El empuje de las religiones amenaza el s¨®lido Estado laico de M¨¦xico
L¨®pez Obrador rectifica su pol¨ªtica y frena una iniciativa de su partido que abre camino a las Iglesias en el ¨¢mbito p¨²blico
La iniciativa de una senadora mexicana para eliminar la separaci¨®n entre la Iglesia y el Estado que impera en el pa¨ªs desde hace siglo y medio ha puesto en guardia a la clase pol¨ªtica y a la ciudadan¨ªa. M¨¦xico fue el primer pa¨ªs del mundo cuya Constituci¨®n estableci¨® el laicismo estatal, a mediados del siglo XIX, pero en los ¨²ltimos meses se han abierto in¨¦ditas relaciones con las Iglesias animadas por el propio presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, quien, no obstante, ahora se rectifica a s¨ª mismo frenando la propuesta de la senadora de su propio partido, Mar¨ªa Soledad Lu¨¦vano.
En su proyecto para modificar la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto P¨²blico, Lu¨¦vano borra del texto ¡°el principio hist¨®rico de separaci¨®n del Estado y las Iglesias¡± e introduce la posibilidad de que las confesiones sean propietarias de medios de comunicaci¨®n, se instaure la objeci¨®n de conciencia para diversos profesionales y se consolide la cooperaci¨®n con el poder pol¨ªtico en diversos ¨¢mbitos, entre otras muchas cosas.
El presidente, rectificando su trayectoria confesional, de estrecha relaci¨®n con evangelistas y cat¨®licos, ha contestado: ¡°Ese tema no debe tocarse, lo digo con mucho respeto a la senadora, que tiene todo su derecho y pertenece a un poder independiente, pero considero que eso ya est¨¢ resuelto desde hace m¨¢s de siglo y medio. La separaci¨®n del Estado y de la Iglesia ya se resolvi¨®¡±. De repente, el Gobierno se ha visto en una posici¨®n complicada.
Es la primera vez que este presidente, acostumbrado a citar a Dios en sus conferencias y a llevar un escapulario de la Virgen de Guadalupe en el bolsillo, menciona las palabras clave: separaci¨®n Iglesia Estado. En su primer a?o de Gobierno, el acercamiento a las religiones ha tenido cap¨ªtulos destacados, que empezaron con su toma de posesi¨®n entre sahumerios y c¨¢nticos ind¨ªgenas.
Algo despu¨¦s, el gobierno de L¨®pez Obrador imprimi¨® 10 millones de ejemplares para distribuir gratuitamente de la Cartilla Moral de Alfonso Reyes, un destacado pensador cat¨®lico del siglo pasado cuyos preceptos quedan ya un poco anticuados. Con la reedici¨®n de esos valores, pretende la Administraci¨®n mexicana buscar el ¡°bienestar del alma¡± y contribuir a aplacar la violencia. Las Iglesias evangelistas colaboraron en el reparto del librito. ¡°L¨®pez Obrador quiere el apoyo de las confesiones para restaurar valores en la poblaci¨®n, pero es que la Iglesia tambi¨¦n es responsable de la crisis social, con sus esc¨¢ndalos sexuales, el manejo turbio de dinero y de poder¡±, recuerda Bernardo Barranco, coautor con Roberto Blancarte del libro titulado AMLO y la religi¨®n. El estado laico bajo amenaza, editado por Grijalbo.
El presidente se reuni¨® con varias confesiones a principios de a?o, cuyos l¨ªderes le plantearon su inter¨¦s por la propiedad de medios de comunicaci¨®n, algo que no est¨¢ permitido en M¨¦xico. No falt¨® el esc¨¢ndalo. En febrero, se puso en marcha una comisi¨®n para redactar una Constituci¨®n Moral, ¡°otro esc¨¢ndalo, porque el Estado no es qui¨¦n para imponer ninguna moral, adem¨¢s, todas las Constituciones est¨¢n inspiradas en esos principios¡±, critica Barranco. Esa comisi¨®n qued¨® adormecida, pero ah¨ª est¨¢. Entre las iniciativas pol¨¦micas destaca asimismo la modificaci¨®n de un reglamento para permitir la cooperaci¨®n entre las Iglesias y el Estado, una de las banderas del presidente, que se ha ayudado de estos poderes f¨¢cticos en su intento (fallido por ahora) de restaurar la paz social en un pa¨ªs azotado por la violencia.
Es muy conocida la amistad de L¨®pez Obrador con Arturo Farela, por momentos convertido en una especie de confesor real. Farela es un evangelista ultraconservador que ha cultivado relaciones con varios mandatarios mexicanos, pero que apoy¨® abiertamente a AMLO en su carrera hacia la presidencia, algo que tampoco est¨¢ permitido en M¨¦xico: los religiosos no pueden manifestarse pol¨ªticamente en campa?a electoral. El l¨ªder evangelista ha colocado a dos de sus hijos en el Gobierno, algo que no ha sido ajeno a los medios de comunicaci¨®n. Y en ocasiones, el sobrenatural Farela ha intervenido en m¨ªtines con el presidente.
Estos gestos han sembrado la inquietud. Muchos mexicanos ven amenazado el Estado laico que el mundo mir¨® con asombro y admiraci¨®n a mediados del siglo XIX. La separaci¨®n Iglesia-Estado no tuvo reflejo formal en Francia hasta 1905, como recuerda la historiadora del Instituto de Investigaciones Jur¨ªdicas de la UNAM Pauline Capdevielle, mientras que en M¨¦xico la Iglesia no ha tenido existencia jur¨ªdica hasta 1992.
El partido de la Virgen
Los acercamientos a la religi¨®n ya se ve¨ªan venir con la campa?a del ahora presidente mexicano. El sistema electoral en este pa¨ªs reserva unas plazas en el Parlamento para personas que no necesitar¨¢n ser votadas, pero que integran una lista que la ciudadan¨ªa conoce antes de ir a las urnas. En las filas de L¨®pez Obrador, varios de estos eran evangelistas reconocidos. Son apoyos que se negocian de antemano. ¡°En 2006, la diferencia de votos entre Calder¨®n y L¨®pez Obrador fue apenas de dos estadios de f¨²tbol llenos en un pa¨ªs de 130 millones de habitantes. En la siguiente campa?a, el actual presidente busc¨® el apoyo del Partido Encuentro Social, evang¨¦licos conservadores que le garantizaban puntos¡±, recuerda Barranco.
La regi¨®n latinoamericana ha registrado una notable ca¨ªda del catolicismo, especialmente en Brasil y Chile. M¨¦xico y Paraguay muestran un descenso m¨¢s suave. En M¨¦xico, alrededor del 83% se manifiesta cat¨®lico y la devoci¨®n guadalupana moviliza al pa¨ªs. Pero es destacado el incremento de los evangelistas, una religi¨®n ¡°que no solo interviene en la vida espiritual de sus fieles, sino en su situaci¨®n social y material. Esa teolog¨ªa de la prosperidad es tambi¨¦n proclive a dirigir el comportamiento electoral con un voto disciplinado que es oro molido para los candidatos¡±, explica Barranco.
Morena, el partido caj¨®n de sastre que alz¨® al poder a L¨®pez Obrador, se fund¨® un 12 de diciembre, d¨ªa de Guadalupe, la misma fecha en que empez¨® su campa?a, y bajo este acr¨®nimo de Movimiento de Regeneraci¨®n Nacional aparece en realidad el nombre de la virgen: Morena. En Espa?a tambi¨¦n se la llama as¨ª, Morenita, aunque se la conmemora en otra fecha.
A L¨®pez Obrador se le ha visto orando con los evangelistas, los ojos cerrados, las mand¨ªbulas apretadas. Gusta de ceremonias ind¨ªgenas y se confiesa creyente de Jesucristo, el liberador de los pobres, seg¨²n dice. Por eso, tanto cat¨®licos como evangelistas recelan de su fe, y no es f¨¢cil determinar a qu¨¦ religi¨®n se adscribe si es que es fiel a alguna. ¡°Yo creo que m¨¢s que un homo religiosus es un animal pol¨ªtico que, como dec¨ªa El Nigromante, se hinca donde el pueblo se hinca¡±, sostiene Barranco.
Sus peligrosas relaciones con la religi¨®n le han puesto ahora en un lugar dif¨ªcil. No son pocos los que ven en peligro la separaci¨®n Iglesia Estado que le cost¨® a M¨¦xico la sangrienta guerra Cristera en los a?os veinte (y otras dos en el siglo XIX con un tel¨®n de fondo cat¨®lico). En todas resultaron derrotadas las ambiciones cristianas. En M¨¦xico, los curas no pod¨ªan ir con sotana por la calle (hubo apuestas sobre qui¨¦n acompa?ar¨ªa al Papa Juan Pablo II en su coche en 1979); las catedrales son propiedad estatal y las gestiones econ¨®micas de los obispos se canalizaban mediante organizaciones civiles.
¡°Pero esta iniciativa de ley planteada ahora no puede verse como algo aislado, sino fruto de las ¨²ltimas medidas tomadas por el Gobierno y el consiguiente empoderamiento de las confesiones. Creo que el presidente est¨¢ dando marcha atr¨¢s porque considera que estas pol¨ªticas pueden ser contraproducentes¡±, considera Capdevielle. Barranco tambi¨¦n cree que el acercamiento a lo espiritual ¡°est¨¢ abriendo grietas internas y externas que amenazan las oportunidades del supuesto proyecto de izquierdas del Gobierno¡± y la imagen de modernidad que M¨¦xico mostr¨® al mundo hace siglo y medio.
Ju¨¢rez se remueve en su tumba
La separaci¨®n Iglesia Estado tiene en M¨¦xico un referente indiscutible: Benito Ju¨¢rez, que particip¨® en la guerra de Reforma donde se defendi¨® la Constituci¨®n de 1857, que consagraba el Estado laico. M¨¦xico quer¨ªa emanciparse de un pasado colonialista e imperial bajo el influjo de la Iglesia cat¨®lica, a quien se despoj¨® de sus posesiones y de sus atribuciones sociales. Algunos mensajes en las redes sociales estos d¨ªas sugieren que la iniciativa que propone recuperar para las confesiones el terreno perdido remover¨¢ en su tumba a Ju¨¢rez, uno de los s¨ªmbolos que m¨¢s utiliza el presidente L¨®pez Obrador.
El pueblo mexicano ha derramado sangre, sudor y l¨¢grimas en luchas religiosas fratricidas hasta consolidar el laicismo. En los tiempos del PRI las ataduras de la Iglesia cat¨®lica se fueron aflojando aunque en los discursos persist¨ªa el vigor laicista. Hasta la reforma de 1992, la Iglesia estuvo francamente relegada de la vida civil, pero toda la segunda mitad del siglo XX las confesiones se fueron rearmando y reivindicando espacio p¨²blico.El PRI jugaba de forma hip¨®crita con el asunto. Los ministros no entraban siquiera a la iglesia en las bodas de sus hijos, aunque por debajo del agua todo fuera distinto. Y en los colegios de monjas se retiraban los crucifijos y toda la imaginer¨ªa para recibir la visita del inspector que no quer¨ªa sospechar nada. Fuese, y todo volv¨ªa a su lugar.
La investigadora Pauline Capdevile, coautora de varios libros sobre laicidad, cree que una importante brecha en el laicismo estatal se produjo con la presidencia de Vicente Fox y el muy cat¨®lico Partido de Acci¨®n Nacional. ¡°Jur¨® su cargo en 2000 con un crucifijo y rez¨® a la Virgen de Guadalupe¡±, algo que le reproch¨® la oposici¨®n por contravenir la Constituci¨®n.
Expertos como Bernardo Barranco opinan que el pueblo mexicano tiene ahora m¨¢s libertades jur¨ªdicas, como la de culto, mientras que la secularizaci¨®n avanza. ¡°Antes la cultura cat¨®lica pesaba m¨¢s, la Iglesia ten¨ªa en sus bases a cientos de miles de adscritos. No exist¨ªa jur¨ªdicamente, pero su peso cultural era muy fuerte. Ahora tiene m¨¢s campo de acci¨®n pero sus bases est¨¢n debilitadas¡±, asegura.
Capdeville, sin embargo, muestra su preocupaci¨®n por estas iniciativas religiosas y no conf¨ªa tanto en esa supuesta secularizaci¨®n social. Aunque considera que la legislaci¨®n a¨²n es robusta.
Opini¨®n similar sostiene la historiadora Patricia Galeana. Cree que la Constituci¨®n mexicana garantiza un Estado Laico que ¡°siempre hay que fortalecer¡±. ¡°Ignacio Ram¨ªrez, el liberal mexicano que fue constituyente de la primera Constituci¨®n de M¨¦xico que aboli¨® el Estado confesional, en 1857, escribi¨® a?os despu¨¦s que hab¨ªa que estar siempre alertas porque de manera recurrente se producir¨ªan presiones para restablecer un Estado confesional. La historia ense?a que el mayor peligro consiste en descuidar lo que se ha ganado con mucho esfuerzo. Las conquistas hist¨®ricas duran tanto como las sepamos defender¡±, afirma por correo electr¨®nico.
El 12 de diciembre, la devoci¨®n a la virgen de Guadalupe ha dejado im¨¢genes perturbadoras de ag¨®nicos penitentes llegados de todo el pa¨ªs hasta el santuario mientras los ni?os abandonaban las escuelas en un d¨ªa que no es festivo para ellos. La influencia de la Iglesia en las aulas p¨²blicas se deja notar, se quejan algunos profesores. Las Iglesias quieren sentar en las leyes las conquistas que van colando por las grietas que deja el poder p¨²blico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
