Cristina Kirchner suma al moderado Sergio Massa a su frente electoral

Ya est¨¢. Las coaliciones argentinas quedan cerradas para las decisivas elecciones de octubre. El frente capitalista y liberal de Mauricio Macri ha incorporado a un peronista conservador, Miguel ?ngel Pichetto, como candidato a vicepresidente, y el frente populista y sindical de Alberto Fern¨¢ndez y Cristina Fern¨¢ndez ha captado a un moderado como Sergio Massa. Del naufragio de la ¡°tercera v¨ªa¡± quedan dos supervivientes, Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey. Finalmente, Lavagna y Urtubey compartir¨¢n candidatura y cuyo caudal de votos, salvo desastre, decantar¨¢ de un lado u otro la victoria en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de noviembre.

La l¨®gica frentista, en un pa¨ªs esencialmente dividido como Argentina, se impuso hasta el pen¨²ltimo minuto. El macrismo y el kirchnerismo despedazaron a Alternativa Federal, la ¡°tercera v¨ªa¡± del peronismo moderado, con el objetivo de captar peones centristas que atenuaran el rechazo que suscitan ambos. Casi la mitad del pa¨ªs (45%) no soporta a Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner y casi la mitad del pa¨ªs (45%) no soporta a Mauricio Macri. En el intento de tranquilizar al votante, la expresidenta movi¨® ficha primero y se coloc¨® como aspirante a la vicepresidencia detr¨¢s de un pragm¨¢tico como Alberto Fern¨¢ndez. El actual presidente respondi¨® con una jugada audaz: convenci¨® a Miguel ?ngel Pichetto, peronista de derechas y rey del Senado, para que le acompa?ara en la f¨®rmula electoral como vicepresidente.

Casi en el ¨²ltimo minuto, horas antes de que expirara el plazo para formalizar coaliciones, lo que quedaba de Alternativa Federal se puso en pie. Roberto Lavagna, el viejo ministro de Econom¨ªa que capitaliz¨® el relanzamiento econ¨®mico en los primeros a?os de N¨¦stor Kirchner (2003-2005) tras el colapso financiero de 2001 y 2002, y Juan Manuel Urtubey, el joven gobernador saliente de Salta, armaron a toda prisa una candidatura conjunta que tiene el valor de lo ins¨®lito. Su f¨®rmula, llamada Consenso Federal 2030, carece de posibilidades de victoria. Pero ofrece un refugio al votante que no aprecia ni el liberalismo (con un mandato econ¨®micamente desastroso) de Macri, ni el populismo (con la memoria del autoritarismo sectario y la corrupci¨®n) de Kirchner. Los sondeos les atribuyen hasta un 10% de los votos: lo suficiente como para decantar la balanza en la segunda vuelta electoral de noviembre.

Mauricio Macri, a la vista de que no cuadraban los n¨²meros para su reelecci¨®n, ha hecho lo impensable: aliarse con un peronista y sacrificar su rechazo a la ¡°vieja pol¨ªtica¡± que, seg¨²n ¨¦l, condenaba a Argentina a un eterno c¨ªrculo vicioso. Nadie encarna mejor que Miguel ?ngel Pichetto la ¡°vieja pol¨ªtica¡±: nunca tuvo electores pero siempre estuvo en el poder. Le llaman ¡°el Frank Underwood argentino¡± y quien haya visto la serie House of cards entender¨¢ qu¨¦ tipo de personaje es Pichetto. Peronista de derechas, de los de Sa¨²l Menem, pero capaz de manejar el Senado con mano de hierro en beneficio de N¨¦stor y Cristina Kirchner, y tambi¨¦n de garantizar la gobernabilidad durante una presidencia en minor¨ªa parlamentaria como la de Macri, Pichetto inici¨® la declaraci¨®n con que anunci¨® su pase al bloque macrista con una frase que le define: ¡°Las emociones no forman parte de mi temperamento¡±. En la pr¨¢ctica eso se traduce en su voto a favor tanto de los presupuestos de Macri, a finales de 2018, como de la legalizaci¨®n del aborto, que el Senado rechaz¨® en agosto pasado.

Alberto Fern¨¢ndez y Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner movieron ficha a su vez captando a Sergio Massa, que fue l¨ªder de Alternativa Federal (y su principal activo como captador de votos) hasta que la ¡°tercera v¨ªa¡± cruji¨® ante los embates a derecha e izquierda. Massa, antiguo primer ministro de Cristina Kirchner, quiere ser presidente. Esta vez no lo ser¨¢. Tiene 47 a?os y todav¨ªa puede esperar. Entretanto, necesita mantener su bloque de parlamentarios. Eso es lo que le garantiza su alianza con el kirchnerismo, que aborrec¨ªa hasta hace unas semanas.

La concreci¨®n de las f¨®rmulas ha tranquilizado la meteorolog¨ªa financiera. Alberto Fern¨¢ndez, como moderador de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, y Miguel ?ngel Pichetto, como sherpa pol¨ªtico de Mauricio Macri, parecen agradar a los mercados financieros. En una Argentina atenazada por la inflaci¨®n y la recesi¨®n y con una moneda fragil¨ªsima, los inversores internacionales pueden provocar un desastre nacional en una sola jornada. Sin embargo, las noticias han sido acogidas con tranquilidad.

El alza del d¨®lar se ha frenado. Eso, de momento, favorece al Gobierno. Pero se trata de una hoja de doble filo. Una victoria clara del kirchnerismo en la primera vuelta podr¨ªa hundir de nuevo el peso y marcar el epitafio de la presidencia de Mauricio Macri.