China amenaza a Estados Unidos con ¡°consecuencias¡± por un proyecto de ley sobre Hong Kong
Docenas de manifestantes contin¨²an atrincherados en la Universidad Polit¨¦cnica, cercada por la polic¨ªa
En un goteo que no cesa, el recinto de la Universidad Polit¨¦cnica de Hong Kong, asediado por la Polic¨ªa y escenario de los peores enfrentamientos en cinco meses de protestas, se va vaciando. Este mi¨¦rcoles se ha entregado una decena de voluntarios. En el campus, donde llegaron a atrincherarse m¨¢s de un millar de j¨®venes, permanecen ya solo varias docenas de irreductibles. Era un d¨ªa de calma relativa en la excolonia brit¨¢nica. Con la vista ya puesta en las elecciones municipales clave del domingo, los manifestantes prodemocracia han recibido un espaldarazo internacional: la aprobaci¨®n en el Senado de Estados Unidos de un proyecto de ley que apoya sus exigencias y que ha causado la furia inmediata de Pek¨ªn.
Denuncia de torturas
El empleado consular del Reino Unido en Hong Kong detenido en agosto en China continental por su apoyo a los manifestantes, Simon Cheng, ha denunciado este mi¨¦rcoles que durante su arresto fue v¨ªctima de torturas. El Gobierno brit¨¢nico ha convocado al embajador chino en Londres para expresarle su protesta.
"Me colgaron (esposado y encadenado) sobre una cruz en forma de X teni¨¦ndome abierto de brazos y piernas durante horas. Me obligaron a mantener las manos en alto, por lo que no me llegaba la sangre a los brazos. Fue extremadamente doloroso", ha denunciado en su p¨¢gina de Facebook?Cheng, entre otros abusos mientras permaneci¨® bajo custodia china.
Cheng, seg¨²n su versi¨®n, fue detenido cuando se encontraba en la zona bajo soberan¨ªa china de la estaci¨®n de tren de alta velocidad de Hong Kong. Desde la inauguraci¨®n de esa terminal el a?o pasado, los cr¨ªticos de Pek¨ªn han expresado su temor a que se utilizara para aumentar el control de China sobre el territorio.
Con todas las salidas bloqueadas, la b¨²squeda de una v¨ªa de escape se vuelve cada vez m¨¢s desesperada para aquellos que contin¨²an en el interior de la Universidad. A primeras horas de la ma?ana, la Polic¨ªa deten¨ªa a dos j¨®venes que sal¨ªan de una alcantarilla tras haber intentado huir a trav¨¦s de las cloacas. La situaci¨®n humanitaria de los que permanecen en el recinto se deteriora de d¨ªa en d¨ªa, al agotarse los suministros de que disponen y en unas malas condiciones higi¨¦nicas.
Por la noche, una decena de j¨®venes, entre ellos siete voluntarios que ofrec¨ªan primeros auxilios a los manifestantes, emerg¨ªan escoltados por sus profesores. Ante la mirada a la distancia de un grupo de padres ¡ªuno de ellos, con el rostro cubierto y sin querer hablar, confirmaba con un gesto que su hijo se encontraba entre los entregados¡ª, entregaron sus datos a la Polic¨ªa. Tras quedar fichados, salieron del recinto en un convoy de camionetas policiales. Se sumaban as¨ª a los cerca de 1.100 que han quedado detenidos o se han entregado en cuatro d¨ªas de asedio. Un asedio que ha marcado una escalada en las t¨¢cticas de los manifestantes, de utilizar los campus para lanzar acciones de bloqueo sobre la ciudad, y de la Polic¨ªa, que ha llegado a amenazar con el uso de balas reales.
La preocupaci¨®n internacional sobre el deterioro de la situaci¨®n en Hong Kong, que ya el martes hac¨ªa reaccionar a la Comisi¨®n de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, ha acelerado en Washington el tr¨¢mite del proyecto de ley de Derechos Humanos y Democracia en Hong Kong.?El Senado ha dado su visto bueno por unanimidad a este documento despu¨¦s de que la C¨¢mara de Representantes aprobara el mes pasado una versi¨®n muy parecida, que prev¨¦ sanciones para las autoridades hongkonesas que violen los derechos humanos y la revisi¨®n peri¨®dica del estatus comercial favorable que EE. UU. concede a la excolonia brit¨¢nica. Ahora ambas c¨¢maras deben armonizar sus versiones para que el presidente Donald Trump, si accede, estampe su firma y convierta el documento en ley.
La medida ha supuesto una inyecci¨®n de moral para los manifestantes, que en semanas anteriores hab¨ªan marchado con banderas de Estados Unidos para instar a ese Congreso a aprobar la medida. En un tuit, el activista y antiguo l¨ªder estudiantil Joshua Wong ha asegurado que ¡°apoyar a Hong Kong no debe ser una cuesti¨®n de izquierda o derecha. Debe ser una cuesti¨®n de bien o mal. Emerge un nuevo consenso bipartidista bajo el efecto paralizante e intransigente generado por Pek¨ªn¡±.
Un Pek¨ªn que ha puesto el grito en el cielo. La medida prueba, en su opini¨®n, sus denuncias de que la crisis en Hong Kong se debe a la intervenci¨®n de fuerzas extranjeras. Tras la votaci¨®n en el Senado estadounidense, el Ministerio de Exteriores convoc¨® al ministro consejero de la Embajada estadounidense, William Klein, para expresarle ¡°una protesta solemne¡±. ¡°China va a adoptar medidas de represalia, y Estados Unidos tendr¨¢ que atenerse a las consecuencias¡±, ha indicado Geng Shuang, portavoz del Ministerio en Pek¨ªn, en un comunicado.
¡°La situaci¨®n actual de Hong Kong no guarda relaci¨®n con los derechos humanos o la democracia¡±, ha sostenido el portavoz. ¡°La realidad es que (los manifestantes) han destruido y hecho arder construcciones, han atacado a civiles inocentes y a agentes de la Polic¨ªa y han ocupado por la fuerza campos universitarios, todo ello de modo premeditado¡±. ¡°Llamamos a la parte estadounidense a examinar con claridad la situaci¨®n, dar pasos para evitar que el proyecto de ley se convierta en legislaci¨®n, y dejar de injerir en los asuntos internos de China y de Hong Kong, para evitar prender un fuego que solo les va a quemar a ellos mismos¡±, ha agregado Geng.
Con las partes cada vez m¨¢s enfrentadas, y un Pek¨ªn que insiste en que la ¨²nica salida a la crisis pol¨ªtica es poner fin cuanto antes a la violencia callejera, sin concesiones a los manifestantes, las elecciones del domingo se perfilan como una oportunidad clave para determinar el apoyo real entre los ciudadanos a los manifestantes y sus exigencias, o a los partidos que apoyan a China.
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