S¨¢nchez se erige en pieza clave del pulso entre Merkel y Macron para el reparto de cargos en la UE

En todas las salsas. Pocas veces como en la cumbre europea de este martes la delegaci¨®n espa?ola en Bruselas se ha encontrado entre las m¨¢s deseadas y buscadas por el resto de socios. La cita ha sido el pistoletazo de salida para un reparto de cargos en la Uni¨®n Europea que se anuncia entre los m¨¢s enrevesados y potencialmente conflictivos en la historia del club comunitario. El rompecabezas es tan fr¨¢gil que el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha celebrado la cumbre con los l¨ªderes europeos en solitario, sin permitirles la presencia de ning¨²n asesor, y les ha aislado con un inhibidor de la se?al de sus tel¨¦fonos m¨®viles.

Al t¨¦rmino de la cumbre, Tusk se mostr¨® confiado en lograr un acuerdo sobre los nombramientos en la pr¨®xima cumbre de junio. Pero reconoci¨® que no ser¨¢ f¨¢cil y que "en el mundo real siempre es dif¨ªcil un perfecto equilibrio". La selecci¨®n debe satisfacer criterios geogr¨¢ficos, pol¨ªticos, de tama?o de pa¨ªses y de g¨¦nero. "Y equilibrio de g¨¦nero significa al menos dos mujeres", advirti¨® Tusk. El presidente del Consejo se mostr¨® dispuesto a iniciar la negociaci¨®n con el Parlamento "tan pronto como sea posible".

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En ese equilibrio, en el que hay que colocar hasta cinco piezas (presidentes de la Comisi¨®n, del Consejo, del Parlamento Europeo, del BCE y Alta Representaci¨®n de Pol¨ªtica Exterior), el presidente en funciones del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, ha asumido un protagonismo poco usual para un pa¨ªs que con frecuencia se limita a secundar las posiciones mayoritarias impulsadas por Francia o Alemania.

"Soy el jefe negociador de la familia socialdem¨®crata", record¨® S¨¢nchez nada m¨¢s llegar a la cumbre europea. Los galones extraoficiales que le han conferido el resto de primeros ministros socialistas hubieran tenido un car¨¢cter apenas simb¨®lico si las elecciones europeas del 26 de mayo hubieran arrojado una mayor¨ªa clara a favor de uno de los dos grandes partidos de la UE (Partido Popular Europeo y Socialistas). Pero los comicios han acabado con la gran coalici¨®n de facto que dominaba el Parlamento y por primera vez resulta imprescindible, como destac¨® S¨¢nchez, "hablar con otras formaciones".

S¨¢nchez ha asumido esa tarea de negociaci¨®n en nombre de los socialistas y este mismo martes celebraba en Bruselas un almuerzo de trabajo con los tres l¨ªderes m¨¢s destacados del ala liberal del Consejo: el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, el primer ministro neerland¨¦s, Mark Rutte, y el primer ministro belga y anfitri¨®n del encuentro, Charles Michel.

La reuni¨®n, a la que tambi¨¦n asisti¨® por parte socialista el primer ministro portugu¨¦s, Antonio Costa, buscaba fraguar un frente com¨²n para reivindicar un reparto de cargos que colme las demandas de socialistas y liberales y reduzca la presencia de los conservadores, al frente ahora de las tres instituciones comunitarias (Consejo, Comisi¨®n y Parlamento).?

"El relevo en todos esos cargos debe reflejar el nuevo equilibrio pol¨ªtico que ha surgido, que incluye a socialdem¨®cratas y liberales", indicaron fuentes espa?olas tras el almuerzo. La cita remataba otra de la noche anterior entre S¨¢nchez y Macron en el El¨ªseo, una cena compartida por los especialistas europeos de ambos gabinetes en el que se tejieron los mimbres de la nueva alianza.

Reuniones con la canciller alemana

Pero tanto S¨¢nchez como Macron son conscientes de que su colaboraci¨®n no puede excluir al Partido Popular Europeo, el grupo m¨¢s votado en las elecciones europeas del domingo y en el que milita la insoslayable canciller alemana, Angela Merkel. Tanto S¨¢nchez como Macron se reunieron por separado con la canciller para iniciar un regateo que, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas, "terminar¨¢ con toda probabilidad en un reparto entre los tres grandes grupos y, qui¨¦n sabe, si con la incorporaci¨®n de los Verdes". En sus declaraciones p¨²blicas, S¨¢nchez a?adi¨® a los Verdes como un grupo que tendr¨ªa que estar en ese pacto.

"El reparto debe contar con los populares", confirman fuentes del Ejecutivo espa?ol. Y S¨¢nchez juega en ese terreno tambi¨¦n un papel clave, como representante de un pa¨ªs grande entre los peque?os y peque?o entre los grandes. Su peso es crucial en una refriega como la de los cargos cuando chocan los intereses del gigante alem¨¢n con el franc¨¦s.

Desde que lleg¨® al Gobierno, S¨¢nchez ha logrado una gran sinton¨ªa con Macron, pese a que no es de su familia pol¨ªtica, y ha buscado una buena relaci¨®n con Angela Merkel, con la que tiene claras diferencias ideol¨®gicas pero ambos han tenido posiciones similares en el asunto migratorio. Merkel fue el a?o pasado a Do?ana en pleno agosto para fortalecer las relaciones entre ambos. S¨¢nchez quiere usar tambi¨¦n su nuevo papel en Europa y su buena relaci¨®n con Macron para presionar a Albert Rivera para que se acerque al PSOE. La necesidad de aislar a la extrema derecha es uno de los asuntos centrales de los debates europeos de estos d¨ªas. Sin embargo, una fuente cercana a uno de esos primeros ministros liberales insiste en que ellos nunca entrar¨¢n en el debate espa?ol.

S¨¢nchez, seg¨²n esta fuente, gusta entre los primeros ministros liberales por su posici¨®n europe¨ªsta indiscutible y su renovado ¨¦xito electoral, pero Rivera es el socio en el grupo de los liberales europeos, ALDE. Por eso ellos preferir¨ªan una alianza entre ellos en Espa?a, pero nadie va a entrar abiertamente en ese debate. El l¨ªder de Ciudadanos, que tambi¨¦n estaba en Bruselas como Pablo Casado para verse con sus aliados, apoyar¨¢ a S¨¢nchez en esta negociaci¨®n para el reparto del poder europeo y se colocar¨¢ detr¨¢s de los primeros ministros liberales, con los que se reuni¨® en Bruselas.

"Espa?a est¨¢ en una posici¨®n ideal para ejercer de fiel de la balanza", se?ala una fuente diplom¨¢tica de uno de los gobiernos liberales del Consejo. "Tiene un mandato electoral reforzado, con camino por delante y representa a la segunda familia pol¨ªtica del continente", a?ade esa fuente.

La fortaleza pol¨ªtica de S¨¢nchez llama la atenci¨®n entre los socios de un club donde hasta una decena de Gobiernos est¨¢n abocados a elecciones anticipadas o se exponen a un colapso de sus respectivas coaliciones. Esa posici¨®n de fuerza ha dado al presidente espa?ol una inesperada estatura en una estructura que, m¨¢s que nunca, necesita consensos a varias bandas.

"S¨¢nchez tiene una oportunidad, pero no exenta de riesgos", advierte una fuente diplom¨¢tica. La misma fuente se?ala que "el equilibrio que hace falta es muy fr¨¢gil y delicado y una exigencia de m¨¢s o un error de c¨¢lculo puede hacerlo saltar por los aires". Y en ese caso, parece indudable que todas las miradas se volver¨ªan a S¨¢nchez. Como en la cumbre de este martes, pero con peor talante.