El primer debate electoral de la era Erdogan marca la nueva campa?a para la alcald¨ªa de Estambul
Millones de personas siguen el acto televisado en el pulso por la gran ciudad tras la anulaci¨®n de los comicios de marzo
Turqu¨ªa no hab¨ªa vivido debate electoral en casi 17 a?os, desde que el hoy presidente, Recep Tayyip Erdogan, accedi¨® al poder (fue ¨¦l precisamente el ¨²ltimo en participar en el ¨²ltimo que se produjo, en octubre de 2002). As¨ª que la expectativa era alta cuando, la pasada semana, los dos principales partidos turcos: el islamista AKP y el socialdem¨®crata CHP anunciaron que hab¨ªan acordado un enfrentamiento televisado entre sus candidatos a la alcald¨ªa de Estambul, Binali Yildirim y Ekrem Imamoglu. El esperado evento tuvo lugar la noche del domingo y fue por todo lo alto: en uno de los principales centros de congresos de la ciudad del B¨®sforo ante cientos de periodistas acreditados y retransmitido por siete canales de televisi¨®n. Fue lo m¨¢s visto en televisi¨®n de todo el fin de semana y, durante las tres horas que se prolong¨®, millones de turcos lo siguieron en sus casas, en caf¨¦s y bares e incluso en pantallas gigantes colocadas en parques por los partidos pol¨ªticos.
El problema es que las cosas que se guardan demasiado tiempo en el armario terminan apolill¨¢ndose, y la pr¨¢ctica del debate entre candidatos pol¨ªticos lleva tantos a?os olvidada en Turqu¨ªa que el formato result¨® acartonado y aburrido. En un gesto hacia su contrincante, la campa?a del islamista Yildirim hab¨ªa accedido a que el moderador fuese Ismail K¨¹?¨¹kkaya, un periodista cr¨ªtico con el gobierno, pero ¨¦ste estuvo m¨¢s preocupado por que no se le acusase de parcial y no fue capaz de profundizar en las preguntas y los temas. El resultado fue que ambos candidatos se limitaron a repetir los razonamientos que vienen haciendo durante las ¨²ltimas semanas en sus m¨ªtines.
Buena parte de la primera parte del debate se centr¨® en discutir por qu¨¦ se han tenido que repetir las elecciones, despu¨¦s de que el pasado 31 de marzo Imamoglu resultase elegido por un estrech¨ªsimo margen de votos: menos de 14.000 sufragios de diferencia en unos comicios en que votaron 8,5 millones de personas. La mayor¨ªa de encuestas prev¨¦n que el socialdem¨®crata ampl¨ªe su ventaja en las nuevas elecciones del pr¨®ximo domingo y seg¨²n un sondeo del centro de Investigaciones Econ¨®micas de Estambul, dos de cada diez votantes de Yildirim, desaprueban el tener que volver a las urnas. As¨ª que el candidato oficialista se esforz¨® por tratar de convencer a sus votantes de que la culpa es de su adversario: aleg¨® que sus votos fueron ¡°robados¡± y que fue el CHP el que forz¨® la repetici¨®n electoral al rechazar un recuento total de los votos. Algo que no es del todo correcto puesto que la Comisi¨®n Electoral se escud¨® en un tecnicismo para anular los resultados: no habl¨® de pucherazo sino de que algunas mesas electorales no se constituyeron siguiendo las normas establecidas. Pero la narrativa del partido de Yildirim y Erdogan, que repiten continuamente sus medios afines, es que hubo un fraude organizado por oscuras fuerzas y ¨¦se es el argumento que quieren que cale entre sus votantes.
Imamoglu, en cambio, aleg¨® que la nueva convocatoria ¡°no son s¨®lo unas elecciones municipales sino una lucha por la democracia¡±, puesto que considera que fue despojado injustamente del t¨ªtulo de alcalde que le hab¨ªa concedido la Comisi¨®n Electoral provincial y le arrebat¨® la Comisi¨®n Electoral central tras 18 d¨ªas de mandato.
Esos 18 d¨ªas de mandato supusieron el principal ataque de Yildirim a Imamoglu debido a la decisi¨®n que tom¨® de hacer una copia de seguridad externa de la base de datos del Ayuntamiento para evitar posibles manipulaciones de la administraci¨®n saliente, pero que en palabras del candidato islamista supone una violaci¨®n de la legislaci¨®n y de la pol¨ªtica de privacidad (no en vano un tribunal orden¨® detener dicha copia).
En cambio, Imamoglu carg¨® contra Yildirim por los graves problemas que atenazan a la ciudad tras un cuarto de siglo de gobierno municipal islamista: problemas de movilidad, falta de zonas verdes y pobreza. ¡°Nosotros podemos hacer promesas, ellos no, llevan 25 a?os en el poder¡±, dijo. En ese ambiente, en el de la cr¨ªtica al despilfarro de la alcald¨ªa, Imamoglu se creci¨® y sacando frente a las c¨¢maras un informe del Tribunal de Cuentas que supuestamente confirma este derroche -y que Yildirim neg¨® que existiera- se anot¨® uno de los puntos m¨¢s claros de la noche.
Los refugiados centraron otro de los bloques de preguntas, puesto que m¨¢s de medio mill¨®n de sirios habita en Estambul, ciudad de 16 millones de habitantes. Imamoglu acus¨® al Gobierno de ¡°no haber gestionado bien¡± la crisis de los refugiados y habl¨® de ¡°amenaza¡± para las calles de Estambul, si bien se opuso a medidas como las tomadas por otros ayuntamientos de su partido que han prohibido a los sirios acudir a las playas municipales. Yildirim, cuyo partido abri¨® las puertas a los refugiados cuando se inici¨® la guerra civil en Siria en 2011, ejemplific¨® el viraje hacia una postura m¨¢s dura que est¨¢ tomando el Ejecutivo turco y subray¨® que todo sirio que ¡°disturbe a la paz de los barrios¡± o incurra en ¡°actividades ilegales¡± ser¨¢ ¡°deportado inmediatamente¡±.
No hay duda de que frente a las c¨¢maras, Imamoglu, m¨¢s joven y din¨¢mico, se desenvolvi¨® mejor, si bien Yildirim fue m¨¢s conciso y directo en sus respuestas (algunos le acusan de haber recibido las preguntas por anticipado, cosa que tanto ¨¦l como el moderador desmintieron). Pero Yildirim, cuyo tono apagado y monocorde es capaz de dormir al m¨¢s despierto, fue perdiendo enteros a medida que avanzaba la noche y se dedicaba a interrumpir a su adversario. Con todo, la conclusi¨®n de diversos analistas de la prensa turca, es que el debate probablemente no sirvi¨® para cambiar el sentido del voto de los electores. Eso s¨ª, el mismo hecho de que se produzca un debate y que tuviese lugar en un ambiente civilizado y amistoso en un momento de alta polarizaci¨®n pol¨ªtica, es ya de por s¨ª bienvenido.
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