El auge ultra y la ca¨ªda de la CDU en Turingia aumentan la presi¨®n en Berl¨ªn
La posibilidad de un pacto con La Izquierda en el 'Land' divide a la formaci¨®n conservadora y alimenta las cr¨ªticas contra Kramp-Karrenbauer
El excelente resultado de Alternativa por Alemania (AfD) en las elecciones del domingo en Turingia no ha quebrado de momento el f¨¦rreo cord¨®n sanitario por el que el resto de partidos rechazan cualquier cooperaci¨®n con los ultras. S¨ª ha destapado, sin embargo, la caja de los truenos en Berl¨ªn, donde los comicios regionales reverberaron con estruendosa fuerza y obligan ahora a los partidos a contorsiones pol¨ªticas in¨¦ditas fruto de la fragmentaci¨®n y el auge de la ultraderecha, que logr¨® la segunda posici¨®n con un 23,4% de los votos, por detr¨¢s de La Izquierda (Die Linke), que venci¨® con un 31% de los apoyos.
El ruido eman¨® con especial intensidad de la sede la de la CDU, el partido conservador en el Gobierno de Angela Merkel, donde el mal resultado (21,8%, por detr¨¢s de AfD) ha desatado la presi¨®n contra la presidenta del partido y potencial sucesora de la canciller, Annegret Kramp-Karrenbauer. Desde que fue elegida hace un a?o, el partido no ha dejado de encadenar p¨¦rdidas electorales. El tercer puesto en Turingia, un Land de apenas dos millones de habitantes, que ha sido su basti¨®n durante d¨¦cadas, ha sido solo la puntilla. Pero sobre todo, porque la aritm¨¦tica electoral obliga a la CDU a tomar una decisi¨®n trascendental, que el lunes dividi¨® al partido, contribuyendo a forjar una irremediable imagen de debilidad.
La Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana, la CDU, rechaza cualquier cooperaci¨®n con la extrema derecha, pero tambi¨¦n con Die Linke, el partido a la izquierda de la socialdemocracia, al que considera algo as¨ª como una continuaci¨®n del r¨¦gimen socialista de la antigua Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA). As¨ª consta en la resoluci¨®n aprobada en el congreso del pasado diciembre en Hamburgo.
Die Linke gan¨® el domingo con holgura las elecciones en Turingia de la mano de Bodo Ramelow, un pol¨ªtico pragm¨¢tico y muy popular por su gesti¨®n en los ¨²ltimos cinco a?os. Ese resultado, sin embargo, no le garantiza una mayor¨ªa de Gobierno, ni siquiera reeditando una coalici¨®n con socialdem¨®cratas (8,2%) y Verdes (5,2%). Es decir, solo lograr¨ªan mayor¨ªa de gobierno sin los ultras si los conservadores acceden a participar en un Ejecutivo con Die Linke. Quedar¨ªa en ¨²ltima instancia, la opci¨®n de un Gobierno regional en minor¨ªa, una opci¨®n poco valorada tradicionalmente en Alemania por considerarse una fuente de inestabilidad.
Estando as¨ª las cosas, el candidato de la vencida CDU de Turingia, Mike M?hring, desobedeci¨® el lunes las directrices del partido y dijo estar abierto a conversar con Die Linke. ¡°La estabilidad de la regi¨®n es m¨¢s importante que los intereses de partido¡±, dijo. ¡°No necesito a Berl¨ªn para saber lo que es importante para Turingia¡±, desafi¨®. Poco despu¨¦s, M?hring compareci¨® junto a la jefa del partido, Kramp-Karrenbauer (alias AKK), tratando de calmar los ¨¢nimos, pero evidenciando que el dilema es m¨¢ximo. Durante todo el d¨ªa, pesos m¨¢s o menos pesados se posicionaron a favor o en contra de hablar con el partido de la izquierda. Si se abre la veda para la izquierda, las voces aisladas que piden aflojar el cord¨®n sanitario contra la derecha amenazan con cobrar fuerza.
A r¨ªo revuelto, los eternos cr¨ªticos de Merkel, prensa sensacionalista incluida, aprovecharon para sembrar dudas sobre la capacidad de su sucesora para presidir el partido y sobre todo para ser la pr¨®xima candidata a canciller de Alemania en 2021. AKK, que ostenta adem¨¢s la cartera de Defensa y a la que la semana pasada le llovieron las cr¨ªticas por su propuesta de establecer una zona bajo control internacional en Siria, entr¨® al trapo durante la conferencia de prensa el lunes. ¡°Si alguien piensa que este asunto debe decidirse este oto?o, tienen la oportunidad de hacerlo en el congreso del partido¡±, dijo en alusi¨®n a la cita de finales de noviembre y a las cr¨ªticas veladas a su autoridad.
"Mobbing sistem¨¢tico"?
Mientras los sables se bland¨ªan en la sede de la CDU, la extrema derecha se frotaba el lunes las manos y saboreaba su segundo puesto en las elecciones del domingo. Con un 23,4%, dobl¨® su resultado anterior y sobre todo posicion¨® al sector m¨¢s ultra de Alternativa por Alemania, que en Turingia tiene a su m¨¢ximo representante, Bj?rn H?cke.
H?cke compareci¨® el lunes ante la prensa sonriente. Acus¨® a los periodistas de someterle a un ¡°mobbing sistem¨¢tico¡± y defendi¨® un ¡°patriotismo solidario¡± como uno de los principios fundamentales de su partido. H?cke, que trat¨® de hacer alarde de moderaci¨®n desdici¨¦ndose de algunos de sus comentarios xen¨®fobos y antisemitas del pasado, avanza posiciones en Alternativa por Alemania, un partido que amenaza con radicalizarse todav¨ªa m¨¢s.
Alexander Gauland, col¨ªder nacional de AfD, neg¨® la mayor en la comparecencia conjunta: ¡°H?cke no desplaza el partido hacia la derecha. H?cke es el centro del partido¡±. A finales de noviembre, la extrema derecha celebrar¨¢ un congreso que resultar¨¢ clave para medir la relaci¨®n de fuerzas entre los bandos que conviven en la formaci¨®n.
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