¡°La vida de Samanta vali¨® 1.400 pesos¡±

"Me divert¨ªa ver c¨®mo su hermosa cara sufr¨ªa".?Las palabras del Monstruo de Ecatepec dejaron a la sala del juzgado estupefacta. Mientras el resto de los asistentes al juicio intentaban procesar los detalles del relato, ¨¦l se mostraba desenfadado, y hasta divertido, al contar c¨®mo asesin¨®, profan¨® y se deshizo del cuerpo de una de sus v¨ªctimas.?La justicia mexicana ha sentenciado este mi¨¦rcoles a? Juan Carlos Hern¨¢ndez y a su pareja, Patricia Mart¨ªnez Bernal, a 40 a?os por el feminicidio de Arlet Samanta Olgu¨ªn y a pagar una multa de 285.000 pesos (15.000 d¨®lares) por da?os. Es la cuarta sentencia que reciben desde que la polic¨ªa los detuvo el pasado 4 de octubre?y acumulan ya 114 a?os de prisi¨®n cada uno. El matrimonio, que ha admitido una veintena de cr¨ªmenes, enfrenta otros cinco procesos m¨¢s por seis feminicidios.

Pese a que su testimonio oral no ten¨ªa validez judicial, por haber aceptado un juicio abreviado, Hern¨¢ndez?pidi¨® la palabra. Quer¨ªa contar su versi¨®n de la historia que acababa de narrar la Fiscal¨ªa. No quer¨ªa contradecirla, de hecho, admiti¨® los delitos que se le imputaban, solo quer¨ªa explayarse en los detalles y provocar a los presentes. Una vez la atenci¨®n de la sala?de los juzgados del penal de Chiconautla, en Ecatepec (al norte de Ciudad de M¨¦xico), estuvo puesta en ¨¦l, comenz¨® un relato que repet¨ªa una y otra vez la palabra business, como sin¨®nimo de asesinato. Seg¨²n la declaraci¨®n del homicida, en octubre de 2017 ¨¦l y su esposa se mudaron al edificio donde viv¨ªa Olgu¨ªn, de 22 a?os, en busca de una v¨ªctima para su "pr¨®ximo business",?y all¨ª fue donde la conocieron.

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Olgu¨ªn desapareci¨® el 25 de abril de 2018, cuando fue a la vivienda de los asesinos a ver un pantal¨®n que le quer¨ªan vender y nunca volvi¨®. Su familia, junto a las de otras dos v¨ªctimas, fueron quienes encaminaron la investigaci¨®n policial de las desapariciones hacia la pareja homicida. El crimen, asegur¨® Hern¨¢ndez, fue premeditado: cuando no hab¨ªa testigos, la invitaron a su casa y la apu?alaron entre los dos hasta matarla. "Como soy humano le dej¨¦ decir sus ¨²ltimas palabras. Le dije que si alg¨²n d¨ªa ca¨ªa sus palabras se iban a saber y me dijo 'dile a mi madre que la quiero mucho", relat¨® el asesino con los ojos puestos en Guadalupe Hern¨¢ndez, madre de la v¨ªctima.

El feminicida asegur¨® que la mat¨® porque "era hermosa" y porque la hab¨ªa escuchado hablar mal de Patricia Mart¨ªnez. "Cualquiera que insulte a mi mujer merece desaparecer". Olgu¨ªn, madre de tres ni?as, fue una de las numerosas v¨ªctimas de la pareja que en abril fue condenada por haber ocultado restos humanos, en mayo por trata de personas y la semana pasada por el feminicidio de Nancy Huitr¨®n. Tras la detenci¨®n en octubre, el Monstruo de Ecatepec y su esposa se convirtieron en los asesinos en serie m¨¢s brutales de la historia reciente de M¨¦xico y el caso conmocion¨® al pa¨ªs latinoamericano por la crueldad de los cr¨ªmenes.

Al silencio de la sala le sigui¨® la bronca.?Por momentos, el relato de Hern¨¢ndez se volvi¨® estremecedor. Los detalles de c¨®mo profan¨®, descuartiz¨® y se comi¨® el cad¨¢ver de Olgu¨ªn desencadenaron la reacci¨®n de la familia de la v¨ªctima.?"Este ser es un desgraciado", sentenci¨® Guadalupe Hern¨¢ndez, quien pidi¨® la palabra para poder responder al homicida. "Mi hija se fue como una reina y sus hijas est¨¢n rodeadas de amor, no como tus hijos que sabr¨¢ Dios d¨®nde est¨¢n y qu¨¦ pas¨® con ellos", dijo la madre de la v¨ªctima en relaci¨®n a los cuatro hijos de la pareja que quedaron a disposici¨®n de la justicia tras la detenci¨®n.?"Tu hija ya no va a volver", le interrumpi¨® el homicida?en un careo improvisado que tuvo que frenar la polic¨ªa.

El enojo y la indignaci¨®n del resto de la familia no tardaron en llegar. "Pinche asesino, vas a pagar por tus mentiras", le gritaron los dos hermanos de la v¨ªctima. Las provocaciones de Hern¨¢ndez no acabaron all¨ª. El asesino cont¨® que descuartiz¨® el cuerpo de Olgu¨ªn y vendi¨® algunos de sus huesos, entre ellos el cr¨¢neo, a un santero. Adem¨¢s, asegur¨® que vendi¨® el celular y se hizo con unos cuantos pesos que la v¨ªctima ten¨ªa encima. "La vida de Samanta vali¨® 1.400 pesos", concluy¨®. Poco m¨¢s de 73 d¨®lares (65 euros).