Viento en popa y comidas prenavide?as: las ¨²ltimas horas de Greta Thunberg antes de pisar tierra

El viento fuerte empuja hacia la pen¨ªnsula Ib¨¦rica a La Vagabonde, el catamar¨¢n de 15 metros de eslora con el que recorre el Atl¨¢ntico la activista medioambiental Greta Thunberg. Son las ¨²ltimas horas de la joven sueca, de 16 a?os, a bordo, antes de desembarcar en Lisboa este martes si el tiempo lo permite.

El barco se encontraba este lunes a unas 170 millas n¨¢uticas en l¨ªnea recta de la capital portuguesa (unos 280 kil¨®metros), seg¨²n una actualizaci¨®n de la p¨¢gina web de La Vagabonde publicada a las 13.57, hora peninsular espa?ola. El nav¨ªo se dirige a la costa en direcci¨®n sureste y a una velocidad de 8,6 nudos (unos 16 kil¨®metros por hora).

Thunberg, que rechaza viajar en avi¨®n por su impacto medioambiental, se desplaza acompa?ada de su padre, Svante, los due?os del catamar¨¢n, los australianos Elayna Carausu y Riley Whitelum, y el hijo de estos, Lenny, de apenas 11 meses, y la marinera brit¨¢nica Nikki Henderson. Los tripulantes ofrecieron a la joven sueca hacer el trayecto trasatl¨¢ntico en su barco, que parti¨® de Virginia el pasado 13 de noviembre. En EE UU la adolescente, que se ha tomado el curso escolar como a?o sab¨¢tico, asisti¨® en la ciudad norteamericana a la Asamblea de Naciones Unidas, reunida en septiembre.

Ninguno de los tripulantes ha comentado en redes sociales la hora exacta de llegada, ni c¨®mo o cu¨¢ndo se desplazar¨¢ hasta Madrid la joven Greta, que se dio a conocer el ¨²ltimo a?o como impulsora de las huelgas escolares contra el clima Fridays for Future.

De la tripulaci¨®n, la ¨²ltima en tuitear ha sido la marinera brit¨¢nica, Nikki Henderson. "Ha soplado entre 30 y 40 nudos [entre 55 y 74 kil¨®metros por hora] toda la noche, ?y sigue haci¨¦ndolo!", ha publicado en referencia a un viento que ha obligado a reducir velas. En su cuenta de Facebook, Henderson se ha explayado m¨¢s y ha comentado c¨®mo ha bregado contra el fuerte viento. Tambi¨¦n ha dado detalles de la vida a bordo: "Svante y Greta han mantenido el ambiente navide?o con unas gachas de avena y canela".

Las ansias por tocar tierra tras casi tres semanas de traves¨ªa en un espacio tan reducido preocupan a la marinera. "Riley y yo tenemos que estar especialmente alerta para no cometer errores u obsesionarnos con llegar r¨¢pido", ha comentado. "Saber que tenemos tan poco espacio y tan poca privacidad hace que el barco parezca m¨¢s peque?o", confiesa.

M¨¢s informaci¨®n

Ponga un pedazo de historia de ?msterdam en su casa

El dios que gan¨® uno de los juicios m¨¢s importantes de la historia de la India

El derretimiento de los glaciares suizos, en im¨¢genes

Desde el pasado s¨¢bado Thunberg no ha publicado nada nuevo en su cuenta de Twitter, pero s¨ª ha ido desgranando a lo largo de su traves¨ªa c¨®mo ha vivido el viaje por las aguas del Atl¨¢ntico norte. Dice pasar las jornadas "escuchando audiolibros, jugando al Yatzy [juego de dados que ha ense?ado a sus compa?eros de viaje], haciendo de ni?era y escuchando interminables conversaciones sobre el tiempo atmosf¨¦rico". Se ha hecho eco de la decisi¨®n del Parlamento Europeo de declarar una "emergencia clim¨¢tica" en el continente, el pasado d¨ªa 28. En su ¨²ltimo mensaje mostraba una imagen de los instrumentos de navegaci¨®n del barco. En una pantalla, aparec¨ªa ya la silueta de la costa portuguesa.

Thunberg lleg¨® a EE UU a principios de septiembre a bordo del Malizia II, un barco ecol¨®gico propiedad del pr¨ªncipe monegasco Pierre Casiraghi. Desde all¨ª ten¨ªa intenci¨®n de desplazarse a Santiago de Chile, haciendo escala en varios puntos del continente americano, pero la crisis social que sacude el pa¨ªs y el consiguiente traslado de la sede de la Cumbre del Clima desde Santiago hasta Madrid forzaron a un cambio de planes en la agenda de la activista.