??China usa su red de embajadas para extender el acoso a la etnia uigur
A trav¨¦s de su macrosistema de vigilancia, Pek¨ªn tiene control directo sobre las personas de su minor¨ªa musulmana que residen o quieren residir en otros pa¨ªses
Ablikim Yusuf tuvo miedo. Corr¨ªa el a?o 2017 y este ciudadano uigur natural de Hotan (Xinjiang), en el noroeste de China, hab¨ªa logrado regresar a Pakist¨¢n y reunirse con su mujer e hijo despu¨¦s de una odisea que le hab¨ªa obligado a pasar un tiempo en un centro de detenci¨®n. Fue entonces cuando un amigo le quiso presentar a alguien y le llev¨® a su oficina, en Islamabad, capital de Pakist¨¢n. "El que me present¨® era paquistan¨ª", relata Ablikim, de 54 a?os, en conversaci¨®n con este diario. "Este hombre me dijo que ¨¦l se hab¨ªa encargado de entregar a la polic¨ªa fronteriza china a nueve uigures". Parec¨ªa una advertencia. Supo poco despu¨¦s que ese amigo de su amigo los hab¨ªa entregado "por dinero" recibido del "Gobierno chino". Buena prueba de que la represi¨®n del r¨¦gimen comunista contra la minor¨ªa musulmana uigur traspasa fronteras, apoyada en el macrosistema de almacenamiento de informaci¨®n dise?ado por Pek¨ªn y el trabajo de su red de embajadas y consulados en el extranjero.
El r¨¦gimen chino de Xi Jinping, en su campa?a de represi¨®n a los uigures, trata de vigilar todos sus movimientos en el extranjero, como revelan documentos obtenidos por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigaci¨®n (ICIJ, en sus siglas en ingl¨¦s), en el que participa EL PA?S.
Al r¨¦gimen comunista chino ¡ªde la etnia han, como la mayor¨ªa de la poblaci¨®n del gigante asi¨¢tico¡ª no le gusta que los uigures, alrededor de 11 millones de ciudadanos del noroeste chino, salgan del territorio, ni mucho menos que obtengan documentos v¨¢lidos para residir en el extranjero. Entre los documentos del ICIJ, un bolet¨ªn confidencial firmado el 16 de junio de 2017 bajo el t¨ªtulo Prevenci¨®n de retorno y aprobado por Zhu Hailun, n¨²mero dos del Partido Comunista de China en Xinjiang y entonces m¨¢ximo responsable de seguridad, exige a las autoridades locales que controlen a los que hayan obtenido o quieran obtener papeles en el extranjero. Con dos posibles desenlaces si ¡°no se descartan sospechas de terrorismo¡±: arresto o internamiento en centros de educaci¨®n y entrenamiento, dos diferentes fases del confinamiento ideol¨®gico dise?ado por Pek¨ªn y retratado en la filtraci¨®n al ICIJ -la ONU estima en al menos un mill¨®n los uigures recluidos en estos campos-.
Este bolet¨ªn no especifica en qu¨¦ consisten esas sospechas de terrorismo, habituales para casi cualquier ciudadano uigur en el marco de la estrategia de "seguridad" lanzada por el presidente Xi en 2017 frente al separatismo. Ablikim Yusuf hab¨ªa trabajado en Pakist¨¢n desde 2013 en proyectos vinculados a la Nueva Ruta de la Seda china. Cuatro a?os despu¨¦s, ya en plena escalada de la represi¨®n contra los uigures, Ablikim lleg¨® a Shangh¨¢i en un viaje de trabajo. "Cuando vieron mi pasaporte", cuenta, "me dijeron que yo era de Xinjiang". Y eso le llev¨® de Shangh¨¢i a Urumqi, capital de Xinjiang y de ah¨ª a permanecer encerrado durante cuatro d¨ªas en unas instalaciones "totalmente monitoreadas". Lo siguiente, seg¨²n supo, ser¨ªa llevarle a un campo de internamiento, pero negociaciones con su empresa en Pakist¨¢n le permitieron regresar a Islamabad.
Despu¨¦s lleg¨® aquel encuentro con el amigo de su amigo y el miedo. El pasado 31 de julio cogi¨® un vuelo hacia Bosnia-Herzegovina, un destino para el que no necesitaba visado. Pero en su escala en Qatar, las cosas se torcieron, el gran hermano chino le localiz¨® y pidi¨® su deportaci¨®n. Solo una campa?a iniciada por ¨¦l mismo en la Red desde el aeropuerto de Doha permiti¨® la intervenci¨®n de Estados Unidos que fren¨® la expulsi¨®n y maniobr¨® para que hoy viva en Washington. "Si hubiera sido repatriado, hoy estar¨ªa vivo. O quiz¨¢ muerto", dice Ablikim.
La nota filtrada al ICIJ y firmada por Zhu Hailun forma parte de una remesa de cuatro boletines calificados como secretos, dispuestos en 11 folios. Su lectura permite reconstruir una suerte de gran hermano tecnol¨®gico chino para el almacenamiento de datos en la llamada Plataforma Integrada de Operaci¨®n Conjunta (IJOP, en sus siglas en ingl¨¦s).
¡°El examen [hecho por la] Plataforma Integrada [IJOP]¡±, dice el citado bolet¨ªn, n¨²mero dos seg¨²n su encabezado, ¡°encontr¨® que hay actualmente 1.535 personas de Xinjiang que han obtenido nacionalidad extranjera y adem¨¢s han solicitado un visado chino¡±. De estos, prosigue la nota confidencial, 637 han podido entrar en el pa¨ªs en alg¨²n momento desde el 1 de junio de 2016 y 75 estar¨ªan a¨²n en China. Zhu, jefe de la Comisi¨®n de Asuntos Pol¨ªticos y Legales, ¨®rgano de control de las fuerzas de seguridad, exhorta en el bolet¨ªn a las autoridades de la regi¨®n -que se apoyan en comit¨¦s locales para estrechar y ejecutar la vigilancia- a que analice a estos 1.535 ciudadanos de Xinjiang, pero especialmente a los 75 en suelo chino. ¡°Los que hayan cancelado ya su ciudadan¨ªa [china] y sobre los que no se puedan descartar sospechas de terrorismo, deben ser deportados¡±, dice el texto; ¡°los que no hayan cancelado su ciudadan¨ªa y no se puedan descartar sospechas de terrorismo, deben ser llevados a [centros] centralizados de educaci¨®n y entrenamiento y [ser] examinados¡±.
B¨¦lgica, Tailandia, Egipto...
De que al r¨¦gimen chino no le gusta que los uigures salgan sin control de Xinjiang dan tambi¨¦n buena muestra las presiones recibidas por la familia del ciudadano uigur Ablimit Tursun, asilado en Gante (B¨¦lgica) desde el pasado a?o. A finales de 2017, Ablimit, hoy de 51 a?os, se encontraba de viaje de trabajo en Turqu¨ªa cuando fue informado del internamiento de su hermano en un campo. Nunca supo por qu¨¦. Ante el temor de correr la misma suerte, Ablimit decidi¨® no regresar, viajar a B¨¦lgica, pedir asilo e iniciar el proceso de reunificaci¨®n de su familia, su mujer, Wureyetiguli Abula, y sus cuatro hijos.
Para completar las gestiones con el visado, Wureyetiguli se traslad¨® con sus hijos el pasado 26 de mayo desde Urumqi, capital de Xinjiang, a la Embajada belga en Pek¨ªn. ¡°Lo hicieron en secreto¡±, relata en una videoconferencia Ablimit, ¡°porque si hubieran pedido permiso nunca se lo hubieran dado¡±. Se alojaron en un hotel, al que la polic¨ªa acudi¨® para interrogarlos hasta en dos ocasiones antes de que fueran a la embajada, seg¨²n el relato de Ablimit, que sigui¨® los acontecimientos a trav¨¦s del m¨®vil de su hija mayor. Cuando se vieron con el personal diplom¨¢tico belga fueron informados de que los visados no estar¨ªan en otros dos meses. Wureyetiguli se neg¨® a irse y unas horas despu¨¦s, la misi¨®n diplom¨¢tica belga llam¨® a la polic¨ªa china. Fueron detenidos, identificados y llevados de vuelta al hotel. El 31 de mayo, agentes de Xinjang les llevaron de vuelta a Urumqi.
Tras el esc¨¢ndalo, cubierto por la prensa, B¨¦lgica pidi¨® informaci¨®n a Pek¨ªn sobre la familia y su misi¨®n diplom¨¢tica dej¨® listos los visados en 48 horas, papel mojado si las autoridades chinas no facilitan pasaportes a la familia de Ablimit. Y esta no es tarea f¨¢cil, m¨¢s si cabe si est¨¢s fichado.
Muchos ciudadanos uigures optan por abandonar de forma ilegal el pa¨ªs. Decenas de uigures fueron detenidos en Tailandia en marzo de 2014. Hab¨ªan entrado sin papeles. Algo m¨¢s de un a?o despu¨¦s, el Gobierno tailand¨¦s accedi¨® a la petici¨®n de Pek¨ªn y envi¨® a un centenar de vuelta a China. Otros 11 que lograron escapar en noviembre de 2017 y llegar a Malasia, fueron puestos en libertad pese a las presiones de Pek¨ªn sobre su deportaci¨®n. Tambi¨¦n en 2017, en el mes de julio, las fuerzas de seguridad de Egipto, un importante aliado de China en el norte de ?frica, llevaron a cabo una serie de redadas en las que decenas de uigures fueron apresados. Seg¨²n los testimonios de los que fueron finalmente liberados, agentes chinos procedieron a su interrogatorio en El Cairo. Una docena de los detenidos fueron deportados a Pek¨ªn.
Detenciones en la frontera
En otro apartado de uno de los boletines obtenidos por el ICIJ se dice precisamente que la plataforma de vigilancia y seguimiento (IJOP) ha registrado que 4.341 ciudadanos de Xinjiang han obtenido documentos v¨¢lidos en embajadas o consulados chinos. De estos, 1.707 no habr¨ªan abandonado territorio chino a¨²n. Zhu Hailun pide en su escrito que los comit¨¦s locales analicen a todos. Los que est¨¦n fuera y sean sospechosos de terrorismo ser¨¢n detenidos en la frontera si deciden entrar en el pa¨ªs. Los que todav¨ªa residen en China, se?ala el bolet¨ªn, ¡°deben ser internados primero en [centros] centralizados de educaci¨®n y entrenamiento para su examen¡±.
Ablimit Tursun habla con frecuencia con su mujer e hijos. Estuvo 18 d¨ªas sin comunicarse con ellos, el periodo durante el que las fuerzas de seguridad de Xinjiang mantuvieron a Wureyetiguli sin su tel¨¦fono. De sus charlas archivadas en la aplicaci¨®n WeChat, la m¨¢s utilizada por los chinos, desaparecieron tres meses y a¨²n hoy se esfuman misteriosamente algunas conversaciones. ¡°La polic¨ªa ha ido a visitarles con mucha frecuencia¡±, cuenta Ablimit; ¡°no son todos los d¨ªas, parece que esa vigilancia ha aflojado y ha sido sustituida por otra tecnol¨®gica¡±. Esto es, la obligatoriedad de usar tarjetas de identificaci¨®n para entrar en casa y sistemas de reconocimiento facial a trav¨¦s de c¨¢maras. Eso le han contado los ni?os a su padre hace tan solo unos d¨ªas. Algo que casa con el contenido de los papeles confidenciales obtenidos por el ICIJ.
Im¨¢genes de sat¨¦lite y documentos para identificar los campos
China nunca ha dicho cu¨¢ntos centros de internamiento hay en Xinjiang. Cables secretos y fotograf¨ªas desde el espacio confirman las denuncias de activistas y periodistas.