Argentina se lanza a una elecci¨®n presidencial con predominio peronista
La justicia electoral recibe los nombres de los candidatos que competir¨¢n en las primarias obligatorias de agosto
Se termin¨® ¡°la rosca¡± pol¨ªtica. A la medianoche de este s¨¢bado, los partidos pol¨ªticos argentinos presentaron a la justicia electoral los nombres que competir¨¢n en las primarias obligatorias del 11 de agosto. Con el cierre de listas, una cosa ha quedado clara: Argentina ser¨¢ m¨¢s peronista el a?o pr¨®ximo. Mauricio Macri incorpor¨® al peronista conservador Miguel ?ngel Pichetto como vicepresidente y el frente de Alberto Fern¨¢ndez y Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner al moderado Sergio Massa como candidato a primer diputado. La tercera opci¨®n, con capacidad de ¨¢rbitro, tambi¨¦n es peronista, con Roberto Lavagna para presidente y el joven gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, para vice. Quienes ganen las primarias dentro de cada partido se medir¨¢n entre s¨ª en las generales del 27 de octubre, con la opci¨®n a una segunda vuelta en noviembre si ninguno alcanzase la mayor¨ªa.
Las primarias argentinas no son una elecci¨®n m¨¢s, sobre todo porque de primaria tienen poco y nada. La ley establece que simult¨¢neas para todos los partidos y obligatorias y abiertas a todos los ciudadanos, est¨¦n afiliados o no a una agrupaci¨®n. Como, adem¨¢s, ni Macri ni Fern¨¢ndez ni Lavagna tendr¨¢n rivales internos, el resultado del lunes ser¨¢ un adelanto de lo que podr¨¢n esperar dos meses y medio despu¨¦s, cuando se enfrentar¨¢n en la batalla definitiva. La utilidad de semejante despliegue electoral se discute en cada primaria, pero ning¨²n gobierno se anim¨® hasta ahora a eliminarlas. Un sondeo privado de dimensi¨®n nacional y sin margen de error ser¨ªa irrealizable y, sobre todo, impagable. Por eso, el 11 de agosto, Argentina librar¨¢ una batalla de envergadura.
El armado final de frentes y los nombres de los candidatos fueron la evidencia de una ¡°peronizaci¨®n¡± de la pol¨ªtica argentina. Cuando los sondeos dijeron a Macri que los n¨²meros de su reelecci¨®n estaban en peligro, fruto de la crisis econ¨®mica, se ali¨® a Pichetto, un peronista conservador que fue menemista pero supo ser la espada del kirchnerismo en el Senado. Hombre de la vieja pol¨ªtica, Pichetto puede dar a Macri la gobernabilidad parlamentaria que necesita (en Argentina, el vicepresidente es titular de la C¨¢mara Alta) y seducir a un electorado peronista que no comulga con Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner.
El plan puede naufragar si ese grupo de desencantados opta por otro peronista: Roberto Lavagna, el exministro de Econom¨ªa que timone¨® con ¨¦xito la crisis de 2001 desde el ministerio de Econom¨ªa. Lavagna lleva como vicepresidente al gobernador Juan Manuel Urtubey. Tanto Lavagna como Urtubey y Pichetto son supervivientes de Alternativa Federal, una alianza de amplio poder territorial en el interior del pa¨ªs que intent¨®, sin ¨¦xito, ofrecer a los electores una tercera v¨ªa.
La buena estrella de Alternativa Federal comenz¨® a apagarse el 18 de mayo, cuando Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner declin¨® su candidatura en favor de Alberto Fern¨¢ndez, su exjefe de ministros. Bast¨® que la expresidenta se moviese del centro pol¨ªtico para que muchos gobernadores peronistas de buena relaci¨®n con Macri se sumaran al Frente de todos, la nueva alianza kirchnerista. La onda expansiva de semejante decisi¨®n dej¨® claro que Kirchner es a¨²n quien estructura la pol¨ªtica argentina. D¨ªas despu¨¦s, Pichetto acept¨® la oferta de Macri y Urtubey se ali¨® con Lavagna. La estocada final contra Alternativa Federal la dio Sergio Massa, l¨ªder del grupo. Exjefe de ministros de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, Massa abandon¨® el gobierno en 2009 y se pas¨® a las filas de la oposici¨®n. Ahora ha vuelto, como candidato a primer diputado nacional detr¨¢s de la f¨®rmula Fern¨¢ndez-Fern¨¢ndez.
La l¨®gica de las coaliciones molde¨® el armado de f¨®rmulas hasta el ¨²ltimo minuto. El m¨¢s activo fue el oficialismo, que intent¨® desarmar potenciales fugas de votos. El hombre a neutralizar fue Jos¨¦ Luis Espert, un economista ultraliberal que se present¨® como alternativa a la derecha del macrismo. Macri pudo ver en tiempo real las astucias de su nuevo socio, Pichetto, un experto en las lides de la rosca pol¨ªtica. La estrategia fue simple: Pichetto sum¨® a las listas del macrismo al l¨ªder de Unir, un partido min¨²sculo que hab¨ªa prestado su nombre ante la justicia electoral para que Espert fuese candidato. El economista logr¨® de apuro presentarse bajo otra sigla, pero acus¨® al gobierno de intento de ¡°proscripci¨®n¡±.
Todas las expectativas oficiales est¨¢n puestas ahora en la econom¨ªa. En principio, el alza del d¨®lar ha dado una tregua a Macri y los ¨²ltimos datos de inflaci¨®n indican que al menos ya no sube por arriba del 3% mensual, como sucedi¨® durante el primer trimestre del a?o. La llegada de Pichetto a la f¨®rmula de Macri y el paso al costado de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner han tranquilizado a los mercados.
Si la econom¨ªa va bien, la candidatura de Macri va bien. Y viceversa. El ¨²ltimo sondeo de Isonom¨ªa, una consultora muy respetada en Argentina, mostr¨® el salto de popularidad que la paz econ¨®mica ha permitido a Macri. La imagen positiva del presidente subi¨® este mes 10 puntos, hasta el 43%, y su imagen negativa cay¨® del 65% al 57%. Al mismo tiempo, la popularidad de Fern¨¢ndez de Kirchner cay¨® dos puntos. El relevamiento tambi¨¦n registr¨® una subida de siete puntos en la intenci¨®n de voto a Macri en caso de balotaje, aunque Macri est¨¢ a¨²n dos puntos por debajo de Alberto Fern¨¢ndez.
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