen un mismo fin: desmentir la propaganda del entorno del Kremlin. Y un mismo medio: Internet. Pese a que surgieron en Lituania en 2014, se han ido expandiendo por los pa¨ªses vecinos. Empezaron siendo unas pocas decenas y ahora forman un Ej¨¦rcito de m¨¢s de 4.000 miembros. Son los Elfos.

Tras la anexi¨®n de Crimea por parte de Rusia en 2014 ¡ªcondenada internacionalmente¡ª, la regi¨®n del b¨¢ltico empez¨® a temblar. ¡°Los recuerdos de la ocupaci¨®n [sovi¨¦tica] est¨¢n a¨²n muy frescos en Lituania. La gente recuerda lo que pas¨® y eso volvi¨® a suceder en Ucrania, que est¨¢ muy cerca de nosotros¡±, dice desde el solitario y oscur¨ªsimo s¨®tano de una cafeter¨ªa del centro de Vilnius este elfo que apenas levanta la mirada de la pantalla de su ordenador.

Las democracias no est¨¢n, por ahora, ganando la batalla Eitvydas Bajarunas, embajador lituano para las amenazas h¨ªbridas

Lituania fue el primer pa¨ªs en independizarse de la URSS tras su colapso en 1991 y ahora teme perder esa soberan¨ªa por medio de una guerra h¨ªbrida, una forma de injerencia extranjera no tradicional que desestabiliza a toda una sociedad hasta el punto de llegar al conflicto, como est¨¢ sucediendo en las provincias orientales ucranias de Lugansk y Donetsk, seg¨²n se?alan los expertos. El embajador lituano para estas amenazas, Eitvydas Bajarunas,? lo describe as¨ª: "Una potencia inyecta problemas para generar desconfianza". Y reconoce tambi¨¦n que, debido a reglas como la libertad de expresi¨®n, la ausencia de censura y los derechos humanos, las democracias no est¨¢n, por ahora, ganando la batalla.

¡°Es importante que en vez de sentarnos y ver las noticias, actuemos¡±, contin¨²a el elfo, que en Internet utiliza el nombre de un p¨¢jaro como alias. Y 2014, a?o de la anexi¨®n, fue ¡°el momento perfecto¡±, dice este elfo fundador, para defender a la sociedad lituana de los trolls rusos (cuentas que se dedican a difundir noticias falsas o generar crispaci¨®n) con sus particulares balas: campa?as en redes sociales ¡ªmuchas veces utilizan el humor a trav¨¦s de memes¡ª y mensajes con informaci¨®n y datos verificados. ¡°No puedes combatir la mentira con m¨¢s mentiras. Te convertir¨ªas en uno de ellos¡±, dice este elfo que no permite que su aspecto f¨ªsico, vestimenta, estado civil o profesi¨®n ¡ªporque la tiene¡ª?sea descrita en el reportaje. Incluso se quita y se pone atuendos durante la entrevista para despistar. "Cuanto menos se sepa de nosotros, m¨¢s a salvo estamos", explica.

Esta persona de mediana edad y aspecto de hombre com¨²n y corriente fue de los primeros en reaccionar en la red a la desinformaci¨®n que, asegura, viene de Rusia. ¡°Es una propaganda que dice que la OTAN ocupa territorios, o que la UE es un proyecto fracasado¡±, ilustra. Pero tambi¨¦n se dedica a vigilar la Red ¡ªmedios como Sputnik, cercanos al Kremlin¡ª e identificar mensajes que, vengan de donde vengan, fomenten cierta ideolog¨ªa y despierten sentimientos que muchos consideran forman parte del pasado.

Cuanto menos se sepa de nosotros, m¨¢s a salvo estamos

La m¨¢xima que rige la rutina de los elfos ¡ªque eligieron este calificativo porque tiene una connotaci¨®n ¡°simp¨¢tica¡±, dice¡ª es que deben actuar de manera conjunta y voluntaria (nadie les paga) para derribar la propaganda porque ¡°un individuo solo, no es un elfo¡±. ¡°No basta con poner un mensaje en tu perfil de Facebook, porque lo que se necesita es que se extienda lo mejor y m¨¢s r¨¢pido posible¡±, ilustra. Velocidad y alcance son los ingredientes del ¨¦xito de este particular Ej¨¦rcito que opera principalmente desde el Este de la UE y Ucrania. Lo hacen en su tiempo libre. ¡°Es nuestra pasi¨®n. Defender la democracia y a nuestro pa¨ªs es lo que nos mueve¡±, asegura.

Campa?as

Una de las campa?as online m¨¢s exitosas que inici¨® este elfo fue #StopAdidas durante el Mundial de F¨²tbol de 2018, que se celebr¨® precisamente en Rusia. Cuando identific¨® que la gran marca deportiva hab¨ªa sacado una colecci¨®n de camisetas con simbolog¨ªa sovi¨¦tica, se puso dedos al teclado junto a otros elfos ucranios. ¡°Fue una campa?a masiva¡±, recuerda. Empezaron un s¨¢bado por la ma?ana y al d¨ªa siguiente, el domingo por la tarde, Adidas par¨® sus ventas de esa camiseta con s¨ªmbolos sovi¨¦ticos en su tienda online. En solo d¨ªa y medio, los elfos no solo frenaron las ventas de una marca mundialmente conocida en medio del campeonato de f¨²tbol, sino que ganaron la batalla a la propaganda sovi¨¦tica.

Este elfo asegura que no descansa. ¡°Trabajamos 24 horas [al d¨ªa] y siempre hay que estar alerta de las publicaciones de los chicos malos para combatirlas¡±, explica en referencia al entorno del Kremlin o a aquellos que act¨²an para desestabilizar el sistema en Occidente para m¨¢s regodeo ruso. Otra campa?a fue contra el gigante de los supermercados estadounidenses Walmart, que tambi¨¦n vend¨ªa productos con la hoz y el martillo comunistas.

Los elfos lituanos y ucranios lograron frenar ventas 'online' de productos con simbolog¨ªa sovi¨¦tica de grandes compa?¨ªas como Adidas y Walmart

#Porqu¨¦NoEstv¨¢sticas, bautizaron esta batalla en las redes. ¡°Millones de personas fueron asesinadas por el r¨¦gimen comunista¡±, se lamenta mientras su indignaci¨®n va en aumento. A las pocas horas, no solo se le unieron otros elfos, sino que la gente corriente, con sus perfiles, tambi¨¦n hicieron presi¨®n. Poco a poco se unieron miembros del Seimas (Parlamento de Lituania), del Parlamento Europeo y la Embajada de la Rep¨²blica b¨¢ltica en Washington, asegura. ¡°Juntos conseguimos retirar esa colecci¨®n [de productos con s¨ªmbolos de la URSS] de las tiendas Walmart¡±.

Este hombre, elfo en sus ratos libres, asegura con risa traviesa que hay otras campa?as en marcha contra firmas muy poderosas, pero que no quiere revelar a¨²n. ¡°Esto no se acaba. Desafortunadamente el diablo es eterno (¡­). La pr¨®xima campa?a ser¨¢ una sorpresa para esos?chicos malos¡±, adelanta al terminar su refresco de cola.