La condena a un actor que pasaba junto a una protesta no autorizada indigna a Rusia
Miles de personas claman contra la sentencia de tres a?os y medio de c¨¢rcel. Tras la movilizaci¨®n, la Fiscal¨ªa pide revisar el caso
El 3 de agosto, Pavel Ust¨ªnov esperaba un compa?ero en la plaza Pushkin de Mosc¨². A su alrededor, decenas de personas participaban en una manifestaci¨®n no autorizada contra el veto a candidatos independientes en las elecciones municipales. Ust¨ªnov, actor de 23 a?os, miraba su tel¨¦fono m¨®vil cuando un grupo de antidisturbios se dirigi¨® hacia ¨¦l sin dudarlo, le derrib¨®, le golpe¨® y le arrest¨®, seg¨²n se ve en un v¨ªdeo que recoge toda la escena y que ha indignado a miles de rusos. El juez no acept¨® ver las grabaciones de ese d¨ªa y Ust¨ªnov fue condenado el lunes a tres a?os y medio de c¨¢rcel por ¡°violencia peligrosa¡± contra la autoridad: uno de los polic¨ªas se disloc¨® el hombro durante la operaci¨®n. La Fiscal¨ªa ped¨ªa seis a?os de internamiento en una colonia penal.
El caso del joven actor se ha convertido en ejemplo de la represi¨®n y el castigo a quienes protestan. Y ha despertado una gran movilizaci¨®n que ha puesto su historia bajo el foco. Desde el martes, miles de personas participan en piquetes solitarios ¡ªla ¨²nica forma de protesta permitida sin autorizaci¨®n¡ª en Mosc¨² y otras ciudades de Rusia contra otro proceso que consideran fabricado. Grandes personalidades del teatro y el cine, como el actor y director Sergei Bezrukov o la estrella rusa Elizaveta Boyarskaya, han mostrado su apoyo a Ust¨ªnov. Tambi¨¦n figuras afines al Kremlin: desde el presentador Vladimir Soloviov a la hija del portavoz de Putin, Elizabeta Peskova. Incluso el jefe de la Guardia Nacional Rusa y exguardaespaldas de Putin, Viktor Zolotov, ha comentado que la condena es excesiva. ¡°En mi opini¨®n la pena deber¨ªa ser de un a?o condicional¡±, ha se?alado a la agencia Tass.
Ahora, el conocido Anatoli Kucherena, cercano al Kremlin y abogado entre otros del exesp¨ªa estadounidense refugiado en Rusia Edward Snowden, se ha implicado en su defensa. Este jueves, el caso ha dado un giro: la Fiscal¨ªa general ha pedido que se le libere bajo fianza y ma?ana se estudiar¨¢ la petici¨®n.
La familia de Ustinov, que est¨¢ empezando su carrera y ha representado peque?os papeles en varias pel¨ªculas rusas, no se conforma todav¨ªa. ¡°Est¨¢n usando el ejemplo de mi hermano para intimidar a la gente y demostrar qui¨¦n tiene el poder¡±, se lamenta Yulia Ust¨ªnova, que se?ala que pese a los testigos y los v¨ªdeos uno de los agentes que detuvo a Pavel asegur¨® durante el juicio que el actor cantaba consignas contra Putin.
¡°Lo que est¨¢ pasando es terrible, es una injusticia muy grave¡±, comentaba indignada la estudiante de Medicina Vera Azanova, que hac¨ªa cola el mi¨¦rcoles junto a la Administraci¨®n presidencial para participar en el piquete en apoyo a Ust¨ªnov. En la fila, muchas personas relacionadas con el teatro o el cine. La joven, de 22 a?os, encuentra similitudes entre el caso Ust¨ªnov y el del periodista de investigaci¨®n Iv¨¢n Golunov, acusado de tr¨¢fico de drogas en un proceso que se demostr¨® fabricado y que tras una movilizaci¨®n social sin precedentes fue exonerado. ¡°Ayer fue un periodista, hoy un actor¡ Ma?ana podemos ser cualquiera de nosotros¡±, zanjaba.
Incluso miembros de la iglesia ortodoxa rusa, en una rara iniciativa, han firmado una petici¨®n p¨²blica en la que critican sentencias como la de Ust¨ªnov: ¡°Expresamos nuestra preocupaci¨®n por el hecho de que los veredictos parecen ser un intento de intimidar a los ciudadanos rusos en vez de emitir un fallo justo¡±.
Pero el analista Andrei Kolesnikov cree que el cambio de rumbo que puede dar el caso Ust¨ªnov no significa que la pol¨ªtica del Kremlin hacia la movilizaci¨®n social haya virado. Puede ser solo una concesi¨®n para aligerar el ambiente y tratar de evitar que el descontento siga aumentando. ¡°El Kremlin ha subestimado el grado de irritaci¨®n de la opini¨®n p¨²blica y no ha calculado bien las consecuencias de su pol¨ªtica de disuasi¨®n¡±, dice Kolesnikov, analista del Centro Carnegie de Mosc¨². ¡°El problema es que el Kremlin no cree en la existencia de una sociedad civil descontrolada o no cultivada en tubos de ensayos¡±, comentaba un poco antes el experto a RBK.
Hay una docena de personas procesadas y que pueden enfrentarse a penas de prisi¨®n por lo que se conoce ya como caso Mosc¨². Todos relacionados con las protestas de este verano por unas elecciones abiertas y contra la prohibici¨®n de concurrir a candidatos independientes. Lo ocurrido con el estudiante y bloguero Yegor Zhukov, que acaba de ser incluido adem¨¢s en la lista de extremistas, o Konstantin Kotov, que se enfrenta a una pena de hasta cuatro a?os por su participaci¨®n reiterada en protestas no autorizadas, han despertado tambi¨¦n importantes movilizaciones. Pero la historia de Ust¨ªnov con un documento gr¨¢fico que muestra que solo pasaba por all¨ª ha aumentado el enojo. Sin embargo, tambi¨¦n puede ser utilizado por las autoridades ahora, se?ala Kolesnikov, para ¡°separar¡± unos casos de otros.
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