Netanyahu, el mes¨ªas de la paz para los fuertes en Oriente Pr¨®ximo
El primer ministro se dispone a ser el gobernante que m¨¢s tiempo ha ocupado el poder en Israel
Si el fiscal general no lo impide, Benjam¨ªn Netanyahu se convertir¨¢ el pr¨®ximo mes de julio en el primer ministro que m¨¢s tiempo ha permanecido en el poder en Israel ¡ª13 largos a?os¡ª, por encima del padre fundador del Estado jud¨ªo, David Ben Gurion. Bibi (el apodo levantino que le identifica) fue el jefe de Gobierno m¨¢s joven y el primero nacido en el pa¨ªs tras la independencia. Ahora se dispone a entrar en el s¨¦ptimo decenio de su existencia en la cima de su carrera pol¨ªtica ¡ªreconocido en casa y en el exterior¡ª tras haber revalidado en las urnas un quinto mandato, el cuarto consecutivo. Claro que la fiscal¨ªa prev¨¦ imputarle antes de tres meses en al menos tres casos de corrupci¨®n por fraude y cohecho.
Suele decirse que Netanyahu es un pol¨ªtico oportunista cuya ¨²nica ideolog¨ªa es sobrevivir en el poder pese a las adversidades. Heredero del sionismo revisionista (de derechas) que qued¨® relegado en la era fundacional de Israel, mantiene sin embargo ideas geopol¨ªticas precisas: ¡°En Oriente Pr¨®ximo hay una simple verdad: no hay lugar para los d¨¦biles, que son masacrados y borrados de la historia. Los fuertes, para lo bueno y para lo malo, sobreviven. Son respetados, y al final son los que hacen la paz¡±. Defini¨® as¨ª el eje de su doctrina exterior en agosto del a?o pasado, en la ceremonia que rebautiz¨® el reactor nuclear de Dimona, cuna del arsenal at¨®mico secreto israel¨ª, con el nombre de Sim¨®n Peres, el dirigente hist¨®rico que alumbr¨® el programa nuclear del Estado jud¨ªo.
Aunque orden¨® dos campa?as b¨¦licas en la franja de Gaza ¡ªla ¨²ltima y m¨¢s demoledora (2014) fue la segunda m¨¢s larga librada por Israel tras la guerra de 1948¡ª, Netanyahu prefiere las contiendas discretas, como la que le enfrenta a Ir¨¢n y sus milicias sat¨¦lites en Siria. No ha tenido que lidiar con una nueva Intifada palestina, pero su ¨²ltimo mandato ha quedado marcado por un reguero de sangre tras la mayor ola de violencia registrada en una d¨¦cada y las protestas en la frontera de la franja de Gaza, jalonadas de incidentes que hicieron temer una nueva guerra en el enclave.
La peripecia vital de Netanyahu (Tel Aviv, 1949) viene a coincidir con la propia historia de Israel. La naci¨®n asc¨¦tica y colectivista en la que naci¨® es hoy potencia militar hegem¨®nica regional y l¨ªder tecnol¨®gico global. Tambi¨¦n mucho m¨¢s conservadora. Estuvo al tim¨®n del Gobierno por primera vez entre 1996 y 1999, tras el asesinato del laborista Isaac Rabin. Desde que recuper¨® el control del Ejecutivo, hace una d¨¦cada, ha dado un vuelco a las relaciones del Estado hebreo con el mundo y a sus equilibrios internos.
A pesar del desgaste sufrido, su partido, el Likud, fue el m¨¢s votado en las legislativas del pasado martes, con el 26% de los sufragios y 36 de los 120 esca?os de la Kneset (Parlamento), uno m¨¢s que su gran rival, la alianza centrista Azul y Blanco liderada por el exgeneral Benny Gantz. Todo el arco parlamentario de la derecha parece garantizarle apoyo para volver a gobernar en las negociaciones que arrancan este lunes.
Nieto de un rabino e hijo de un historiador revisionista, Netanyahu es un ser bifronte. Desenvuelto sabra, nativo de la tierra de los profetas b¨ªblicos, que ha sabido interpretar la diversidad social de Israel y su deriva conservadora. Adem¨¢s, puede pasar por un resuelto norteamericano de la Costa Este, donde transcurri¨® parte de su infancia y se educ¨®.
De oficial de comandos a comunicador diplom¨¢tico
El joven oficial de comandos que fue herido en la operaci¨®n de rescate de un avi¨®n secuestrado en el aeropuerto de Tel Aviv en 1972, se convirti¨® en los a?os ochenta en figura clave de las embajadas de su pa¨ªs en Washington y Naciones Unidas. Netanyahu, rey mago de la hasbar¨¢ (diplomacia p¨²blica), sigue siendo ante todo el gran comunicador exterior que emergi¨® ante el mundo en la Conferencia de Madrid en 1991.
Para apuntalar su campa?a se ha granjeado el sost¨¦n sin reparos de Donald Trump, que le obsequi¨® en la Casa Blanca con el reconocimiento de la soberan¨ªa sobre los Altos del Gol¨¢n (meseta siria ocupada por Israel desde 1967). Tambi¨¦n recibi¨® el calculado espaldarazo de Vlad¨ªmir Putin en el Kremlin, quien le entreg¨® los restos de un militar jud¨ªo ca¨ªdo en combate en L¨ªbano 37 a?os atr¨¢s. Los gestos de los mandatarios estadounidense y ruso con el primer ministro del Likud, de alto valor pol¨ªtico y emocional para el votante israel¨ª, resaltaron el perfil internacional de Netanyahu ante rivales estrictamente dom¨¦sticos.
Diputado a partir de 1988, ministro en sucesivas carteras ¡ªde Exteriores a Defensa pasando por Finanzas¡ª, el jefe del Gobierno hebreo ha culminado en su ¨²ltimo mandato una reforma de rango constitucional que marca un giro hist¨®rico. La denominada Ley del Estado naci¨®n jud¨ªo implica ¡ªen palabras de Netanyahu durante la campa?a¡ª, que ¡°el Estado de Israel no pertenece a todos sus ciudadanos, sino solo al pueblo jud¨ªo¡±. Su declaraci¨®n pol¨ªtica relega ante todo a la comunidad ¨¢rabe de origen palestino asentada desde 1948 (20% de la poblaci¨®n) y proyecta sombras sobre el car¨¢cter democr¨¢tico de Israel.
Como recuerda su bi¨®grafo Anshel Pfeffer, Netanyahu ya apost¨® en 1993 en su libro Un lugar entre las naciones, por un Israel fuerte y desarrollado para eludir la presi¨®n internacional de hacer concesiones a los palestinos. ¡°El mundo deber¨ªa aceptar la posici¨®n de Israel y retirar de la agenda la cuesti¨®n palestina¡±, resume este periodista de Haaretz. ¡°Sus ideas parecen haber sido prof¨¦ticas¡±.
De la mera gesti¨®n del conflicto a la anexi¨®n de las colonias
?La muerte de su hermano mayor, Yoni Netanyahu, en la operaci¨®n del aeropuerto de Entebbe (Uganda) contra un grupo palestino que hab¨ªa secuestrado en 1976 a un centenar de pasajeros israel¨ªes le dej¨® una profunda huella y marc¨® su pensamiento pol¨ªtico, al igual que la atm¨®sfera de tensi¨®n en la Guerra Fr¨ªa que respir¨® durante su juventud en EE UU.
Durante sus 13 a?os en el poder ha lidiado con dos presidentes de EE UU dem¨®cratas que intentaron marcarle el paso, Bill Clinton y Barack Obama. A este le desafi¨® en 2015 con un discurso en el Capitolio contra el acuerdo nuclear con Ir¨¢n que impulsaba la Casa Blanca. La llegada al poder del republicano Donald Trump ha revertido el paradigma de Oriente Pr¨®ximo en favor de Israel, comenzando por el reconocimiento de Jerusal¨¦n como su capital.
Bajo los sucesivos Gobiernos del l¨ªder del Likud, los asentamientos jud¨ªos no han dejado de expandirse en Jerusal¨¦n Este y Cisjordania, donde viven m¨¢s de 600.000 colonos jud¨ªos. Netanyahu hered¨® en 1996 la gesti¨®n de los Acuerdos de Oslo, y desde 2009 se ha limitado a aplicar una mera gesti¨®n del conflicto y a bloquear las negociaciones con los palestinos, canceladas desde 2014. Hasta ahora hab¨ªa dejado que se agostara la soluci¨®n de los dos Estados. Para el mandato que se estrena ya ha planteado su voladura, con la promesa de anexi¨®n a Israel de los asentamientos de Cisjordania.
Netanyahu ha peleado por la reelecci¨®n sobre todo para no terminar entre rejas como su predecesor, Ehud Olmert. Desde el poder pretende afrontar con m¨¢s recursos los cargos por soborno y fraude que el fiscal general prev¨¦ imputarle antes del 10 de julio, cuando espera cumplir su sue?o de batir la marca hist¨®rica en el cargo de David Ben Gurion.
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