Qu¨¦ anticipan las encuestas en la nueva ola electoral latinoamericana
Argentina, Bolivia y Uruguay observan c¨®mo la izquierda parte como favorita seg¨²n los sondeos en la primera vuelta de sus respectivas presidenciales, todas durante octubre
La ola rosa. As¨ª bautizamos a la serie de victorias que la izquierda encaden¨® en la Latinoam¨¦rica del cambio de milenio. En cambio, las posteriores victorias de Macri, Pi?era o Bolsonaro sugirieron una suerte de contra-ola azul, escorada a la derecha. Pero las tres elecciones clave que tendr¨¢n lugar en las pr¨®ximas semanas dentro de la regi¨®n sugieren que esta imagen de mareas ideol¨®gicas homog¨¦neas de larga duraci¨®n est¨¢ caducando. A la luz de los datos de las encuestas publicadas hasta ahora (que deben interpretarse con cautela dada su precisi¨®n desigual en el pasado), la marejada electoral latina se mueve de la derecha del ¨²ltimo a?o a unas izquierdas de distintos matices. El posible eterno retorno del peronismo al poder en Argentina sucede al mismo tiempo que Bolivia pone en cuesti¨®n el liderazgo del ¨²nico superviviente de aquella 'ola rosa'. Uruguay, mientras tanto, celebrar¨¢ sus comicios m¨¢s abiertos en mucho tiempo con una izquierda abierta en posici¨®n, pero con duda, de renovar su liderazgo.
?Neoperonismo?
El pr¨®ximo 27 de octubre Mauricio Macri se juega una reelecci¨®n contra el binomio neoperonista de los Fern¨¢ndez (Alberto-Cristina). Sobre la carrera, pocos se atreven a pronosticar en firme as¨ª sea con datos por delante. Y eso que las encuestas parecen bastante claras hasta ahora: los segundos le sacan sustancial distancia en todos los ejemplos.
La desconfianza respecto a las encuestas es comprensible dado el contexto en que se publican. Este a?o, varias casas han decidido no publicar sus datos, y aquellas que lo han hecho se han visto sometidas a un escrutinio p¨²blico inclemente. Algunos dir¨¢n que no es para menos a la luz de los errores registrados en las elecciones primarias de agosto (PASO): de media, los sondeos pronosticaron cuatro puntos de diferencia para Fern¨¢ndez, cuando finalmente obtuvo doce.
Pero al mismo tiempo la inmensa mayor¨ªa acert¨® en lo fundamental: qui¨¦n ser¨ªa el ganador. Sin duda, una parte no despreciable de los ataques a las encuestas proviene de frentes medi¨¢ticos partidistas (de todo color), producto de un contexto de polarizaci¨®n inusitada incluso para un pa¨ªs acostumbrado a ella.
Si seguimos la pista del ganador, lo que nos dicen los datos es que Fern¨¢ndez vencer¨¢ a Macri. Por una distancia relativamente amplia, adem¨¢s. Pero en estas presidenciales el c¨®mo ganar importa particularmente: el sistema argentino prev¨¦ la elecci¨®n de presidente si alg¨²n candidato alcanza el 45% o si supera el 40 con m¨¢s de diez puntos de distancia. Los sondeos pronostican ambas cosas a d¨ªa de hoy, y aunque debemos contemplarlo por tanto como el escenario m¨¢s probable, la infra-estimaci¨®n de las PASO podr¨ªa darse ahora la vuelta. Podr¨ªa ser que las encuestas no publicadas son las que se diferencian m¨¢s de la media actual, que al mismo tiempo se parece m¨¢s al resultado de las primarias. ?Por qu¨¦? Por miedo a ser el distinto, a fallar. No ser¨ªa la primera vez que se produce un fen¨®meno como este, que hasta tiene un nombre en el mundo demosc¨®pico: 'ganado', o _herding_. Esta posibilidad no quiere decir que los datos en Argentina no sirvan: al contrario, haremos bien en asumir la victoria de Fern¨¢ndez como escenario principal. Igualmente, tambi¨¦n ser¨¢ buena idea guardar cierta cautela dispuesta a recibir sorpresas.
El desaf¨ªo de Evo
Evo Morales es el presidente que m¨¢s tiempo lleva en el cargo en toda Latinoam¨¦rica. Dos palancas le han servido: la consolidaci¨®n de una base de votantes cuya renta per capita se ha triplicado desde que lleg¨® al poder (creciendo por encima de sus vecinos Per¨² o Ecuador), y un esfuerzo constante en desmontar los l¨ªmites institucionales y civiles al poder presidencial. Evo se ha entronado con votos desde abajo, pero tambi¨¦n con maniobras desde arriba. Y ambas cosas albergaban desde el principio la posibilidad de volverse contra el propio l¨ªder.
Las encuestas sobre la primera vuelta de las presidenciales bolivianas (que tendr¨¢n lugar, casualmente, el mismo domingo que las argentinas) anticipan una victoria insuficiente de Morales: por encima del expresidente Carlos Mesa, su principal rival, pero con una varianza de datos entre sondeos mucho mayor que en el caso argentino. Y, sobre todo, con una proporci¨®n de votantes indecisos o interesados en candidatos menores que supera al tercio del censo.
La victoria autom¨¢tica en primera vuelta s¨®lo se logra en Bolivia en el 50%, pero diez puntos de diferencia respecto al segundo tambi¨¦n le dar¨ªan la victoria al primero si ¨¦ste llega al 40%. Por ello los niveles son particularmente importantes. Por desgracia, las encuestas en Bolivia se enfrentan a un escenario inusualmente competido en la historia reciente del pa¨ªs, y el n¨²mero de sondeos es en cualquier caso tan peque?o y variado entre s¨ª que la media no arroja tanta luz como en Argentina o Uruguay. As¨ª que la incertidumbre seguir¨¢ planeando sobre la Bolivia, y en particular sobre la cabeza de su actual presidente.
Heredero de Mujica
Cuando Tabar¨¦ V¨¢zquez abandone la presidencia uruguaya la izquierda habr¨¢ completado quince a?os en el poder (tres mandatos, dos de V¨¢zquez con uno de Pepe Mujica intercalado). Daniel Mart¨ªnez aspira a continuar hasta sumar la segunda d¨¦cada. Pero, aunque encabeza las encuestas, ninguna de ellas prev¨¦ una victoria en primera vuelta (50%) sino que la mayor¨ªa predicen un segundo enfrentamiento en noviembre con el centro-derecha, encarnado probablemente en Lacalle Pou.
Las encuestas en Uruguay tienen un respetable pasado reciente: en la primera vuelta de 2014, la inmensa mayor¨ªa no s¨®lo acert¨® qui¨¦nes pasar¨ªan a segunda, sino tambi¨¦n una horquilla aproximada para cada uno. Pero, si uno les hace caso, lo que muestran es un resultado n¨ªtidamente m¨¢s fragmentado que el de las ¨²ltimas dos elecciones. As¨ª que, aunque nos ofrecen una gu¨ªa mucho m¨¢s fiable, se trata de una br¨²jula que por ahora apunta a la competici¨®n cerrada.
En esta nueva etapa de la eterna carrera electoral latinoamericana, las encuestas apuntan a que ser¨¢ la izquierda la que sacar¨¢ cierta ventaja este octubre. O m¨¢s bien las izquierdas, dadas las considerables diferencias ideol¨®gicas dentro de una familia que en realidad no es tal. Y, aunque ello se confirmase en cada visita a las urnas, no ser¨¢ un retorno definitivo: la probabilidad de que al menos dos de estos tres pa¨ªses convoquen de nuevo a su ciudadan¨ªa para una segunda vuelta en noviembre es, como poco, alta. Rosa, rojo y azul seguir¨¢n entremezcl¨¢ndose en la marejada electoral por lo que resta de 2019.
Nota metodol¨®gica. Cada promedio se basa en la recopilaci¨®n sistem¨¢tica de encuestas provenientes de fuentes fiables, realizadas desde julio (para Argentina, solo se incluyen las posteriores a las primarias PASO del 11 de agosto. De dichos sondeos se obtiene un promedio ponderado que contempla dos factores: frecuencia de aparici¨®n de la casa encuestadora y fecha del estudio.
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