La apuesta de Bolsonaro por Macri
La extinci¨®n del Mercosur como uni¨®n aduanera no s¨®lo no se produjo, sino que ahora se discute si no convendr¨¢ profundizarla hasta convertirla en una uni¨®n monetaria
La integraci¨®n entre los pa¨ªses del Cono Sur sali¨® de su interminable letargo para exhibir una vitalidad que, por lo repentina, parece sospechosa. El eje de esta inesperada resurrecci¨®n es la relaci¨®n entre Brasil y la Argentina. O, mejor dicho, el idilio entre Jair Bolsonaro y Mauricio Macri. La novedad m¨¢s llamativa es que la extinci¨®n del Mercosur como uni¨®n aduanera, diagnosticada hasta el hartazgo en los ¨²ltimos a?os, no s¨®lo no se produjo. Ahora se discute si no convendr¨¢ profundizarla hasta convertirla en una uni¨®n monetaria.
El autor intelectual de este viraje es Paulo Guedes, el ministro de Hacienda de Brasil. El impulso pol¨ªtico pertenece, en cambio, a Bolsonaro, quien visit¨® Buenos Aires el jueves y viernes pasado. El objetivo del presidente brasile?o fue demostrar que no hay l¨ªmite para la integraci¨®n con la Argentina. Con la Argentina de Macri.
El proyecto de crear el ¡°peso-real¡±, una moneda com¨²n entre Brasil y la Argentina, fue formulado por Guedes ante empresarios argentinos, el jueves pasado, mientras acompa?aba a Bolsonaro. La reacci¨®n fue el desconcierto. El Banco Central brasile?o emiti¨® un comunicado, que se redact¨® esa misma noche en la Argentina, explicando que el proceso t¨¦cnico para esa operaci¨®n no hab¨ªa comenzado. Funcionarios de esa instituci¨®n confesaban ante amigos: ¡°No hay proyecto, no hay borrador, no hay un equipo de estudio, no hay nada¡±. Se entienden las aclaraciones. La propuesta estaba incubando nuevas tensiones en Brasilia. El presidente de la C¨¢mara de Diputados, Rodrigo Maia, un aliado al que Bolsonaro trata con la misma frialdad que a un opositor, ironiz¨® en un tuit: ¡°?En serio? ?Van a devaluar el real? ?El d¨®lar a seis reales? ?La inflaci¨®n volver¨¢? Espero que no¡±.
Es verdad que no existe ni siquiera un borrador de esta ocurrencia monetaria. Pero tambi¨¦n es verdad que Guedes la viene pensando desde hace m¨¢s de una d¨¦cada. En una columna publicada por la revista ?poca el 24 de octubre de 2008 ya defend¨ªa la creaci¨®n del peso-real. Supon¨ªa, igual que ahora, que el mundo se organizar¨¢ por zonas monetarias: la del d¨®lar, la del euro, la del yuang.
Guedes supone que el real podr¨ªa ser el embri¨®n de una moneda latinoamericana. El camino hacia ese objetivo, sostuvo en ese art¨ªculo, acelerar¨ªa las reformas que Brasil tiene pendientes: sobre todo la fiscal y la previsional. Quien todav¨ªa no so?aba con ser ministro de Hacienda, desarroll¨® ese argumento varias veces en escritos similares.
Este economista ultraliberal no advirti¨® todav¨ªa que, convertido en funcionario, la divulgaci¨®n de sus enso?aciones posee ahora otro impacto. Durante un encuentro paralelo a la ¨²ltima asamblea del Fondo Monetario Internacional, en Washington, Guedes coment¨® su proyecto con su colega argentino, Nicol¨¢s Dujovne, quien comparte con ¨¦l la predilecci¨®n por la austeridad fiscal, la desregulaci¨®n y la apertura.
Dujovne inform¨® sobre esa charla a Macri. El Gobierno argentino atravesaba d¨ªas de angustia por la volatilidad cambiaria. Macri quiso sacar provecho inmediato de esa idea: podr¨ªa ser la puerta para un swap de monedas con el Banco Central brasile?o para fortalecer las reservas del Banco Central argentino. En Brasilia reaccionaron con asombro. Hasta que entendieron que el largo plazo, para Macri, son las elecciones de octubre. Y para ganarlas necesita, antes que nada, que el mercado de cambios est¨¦ tranquilo.
El plan de una moneda regional es, seg¨²n reconoce el mismo Guedes, un horizonte te¨®rico, matizado con un destello de orgullo nacional: Am¨¦rica Latina debe organizarse alrededor de Brasil, como Europa lo hizo en torno de Alemania. Y esa construcci¨®n debe impulsar una modernizaci¨®n de la econom¨ªa regional de acuerdo con las reglas del mercado.
Macri est¨¢ de acuerdo con esa orientaci¨®n. Por ejemplo: el tema principal de sus conversaciones con Bolsonaro fue la necesidad de acelerar el Tratado de Libre Comercio con la Uni¨®n Europea. Esa asociaci¨®n estar¨ªa frenada, sobre todo, por el ultra protegido sector vitivin¨ªcola brasile?o. A pesar de las infinitas frustraciones de esta eterna negociaci¨®n, hay quienes todav¨ªa esperan un avance en la reuni¨®n de ministros que se celebrar¨¢, el 26 pr¨®ximo, en Bruselas.
En lo inmediato, sin embargo, la propuesta monetaria de Guedes tiene otro significado. ?l se lo explic¨® a un par de amigos el viernes por la tarde, ya regresado a R¨ªo de Janeiro: ¡°Antes de viajar a Buenos Aires, Bolsonaro me dijo algo contundente: 'Tenemos que hacer todo lo que est¨¦ a nuestro alcance para ayudar a que Macri se reelija¡±.
En Buenos Aires, Bolsonaro fue expl¨ªcito: ¡°No hay lugar para otra Venezuela en Am¨¦rica Latina¡±. Traducido: no hay lugar para que regrese el kirchnerismo. La polarizaci¨®n extrema que caracteriza la din¨¢mica electoral de casi todas las democracias en la regi¨®n, induce a un alineamiento internacional. En su apoyo a Macri, Bolsonaro super¨® el ¨¦nfasis que Lula da Silva o Dilma Rousseff emplearon, en su momento, para respaldar a los Kirchner.
La pol¨ªtica exterior, en vez de modelarse sobre intereses nacionales, se organiza en el esp¨ªritu de facci¨®n. La pasi¨®n de Bolsonaro por Macri abre, entonces, una inc¨®gnita inquietante: ?Qu¨¦ suceder¨ªa si en octubre los argentinos llevan al poder a la f¨®rmula Alberto Fern¨¢ndez-Cristina Kirchner? Hoy la disputa est¨¢ empatada. Es posible, entonces, que el Mercosur vuelva a su letargo. El sue?o de Guedes depende de ese evento. La moneda, en sentido literal, est¨¢ en el aire.
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