La crisis econ¨®mica en Turqu¨ªa mueve a los refugiados a regresar a Siria
Cerca de 300.000 sirios han vuelto a su pa¨ªs mediante programas promovidos por el Gobierno turco y los ayuntamientos.
Hay rincones del barrio de Esenyurt, en Estambul, que se asemejan a una peque?a Siria. Frente a la mezquita Serhan Tirit, por ejemplo, destacan el restaurante Al Homsi, que ofrece comida de la localidad de Homs, el Anas, cuya especialidad es el pollo frito de Alepo, o el Gazze, que tiene falafel y otras especialidades de la cocina siria. No pocas tiendas est¨¢n rotuladas en el alfabeto ¨¢rabe, desconocido para la mayor¨ªa de los turcos, pero es que entre los 850.000 vecinos de este distrito del extrarradio de Estambul, habitan 60.000 refugiados sirios. Eso s¨ª, la alcald¨ªa de la localidad espera que, a medida que se aten¨²e el conflicto en Siria, sean cada vez menos.
Hussam, un alepino veintea?ero, es uno de los sirios que abandonar¨¢ su actual hogar tras acogerse al programa de retorno del Ayuntamiento de Esenyurt. Su hermana, de cuatro a?os y medio, espera sentada sobre dos sacos de rafia en los que la familia ha empaquetado sus pertenencias: mantas, vestidos y algo de comida. ¡°Durante tres a?os hemos vivido bien, la gente nos ha ayudado y doy gracias a Turqu¨ªa por ello. Pero en los ¨²ltimos tiempos han subido los precios y yo hace meses que no encontraba trabajo. As¨ª que lo hablamos y, como echamos de menos nuestro pa¨ªs, hemos decidido volver¡±, explica antes de tomar el autob¨²s que lo llevar¨¢ hasta la frontera siria junto a seis decenas de compatriotas.
La crisis que vive Turqu¨ªa, con un alza de precios superior al 20% anual y una ralentizaci¨®n notable de la actividad econ¨®mica, ha dificultado la situaci¨®n para los refugiados, muchos de los cuales trabajan en negro y reciben salarios inferiores a los trabajadores turcos. Es el caso de Mohammed, otro sirio que se ha acogido al retorno y que pide ocultar su nombre real: ¡°Trabajaba en una f¨¢brica de detergentes, ganaba 1.600 liras al mes (unos 261 euros) y pagaba un alquiler de 600 liras (98 euros, pero los precios han subido y cada vez se me hac¨ªa m¨¢s dif¨ªcil mantener a mi familia, de cuatro miembros¡±.
La crisis tambi¨¦n ha incrementado el rechazo de la sociedad turca hacia los ¡°hu¨¦spedes sirios¡± a los que abri¨® la puerta al inicio de la guerra civil que sufre el pa¨ªs vecino desde 2011. Algo m¨¢s de 3,5 millones de refugiados sirios est¨¢n registrados en Turqu¨ªa, que en los ¨²ltimos ocho a?os ha gastado unos 30.000 millones de euros en su acogida e integraci¨®n. Pero seg¨²n una encuesta del a?o pasado, el 60% de los turcos es contrario a las pol¨ªticas de recepci¨®n de refugiados del Ejecutivo de Recep Tayyip Erdogan, y en marzo habr¨¢ unas elecciones municipales que el partido gobernante en Turqu¨ªa considera cruciales. De ah¨ª que se hayan acelerado los programas como el de Esenyurt: desde 2017, unos 295.000 sirios han vuelto a su pa¨ªs seg¨²n cifras del Ministerio de Interior de Turqu¨ªa, aunque el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) reduce esta cifra a 48.660, los casos que ha podido verificar por su cuenta.
¡°Hay muchos sirios que han comprado casas, que han establecido negocios, que estudian y se buscan la vida. Y todos se han integrado bien¡±, afirma el alcalde de Esenyurt, Ali Murat Alatepe. ¡°Pero es cierto que hemos tenido que dedicar una porci¨®n no peque?a del presupuesto a los refugiados, aunque, afortunadamente, el Gobierno central se hace cargo de la mayor parte¡±. Alatepe prev¨¦ que durante 2019, un tercio de los refugiados en Esenyurt regresen a Siria: ¡°Conforme nuestro Ej¨¦rcito ampl¨ªe las zonas liberadas y las limpie de terroristas, m¨¢s sirios regresar¨¢n a su hogar¡±.
El alcalde se refiere con ello a las localidades sirias de Afrin, Al Bab y Yarabl¨²s, arrebatadas al Estado Isl¨¢mico y a las milicias kurdas por las Fuerzas Armadas turcas y grupos sirios afines, y a la previsi¨®n de que Turqu¨ªa intervenga en la margen oriental del r¨ªo ?ufrates tras la retirada de las tropas de EE UU. Hasta ahora, la mayor parte de los retornados eran alojados en estas ¨¢reas ¡ªen nuevas viviendas levantadas por empresas turcas o en hogares de desplazados a otras ciudades sirias¡ª, pero algunos refugiados en Turqu¨ªa se atreven ahora a ir incluso m¨¢s all¨¢, a territorio controlado por el r¨¦gimen sirio o por grupos armados. ¡°La guerra ha terminado en la zona de la que procedo y nos dicen que podemos volver¡±, sostiene Al¨ª, natural de la provincia de Alepo bajo control del Ej¨¦rcito sirio.
Incertidumbre ante el futuro
Aunque la seguridad ha mejorado y el Gobierno de Damasco ha invitado a los refugiados a regresar, la incertidumbre sobre el futuro pesaba sobre muchos de los que este jueves tomaron el autob¨²s en Esenyurt de regreso a Siria. ¡°?Qu¨¦ haremos all¨¢? Dios proveer¨¢¡±, responde Bedri, originario de Manbij, bajo control kurdo. ¡°Ten¨ªamos una casa en Yarabl¨²s, veremos si est¨¢ todav¨ªa en pie. Si no, alquilaremos un piso. Si se puede llegar hasta Manbij, iremos; si no, nos quedaremos en Yarabl¨²s y buscaremos trabajo all¨ª¡±.
El pasado a?o, la organizaci¨®n estadounidense Mercy Corps, con presencia en el norte de Siria, critic¨® como ¡°prematuro¡± el retorno a gran escala de los refugiados: ¡°Siria es una zona de guerra, con todos los riesgos que ello implica. La infraestructura civil b¨¢sica ha sido destruida¡±. Otras organizaciones, como Human Rights Watch, tambi¨¦n se han quejado sobre la falta de transparencia de los programas de retorno, a lo que el Gobierno turco responde que quienes regresan lo hacen ¡°de forma voluntaria¡±. Eso s¨ª, con la condici¨®n de que no vuelvan a Turqu¨ªa durante los siguientes cinco a?os, una forma de asegurarse de que el retorno es definitivo.
Una vez que lleguen a Siria, su periplo a¨²n no habr¨¢ terminado. Mohammed, por ejemplo, pretende llegar hasta su localidad natal, Hasaka, en el extremo nororiental de Siria. Para ello, deber¨¢ cruzar del territorio controlado por los rebeldes sirios a la regi¨®n en manos de las milicias kurdas, a trav¨¦s de una zona en la que peri¨®dicamente se producen combates. ?Es seguro? ¡°Inshallah¡±, responde Mohammed. Si Dios quiere.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.