El duopolio Macron-Le Pen se consolida como el eje central de la pol¨ªtica francesa
El RN se normaliza como ¡°primer partido de Francia¡± pero sigue lejos del poder
La pol¨ªtica francesa es cosa de dos: Emmanuel Macron y Marine Le Pen. El presidente franc¨¦s y la l¨ªder del Reagrupamiento Nacional (RN) ¡ªnuevo nombre del partido de extrema derecha Frente Nacional¡ª sumaron juntos casi un 45% en las elecciones europeas del domingo. Nadie hace sombra al l¨ªder del centro reformista y a la jefa nacionalpopulista, enfrentados ideol¨®gicamente pero unidos a la hora de celebrar el hundimiento de los viejos partidos, la derecha de Los Republicanos (LR) y el Partido Socialista (PS).
Izquierda y derecha son conceptos obsoletos, seg¨²n la visi¨®n compartida por Macron y Le Pen, y ahora los ha sustituido el choque entre los progresistas contra los nacionalistas o los mundialistas contra los soberanistas. Las elecciones europeas aceleraron la reconfiguraci¨®n del tablero partidista iniciada en las presidenciales de 2017. Y este proceso significa que la principal fuerza de oposici¨®n a Macron ¡ªo, como m¨ªnimo, el que cuenta con m¨¢s votos en las urnas¡ª es el RN, un partido estigmatizado y marginal durante d¨¦cadas. Que haya derrotado a Renacimiento, el nombre de la candidatura macronista, no ha sido una sorpresa.
Una victoria del antiguo Frente Nacional ¡ªla segunda seguida en unas europeas¡ª es hoy tan normal en Francia, y suscita tan poco alarmismo, que incluso puede parecer descafeinada, poca cosa, lo que permite al palacio del El¨ªseo defender que la derrota por la m¨ªnima fue un ¡°resultado honorable¡± y sentirse reforzado para continuar con el programa de reformas. ?Por qu¨¦? Por la poca distancia con la que RN aventaja a Renacimiento: 23,3% contra 22,4%, menos de un punto, y el mismo n¨²mero de diputados una vez que el Brexit se haya hecho efectivo, 23 (mientras tanto tendr¨¢n 22 el RN y 21 los macronistas). Por el hecho de que en estas elecciones el RN se haya quedado a m¨¢s de un punto de su resultado de las anteriores europeas, en 2014, cuando gan¨® por primera vez con un 24,9%, aunque entonces sac¨® 569.115 votos menos que el domingo. Por las dificultades para superar un techo hasta ahora infranqueable: el del sistema mayoritario a dos vueltas ¡ªno aplicable en las elecciones europeas¡ª que lleva a amplias mayor¨ªas de votantes a unirse para derrotar a los candidatos del RN en la segunda vuelta.
El RN atrae millones de votantes ¡ªlos 10,6 millones que logr¨® Le Pen en la segunda vuelta de las presidenciales de 2017¡ª, pero sigue viviendo bajo una sensaci¨®n de asedio: todav¨ªa hay m¨¢s millones en contra, dispuestos a movilizarse, m¨¢s all¨¢ de sus diferencias ideol¨®gicas, para impedir que se acerque poder. Esto explica la paradoja de que la formaci¨®n que se jacta de ser ¡°el primer partido de Francia¡± ¡ªy con los resultados del domingo, lo es¡ª no ocupe casi ning¨²n espacio institucional, ni en los Ayuntamientos, ni en las regiones ni en la Asamblea Nacional, donde no tiene ni grupo parlamentario. El motivo es que casi siempre pierden las segundas vueltas. El ¡®todos contra la extrema derecha¡¯ a¨²n funciona.
El aislamiento se reproduce en la Uni¨®n Europea, donde, a pesar de ser el partido franc¨¦s m¨¢s fuerte, la capacidad de influencia de RN ha sido limitada. La divisi¨®n de la derecha dura y la extrema derecha en la Euroc¨¢mara, sin un grupo fuerte y efectivo, tampoco ayuda a rentabilizar sus resultados en las urnas.
Y, sin embargo, la presencia de la extrema derecha en el centro del tablero franc¨¦s le convierte en un actor establecido e ineludible. Ya hace tiempo que no es una anomal¨ªa. Es la nueva normalidad. Gana en 72 de los 101 departamentos en Francia. El mapa de sus victorias ¡ªel norte y en el nordeste industrial y la cuenca mediterr¨¢nea, pero tambi¨¦n en zonas rurales del centro¡ª var¨ªa poco de elecci¨®n en elecci¨®n. Y dibuja una polarizaci¨®n con la Francia de Macron ¡ªlas grandes ciudades y la costa atl¨¢ntica sobre todo¡ª que ahora se confirma y que se pondr¨¢ a prueba de nuevo en las municipales de 2020.
En las presidenciales de 2017 se hundi¨® el PS, que obtuvo un 6,4%. Esta vez es LR, erosionado a la derecha por Le Pen y en el flanco izquierdo por Macron, el que cae al 8,5%. Del primer partido salieron los presidentes Mitterrand y Hollande. De los antecesores del segundo, De Gaulle, Pompidou, Chirac y Sarkozy. Juntos, sumaban hace 10 a?os, en las europeas, un 44,4%, un nivel similar al que ahora suman las listas de Macron y Le Pen. El domingo PS y LR sumaron un 14,9%. Juntos sosten¨ªan un sistema que se defin¨ªa por la alternancia entre el centroizquierda y el centroderecha. En Francia este edificio empez¨® a saltar por los aires con la victoria de Macron en las presidenciales de hace dos a?os. La inc¨®gnita era saber si aquello fue una excepci¨®n o la nueva divisi¨®n permanecer¨ªa. El nuevo cap¨ªtulo en el descalabro de los viejos partidos es un ¨¦xito de Macron. Y de Le Pen.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.