Pide protecci¨®n a L¨®pez Obrador y desaparece cinco d¨ªas despu¨¦s
El secuestro de un joven que pidi¨® ayuda al presidente de M¨¦xico por amenazas de muerte evidencia la violencia de la lucha por las tierras en el Estado mexicano de Nayarit
Alexander L¨®pez sab¨ªa que su vida corr¨ªa riesgo. Llevaba meses recibiendo llamadas telef¨®nicas cargadas de amenazas de muerte a causa de una disputa por unas tierras en el Estado de Nayarit, al oeste de M¨¦xico. La pelea por los terrenos en la zona se hab¨ªa vuelto insostenible por lo que, junto a un grupo de vecinos, decidi¨® acudir al Gobierno federal. Durante una visita en mayo de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador a Bah¨ªa de Banderas, en esa entidad, un pu?ado de habitantes de la regi¨®n liderados por el joven atajaron la caravana presidencial para manifestarse y solicitar protecci¨®n. ¡°Te voy a ayudar, ve con el gobernador¡±, le dice el mandatario frente a la prensa local, ¡°te va a atender ma?ana¡±. ¡°Ma?ana yo voy¡±, responde ¨¦l. La asistencia por parte del Gobierno estatal nunca lleg¨®. A los cinco d¨ªas de su conversaci¨®n con el presidente, L¨®pez, de 24 a?os, desapareci¨®.
Todo sucedi¨® entre el 12 y el 17 de mayo. Despu¨¦s del intercambio con L¨®pez Obrador la tarde del domingo, L¨®pez se acerc¨® el lunes 13 junto a su madre y a su pareja a la oficina del gobernador del Estado, el conservador Antonio Echevarr¨ªa. ¡°Fue a pedir desesperadamente que lo ayudaran¡±, cuenta la abuela, Francis V¨¢zquez, ¡°y ah¨ª le dijeron que no, que le daban cita para dentro de 15 d¨ªas¡±. Durante esa semana, las intimidaciones continuaron, pero con m¨¢s intensidad. ¡°A los dos d¨ªas me dijo ¡®?qu¨¦ crees?, ya me amenazaron con que si intento acercarme al gobernador me van a matar¡±, recuerda que le dijo su nieto ese mi¨¦rcoles.
El secuestro ocurri¨® finalmente el viernes por la noche, cuando L¨®pez volv¨ªa con su pareja y su sobrina, de 12 a?os, hacia Tepic, la capital del Estado. Dos camionetas con gente que vest¨ªa unos uniformes ¡°parecidos al de los marinos¡± los esperaban al costado de la carretera, donde hab¨ªan arrojado tachuelas para pinchar las ruedas del coche, seg¨²n el relato de V¨¢zquez. ¡°Lo bajaron del carro, lo esposaron y lo metieron en la cajuela de una camioneta¡±. Pese a que en ese momento los secuestradores se llevaron a los tres, la mujer y la ni?a fueron liberadas el domingo 19. ¡°A ellas las soltaron, pero a mi nieto no lo hemos vuelto a ver¡±.
La desaparici¨®n de L¨®pez fue un golpe m¨¢s a una familia que ha sido marcada por el conflicto territorial. La lucha por las tierras llev¨® a su padre, Ignacio L¨®pez, a prisi¨®n en septiembre de 2018, por lo que ellos denuncian como ¡°delitos fabricados¡±. En enero de este a?o, la madre y el t¨ªo del joven fueron secuestrados. A ella la liberaron despu¨¦s de ocho d¨ªas, solo despu¨¦s de que su marido, ejidatario de San Clemente de Lima, firmara desde la c¨¢rcel la venta de unos terrenos. Mientras que al hombre nunca m¨¢s lo volvieron a ver.
En el sur del Estado, donde se encuentra la Riviera Nayarit, las disputas territoriales se dan incluso con m¨¢s violencia. El desarrollo tur¨ªstico en una de las costas m¨¢s atractivas de M¨¦xico ha provocado que el precio de los terrenos se eleve y profundice la disputa. La falta de regularizaci¨®n de las tierras ha desencadenado una serie de denuncias cruzadas entre grupos de vecinos, los presidentes de los ejidos y la Procuradur¨ªa agraria por amenazas, extorsi¨®n, secuestros y asesinatos. ¡°Aqu¨ª te matan rapidito, te desaparecen y te entierran. La situaci¨®n es riesgosa porque hay un maridaje entre Gobierno estatal y asociaciones delictivas¡±, se?ala Vargas, el abogado de la familia.
A casi dos meses del secuestro, el caso recobr¨® vida la semana pasada, con el regreso de L¨®pez Obrador a Nayarit. Durante una conferencia de prensa en la que el presidente anunciaba junto al gobernador Echevarr¨ªa la baja de los homicidios en el Estado, una reportera le cont¨® lo sucedido con L¨®pez. ¡°Se trata de la vida de un joven de 24 a?os que confi¨® en usted¡±, le reproch¨® la periodista Patricia Aguilar ante la estupefacci¨®n del mandatario. ¡°Y luego confi¨® en el gobernador y el resultado fue su desaparici¨®n¡±. Sin mucho que replicar, L¨®pez Obrador encarg¨® al secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, asumir el asunto. ¡°Vamos a atender tu denuncia, ahora mismo¡±, dijo, ¡°que aparezca con vida, eso es lo m¨¢s importante, lo dem¨¢s ya se ver¨¢¡±.
Las acusaciones de la familia por el secuestro de L¨®pez apuntan contra grupos criminales de la zona y las autoridades estatales. La abuela del joven recuerda que, a los pocos d¨ªas del secuestro, un secretario particular del gobernador se comunic¨® con ellos para decirles que estaba a cargo de las negociaciones, cuenta V¨¢zquez. ¡°?Por qu¨¦ negocia la libertad de un secuestrado si es un funcionario p¨²blico?¡±, reprocha el abogado de la familia, Jorge Vargas.
¡°?C¨®mo se enter¨® ¨¦l? No lo s¨¦, pero habl¨® con nosotros y nos dijo que mi nieto estaba vivo¡±, dice V¨¢zquez. El pedido de rescate fue la cesi¨®n de unas tierras. La abuela del joven recuerda que despu¨¦s de que firmaron el traspaso, el funcionario estatal no quiso volver a hablar con ellos. ¡°Le dijeron que con eso lo iban a soltar y fue puras mentiras¡±. Este peri¨®dico se puso en contacto con el Gobierno de Nayarit, quien decidi¨® no dar declaraciones, y con la Fiscal¨ªa del Estado, quien ha negado categ¨®ricamente haber participado en la desaparici¨®n de L¨®pez y ha asegurado que mantiene la investigaci¨®n por el caso abierta.
Ese 12 de mayo, tras pedir protecci¨®n al presidente, L¨®pez se aleja de la caravana presidencial satisfecho. ¡°Nos va a apoyar¡±, repite. Sin embargo, durante los siguientes 20 minutos que los medios locales lo registraron junto a otros vecinos, se lo ve exaltado y preocupado. ¡°Hay muchos secuestros, hay muchas muertes y todo queda impune¡±, dice frente a la c¨¢mara.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.