As¨ª se conserva la ¨²ltima hamburguesa de McDonald¡¯s de Islandia 10 a?os despu¨¦s

Islandia es uno de los cinco pa¨ªses de Europa que no tienen ni un solo McDonald's en sus calles. En el pa¨ªs de los volcanes, desiertos, monta?as y glaciares, cerr¨® el ¨²ltimo establecimiento de comida r¨¢pida de la cadena estadounidense en 2009. Pero eso no quiere decir que sus hamburguesas hayan desaparecido de la isla: queda una, incorrupta.

En un albergue de Snotra House, en ?ykkvib?r, al sur del territorio, se guarda la reliquia culinaria en una vitrina: una hamburguesa con queso acompa?ada de un paquete de patatas fritas. Cualquiera pensar¨ªa que esos alimentos est¨¢n ya m¨¢s que podridos despu¨¦s de una d¨¦cada. Todo lo contrario, tanto las personas que acuden de todo el mundo al establecimiento, como aquellos que se asoman a Internet (unas sorprendentes 400.000 conexiones diarias) pueden comprobar que ambos productos aparentemente no han acusado el paso del tiempo.

Esta hamburguesa no es una hamburguesa cualquiera, sino la ¨²ltima que se vendi¨® en el pa¨ªs de los volcanes y de los glaciares. La adquiri¨® Hj?rtur Smarason, que hab¨ªa o¨ªdo que los productos de la cadena de comida r¨¢pida nunca se descompon¨ªan, seg¨²n explic¨® a AFP. As¨ª, la guard¨® durante tres a?os en una bolsa de pl¨¢stico en su garaje. Pas¨® el tiempo, y nada parec¨ªa haber alterado el estado de los alimentos. Despu¨¦s don¨® el men¨² al museo nacional, que asegur¨® que no ten¨ªa los medios para conservarlo, y se lo cedi¨® a un albergue. Poco despu¨¦s, acab¨® en una casa de hu¨¦spedes al sur del pa¨ªs, donde se exhibe como un trofeo y un reclamo publicitario, y donde ha permanecido los ¨²ltimos a?os, sin inmutarse.

Los responsables del establecimiento, que se presenta como una casa acogedora en medio de la nada y tiene en su web un ep¨ªgrafe dedicado al men¨² de McDonald's, destacan el inter¨¦s internacional por la ¨²ltima representante de la comida r¨¢pida islandesa, muy visitada especialmente en verano. El responsable de la casa de hu¨¦pedes, Siggi Sigurdur, asegur¨® a la BBC: "Es algo divertido verlo, pero te hace pensar en lo que est¨¢s comiendo. No hay moho ni signos de deterioro, solo el envoltorio parece viejo".?