La pandemia revoluciona la carrera por suceder a Merkel al frente de la CDU
El candidato Friedrich Merz ha dado positivo mientras otros aspirantes cobran relevancia en la gesti¨®n de la crisis
Lo que en la pol¨ªtica alemana hace dos semanas parec¨ªa urgente e indispensable ha dejado de serlo arrollado por el implacable coronavirus. Es decir, la elecci¨®n del l¨ªder del partido conservador alem¨¢n y potencial sucesor de Angela Merkel, al frente de la canciller¨ªa durante 14 a?os. En aquel pasado remoto de hace un par de semanas, hab¨ªa mucha prisa por acelerar el proceso sucesorio y coronar a un nuevo presidente de la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU), tras ...
Lo que en la pol¨ªtica alemana hace dos semanas parec¨ªa urgente e indispensable ha dejado de serlo arrollado por el implacable coronavirus. Es decir, la elecci¨®n del l¨ªder del partido conservador alem¨¢n y potencial sucesor de Angela Merkel, al frente de la canciller¨ªa durante 14 a?os. En aquel pasado remoto de hace un par de semanas, hab¨ªa mucha prisa por acelerar el proceso sucesorio y coronar a un nuevo presidente de la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU), tras la retirada de la aspirante Annegret Kramp-Karrenbauer. El coronavirus ha frenado en seco la sucesi¨®n y ha pulverizado los equilibrios de poder y las quinielas.
De entrada y como era de esperar, el calendario ha saltado por los aires. El congreso extraordinario del partido, previsto para el 25 de abril, en el que se elegir¨ªa al nuevo l¨ªder, ha sido pospuesto hasta que las circunstancias lo permitan. Hasta entonces seguir¨¢ al frente Kramp-Karrenbauer, que es adem¨¢s ministra de Defensa y que se encuentra volcada en la lucha contra el coronavirus.
Pero m¨¢s all¨¢ de fechas y log¨ªstica, la carrera sucesoria se ha desvanecido en cuesti¨®n de d¨ªas dada la gravedad de la situaci¨®n, y tambi¨¦n por las circunstancias que rodean a cada uno de los candidatos. Uno de los dos favoritos en la carrera sucesoria, Friedrich Merz, ha dado positivo de coronavirus y se encuentra en cuarentena. As¨ª lo anunci¨® el pasado martes a trav¨¦s de Twitter, para un d¨ªa despu¨¦s advertir de que su estado de salud empeoraba. El jueves, Merz, un hombre poco habituado a mostrar el m¨ªnimo s¨ªntoma de debilidad, anunci¨® una mejor¨ªa y a la vez su preocupaci¨®n por el impacto que el virus tendr¨¢ en la econom¨ªa alemana. La vida p¨²blica de Alemania, como la de tantos otros pa¨ªses europeos, se apaga progresivamente con el paso de las horas y el temor a que el impacto sea devastador en el gran motor de la zona euro, que ya bordeaba la recesi¨®n antes de la crisis, resulta cada vez m¨¢s fundado.
Mientras Merz convalece, un candidato oficioso y un supuesto n¨²mero dos en una candidatura conjunta ha cobrado un enorme protagonismo en la gesti¨®n de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Uno de ellos es Jens Spahn, el ministro de Sanidad alem¨¢n, que justo antes de estallar la crisis anunci¨® que renunciaba a la candidatura para formar parte del equipo de Armin Laschet, el candidato m¨¢s centrista. Spahn se ha convertido como titular de Salud en uno de los rostros omnipresentes durante esta crisis. Comparece continuamente ante los alemanes explicando la gravedad de la situaci¨®n desde el inicio, con autoridad y competencia, y su gesti¨®n est¨¢ siendo de momento muy bien recibida por la poblaci¨®n.
Baviera
Pero ha sido Markus S?der, el jefe de Gobierno de Baviera, el pol¨ªtico que durante esta crisis ha cobrado mayor relevancia. Baviera, con 1.692 casos de positivos, es uno de los Estados federados m¨¢s afectados por la propagaci¨®n del virus. Es adem¨¢s el primer land en el que se detect¨® el coronavirus en Alemania en enero. S?der se ha mostrado muy firme en esta crisis, decretando el estado de emergencia y ordenando a mediados de semana el primer confinamiento de una localidad alemana, Mitterteich, por el elevado n¨²mero de contagios.
El jueves, S?der amenaz¨® con el cierre total en Baviera ante la falta de colaboraci¨®n ciudadana plasmada en im¨¢genes que han circulado por las redes de masas de personas en el centro peatonal y comercial de M¨²nich. ¡°Si la gente no se contiene voluntariamente, al final no quedar¨¢ m¨¢s remedio que decretar el toque de queda en todo el Estado federado¡±, ha advertido S?der. A la vez, ha anunciado una lluvia de 10.000 millones de euros en Baviera para paliar los estragos econ¨®micos de la pandemia. ¡°El primer ministro b¨¢varo se ha convertido en d¨ªas en primus inter pares de los jefes de Gobierno regionales", sentenciaba el Frankfurter Allgemeine en un editorial en el que se preguntaba qui¨¦n ser¨¢ el Helmut Schmidt de esta crisis.
S?der es el l¨ªder de la CSU, el partido conservador b¨¢varo hermanado con la CDU, y hasta ahora ha asegurado que su lugar est¨¢ en Baviera y que no aspira a la canciller¨ªa. Pero a la vez, insiste en que quien salga elegido como l¨ªder de la CDU no se convierta autom¨¢ticamente en candidato a canciller; que en ese proceso tiene mucho que decir la CSU. No ser¨ªa la primera vez que un candidato de la CSU aspira a encabezar el Ejecutivo en Berl¨ªn. Josef Strauss en 1980 y Edmund Stoiber en 2002 ya compitieron, aunque sin ¨¦xito, por la canciller¨ªa alemana.
Frente a la fuerte presencia de S?der y Spahn, a Armin Laschet, el candidato continuista del legado de Merkel, se le escucha algo menos estos d¨ªas. Es hasta cierto punto natural, porque el Estado federado que gobierna, Renania del Norte-Westfalia, en el oeste del pa¨ªs, es el que m¨¢s contagios registra ¡ª3.033¡ª y Laschet se encuentra volcado en su territorio.
Los cient¨ªficos alemanes advierten de que este es solo el inicio de una crisis muy larga, que podr¨ªa durar hasta dos a?os e infectar a diez millones de alemanes solo en los pr¨®ximos meses si no se toman medidas. Ante semejante perspectiva en medio de una emergencia sanitaria sin precedentes, parece razonable pensar que la carrera sucesoria por el centroderecha alem¨¢n vuelve a estar abierta de par de par. De momento y hasta nueva orden, la ministra de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer, a la que urg¨ªa desalojar cuanto antes tras el fiasco de las elecciones de Turingia, seguir¨¢ al frente del partido conservador alem¨¢n. Kramp-Karrenbauer, que este jueves explic¨® que ha movilizado a los reservistas, se prev¨¦ que tenga tambi¨¦n un papel decisivo al frente de las fuerzas armadas, a medida que la crisis del coronavirus se agudice.
Merkel vuelve a la primera l¨ªnea
Mientras la sucesi¨®n al partido conservador alem¨¢n se paraliza, la figura de Angela Merkel, la canciller cuya marcha definitiva est¨¢ prevista para el oto?o de 2021, cobra peso y estatura con el paso de las horas. Despu¨¦s de meses convulsos en la pol¨ªtica nacional, en los que la canciller hab¨ªa pasado a un relativo segundo plano, Merkel ha vuelto a la primera l¨ªnea, a liderar un pa¨ªs que se enfrenta a un desaf¨ªo con pocos precedentes. En un momento de incertidumbre m¨¢xima como el actual, Merkel, la veterana pol¨ªtica-cient¨ªfica, resulta para muchos ciudadanos bals¨¢mica. La canciller representa para muchos alemanes la estabilidad y la solidez avalada con tres lustros de gesti¨®n al frente de la gran potencia europea.
Tras unos primeros d¨ªas dubitativos, sali¨® a la palestra para advertir sin excesivos miramientos de la dimensi¨®n de la tragedia. Merkel, cient¨ªfica de formaci¨®n, dej¨® a medio mundo helado con su declaraci¨®n semana pasada de que entre el 60% y el 70% resultar¨ªan contagiados de no mediar una vacuna o una cura para el coronavirus. Pero la canciller es capaz de presentar con frialdad semejantes datos y a la vez transmitir una confianza y una sensaci¨®n de seguridad, dif¨ªcil de replicar para cualquier aspirante a la sucesi¨®n.
No obstante, el momento cumbre de la canciller en esta crisis se produjo la noche del mi¨¦rcoles. A las 20.15 se dirigi¨® a la naci¨®n en un mensaje pregrabado. Muy poco dada a los discursos grandilocuentes, era la primera vez que Merkel daba el paso. Lo hac¨ªa en sus 14 a?os de mandato al margen de los tradicionales discursos de a?o nuevo. Fue un mensaje con un tono solemne y sin estridencias; con el drama justo, que ya es mucho. Explic¨® a los ciudadanos que ahora lo que hace falta es solidaridad y acci¨®n colectiva, como nunca antes hab¨ªa sido necesaria desde la II Guerra Mundial. Insisti¨® en la necesidad de mantener la distancia social, pero no decret¨® ning¨²n estado de alarma ni confinamiento.
Como pol¨ªtica que creci¨® en la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana detr¨¢s de un muro, Merkel es muy consciente de lo que supone cercenar la libertad de movimiento y piensa que debe ser realmente la ¨²ltima opci¨®n. ¡°Esto es serio. T¨®menselo en serio¡±, advirti¨® Merkel sin trucos ni alardes ret¨®ricos. El excepcional formato de su aparici¨®n ejerci¨® de por s¨ª de potente mensaje. Solo el tiempo ¡ªd¨ªas u horas en una crisis en que todo cambia a tremenda velocidad¡ª dir¨¢ si el pueblo alem¨¢n la escuch¨® y obedeci¨®.