El Banco de Desarrollo de Am¨¦rica Latina analiza las claves para prevenir la corrupci¨®n en la regi¨®n

El buen gobierno, la solidez de las instituciones y el acceso a la informaci¨®n son premisas necesarias para promover el desarrollo. Pero si la meta es una mayor prosperidad, el camino est¨¢ lleno de obst¨¢culos relacionados, en origen, con la corrupci¨®n. Los pa¨ªses latinoamericanos afrontan el gran reto de prevenirla y la b¨²squeda de soluciones se perfila como aspecto central de unas sociedades en plena transformaci¨®n. El Banco de Desarrollo de Am¨¦rica Latina (CAF) analiz¨® este jueves en Quito las claves para evitar las malas pr¨¢cticas, que en m¨¢s de un caso se han convertido en un problema estructural, y sentar las bases para fortalecer el bienestar de todos.

¡°Elementos fundamentales como la gobernanza, la transparencia y la integridad en la gesti¨®n p¨²blica son claves para lograr el desarrollo¡±, se?al¨® el presidente ejecutivo del organismo, Luis Carranza, en la conferencia anual con la que el CAF ha celebrado medio siglo de actividad. La corrupci¨®n es una r¨¦mora para el crecimiento, apuntala la desigualdad y lastra las aspiraciones de los ciudadanos, adem¨¢s de provocar una quiebra de confianza entre los Gobiernos y la sociedad. Am¨¦rica Latina ha sufrido en los ¨²ltimos tres a?os un golpe sin precedentes por las consecuencias del caso Odebrecht, la trama de sobornos millonarios pagados por la constructora brasile?a a cambios de concesiones que ha provocado un terremoto pol¨ªtico en toda la regi¨®n.

Por esta raz¨®n, la prevenci¨®n, como destac¨® el vicepresidente de Ecuador, Otto Sonnenholzner, es imprescindible para cambiar el paradigma, que, dijo, ¡°comienza con la educaci¨®n¡±. No existe una f¨®rmula m¨¢gica para garantizar la integridad en el sector p¨²blico, pero s¨ª se pueden seguir unas pautas. Las present¨® Pablo Sanguinetti, vicepresidente de Conocimiento de CAF, en el informe de econom¨ªa y desarrollo de la entidad, que est¨¢ integrada por 19 pa¨ªses, 17 de Am¨¦rica Latina, Espa?a y Portugal, y 13 bancos privados de la regi¨®n. Para empezar, el diagn¨®stico ofrece algunos datos desoladores. Por ejemplo, el 79% de los latinoamericanos desconf¨ªan de la justicia y creen que los jueces castigan las malas pr¨¢cticas menos de lo necesario. El 30% de los ciudadanos ¡°con menor tolerancia a la corrupci¨®n¡± prefieren trabajar en el sector p¨²blico. Y m¨¢s de un tercio de la poblaci¨®n de Am¨¦rica Latina, el 34%, no es capaz de identificar como tales hechos o situaciones de corrupci¨®n habituales.

Sanguinetti propuso cuatro pasos para contener la sangr¨ªa. Aplicar protocolos o reglas para aumentar el control en la funci¨®n p¨²blica; mejorar los mecanismos de entrada en pol¨ªtica y en la Administraci¨®n ¨Ca trav¨¦s del impulso de sistema electorales ¡°m¨¢s competitivos y transparentes¡± o profesionalizar el servici¨® civil-; apostar por la transparencia y la participaci¨®n y fiscalizaci¨®n ciudadana; y reforzar la gobernanza de los intereses privados, ya que el Estado no es el ¨²nico foco de corrupci¨®n.

Estas cuestiones alentaron una reflexi¨®n, en cuatro mesas distintas, sobre algunos debates decisivos. C¨®mo recobrar la confianza perdida, por ejemplo, y pasar de la mera sanci¨®n, necesaria aunque a menudo poco eficaz, a una prevenci¨®n efectiva. C¨®mo proteger el sector de las infraestructuras de las irregularidades que los rodean de forma casi constante. C¨®mo mejorar el acceso a la informaci¨®n, que ya est¨¢ regulado en 16 pa¨ªses latinoamericanos, la transparencia de las instituciones y la gesti¨®n de datos privados. O c¨®mo las distintas organizaciones, p¨²blicas y privadas, pueden alentar una cultura de integridad.

En la conferencia de CAF, que ha contado con la colaboraci¨®n de EL PA?S, participaron tambi¨¦n Luis Felipe L¨®pez-Calva, director regional para Am¨¦rica Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Joel Hern¨¢ndez Garc¨ªa, vicepresidente de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).