Ninguno, menos Bibi
Netanyahu se dispone a consagrar su pol¨ªtica con un cuarto mandato como primer ministro
Sonre¨ªa mientras cantaba victoria. Parec¨ªa feliz al lado de su inseparable esposa, Sara, sobre la tribuna del Likud en Tel Aviv ya entrada la madrugada del mi¨¦rcoles. Celebraba el ¨¦xito de su partido en las legislativas cuando los sondeos a pie de urna todav¨ªa reflejaban un empate con el candidato laborista, Isaac Herzog. Sin duda ya sab¨ªa que iba a ganar, pero Benjamin Netanyahu saboreaba a¨²n mucho m¨¢s su triunfo contra los sondeos, que preve¨ªan su derrota, y sobre todo el fracaso de la derrota de la campa?a de la oposici¨®n, empe?ada en apearle del poder a toda costa bajo el lema Cualquiera, menos Bibi. ¡°Netanyahu solo nos traer¨¢ m¨¢s de los mismo¡±, advert¨ªan los analistas pol¨ªticos de la izquierda.
Ahora es el mismo Netanyahu que fue el primer ministro m¨¢s joven de la historia de Israel entre 1996 y 1999 el que aspira a convertirse en el jefe de Gobierno que m¨¢s tiempo ha ejercido el poder, con su tercera victoria electoral consecutiva desde 2009. Nieto de un rabino e hijo de un historiador, Netanyahu (Tel Aviv, 1949) vivi¨® y estudi¨® en Estados Unidos antes de alistarse para combatir en la guerra de los Seis D¨ªas (1967) y participar en operaciones de comando en la Guerra del Yom Kipur (1973).
Se gradu¨® m¨¢s tarde en la Universidad de Harvard. Embajador de Israel ante la ONU, ministro de Asuntos Exteriores, titular de Finanzas, l¨ªder del Likud¡, con m¨¢s de tres d¨¦cadas de experiencia pol¨ªtica a la espalda, Netanyahu ha demostrado tener suficientes recursos como para ganar unas elecciones que a finales de la semana pasada responsables de su partido daban por perdidas.
La muerte de su hermano mayor Jonatan en la operaci¨®n del aeropuerto de Entebbe (Uganda) contra un grupo palestino que hab¨ªa secuestrado en 1976 a un centenar de pasajeros israel¨ªes le dej¨® una profunda huella y marc¨® su pol¨ªtica de lucha sin cuartel contra el terrorismo internacional.
Bajo sus sucesivos Gobiernos los asentamientos jud¨ªos se han expandido en Jerusal¨¦n Este y Cisjordania, donde hoy viven unos 650.000 colonos. Su compromiso en la recta final de la campa?a de no permitir la creaci¨®n de un Estado palestino si se manten¨ªa en el poder parece haber estado detr¨¢s de su avance en las urnas, a la vista del desplome de los partidos que tradicionalmente concentran el voto de los colonos.
Al volver a ser elegido jefe de Gobierno en 2009, tras una d¨¦cada de traves¨ªa del desierto como socio menor de coaliciones o l¨ªder de la oposici¨®n, Netanyahu se mostr¨® a favor de la soluci¨®n de los dos Estados en un discurso pronunciado en la Universidad de Bar Ilan. Pero abandon¨® esa doctrina, defendida por la comunidad internacional como salida al conflicto palestino, y hace un a?o dio por cerrado el di¨¢logo directo con la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina. Durante su ¨²ltimo mandato Israel mantuvo en Gaza su operaci¨®n militar m¨¢s larga (50 d¨ªas) desde la guerra con pa¨ªses ¨¢rabes que sigui¨® a la independencia de Israel en 1948.
En el ojo del hurac¨¢n de su ¨²ltima campa?a electoral se ha situado el pol¨¦mico discurso que pronunci¨® el pasado d¨ªa 3 ante el Congreso de Estados Unidos, en un abierto desaf¨ªo a la negociaci¨®n nuclear emprendida por la Administraci¨®n de Barack Obama con el r¨¦gimen de Teher¨¢n. El presidente de EE UU tendr¨¢ que seguir lidiando hasta el final de su mandato, a comienzos de 2017, con un primer ministro israel¨ª que se ha mostrado m¨¢s cercano a la oposici¨®n republicana que a la Administraci¨®n dem¨®crata.
Visceral, aunque con sentido del humor, como ha demostrado en sus v¨ªdeos de propaganda electoral, el l¨ªder del Likud es un liberal convencido en materia econ¨®mica, que ha reducido el peso del gasto del Estado en Israel para impulsar el crecimiento. Pero en sus ¨²ltimos seis a?os de Gobierno las desigualdades sociales se han extendido en el pa¨ªs, seg¨²n los informes de la OCDE. La carest¨ªa de la vida y el elevado coste de la vivienda desataron en 2011 un amplio movimiento de indignaci¨®n social sin precedentes en Israel.
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