La elecci¨®n del l¨ªder de Turingia con los votos de la ultraderecha desata un terremoto en Alemania
Un candidato liberal obtiene la jefatura del estado del Este con votos de la CDU y AfD. El partido de Merkel a nivel federal rechaza la maniobra y apunta a nuevas elecciones
El cord¨®n sanitario de los partidos alemanes contra la ultraderecha salt¨® este mi¨¦rcoles por los aires en el Parlamento regional de Turingia y caus¨® un terremoto pol¨ªtico nacional. Los votos de Alternativa para Alemania (AfD) sirvieron para elegir como presidente al candidato liberal, Thomas Kemmerich, apoyado tambi¨¦n por la fracci¨®n de la CDU de la canciller, Angela Merkel. El centroderecha impidi¨® un Gobierno de La Izquierda (Die Linke), el Partido Socialdem¨®crata (SPD) y Los Verdes y desat¨® un aluvi¨®n de cr¨ªticas y peticiones de elecciones anticipadas para dar marcha atr¨¢s.
El Parlamento de Turingia se convirti¨® en el protagonista de la ruptura de un cord¨®n sanitario que hasta ahora hab¨ªa evitado que la ultraderechista AfD ¡ªcon una de las facciones m¨¢s radicales en ese Estado federal del este¡ª accediera al poder o formara parte de pactos de gobierno.
El l¨ªder de La Izquierda en Turingia, Bodo Ramelow, que en octubre pasado hab¨ªa ganado sin mayor¨ªa las elecciones, hab¨ªa llegado a un acuerdo de coalici¨®n con el SPD y Los Verdes, con cuyos votos esperaba ser reelegido este mi¨¦rcoles por mayor¨ªa simple en la tercera votaci¨®n en el Parlamento regional para encabezar un Ejecutivo en minor¨ªa. Sin embargo, el grupo de la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU), que no hab¨ªa presentado candidato, dio su apoyo al aspirante del partido Liberal (FDP), Thomas Kemmerich, que sum¨® tambi¨¦n los 22 esca?os de AfD para lograr una mayor¨ªa simple de 45 votos frente a los 44 de la coalici¨®n de izquierdas y ecologistas. Kemmerich, cuyo partido entr¨® con un escaso 5% de los sufragios en el Parlamento regional, se apresur¨® a ofrecer colaboraci¨®n a la oposici¨®n derrotada y asegurar que no trabajar¨¢ con la ultraderecha, pero las r¨¦plicas del se¨ªsmo ya hab¨ªan llegado a las sedes nacionales de los partidos, y en especialmente a la de la CDU de Merkel.
Sobre la votaci¨®n de Turingia sobrevolaba la sombra de una alianza secreta entre liberales, AfD y la CDU regional, en contra del principio fijado en el partido de Merkel de no aceptar alianzas con los ultras ni con La Izquierda. El resultado de Turingia en octubre coloc¨® ante un dilema a los conservadores tras ganar los comicios la formaci¨®n izquierdista, seguida de AfD, que experiment¨® una fuerte subida. Mike Mohring, que dirige la CDU de Turingia, defendi¨® la votaci¨®n y aleg¨® que su grupo hab¨ªa votado a favor de un candidato de centroderecha y que no era responsable del apoyo de la ultraderecha.
Pero el secretario general de la CDU, Paul Ziemiak, compareci¨® para reclamar directamente nuevas elecciones. ¡°Hoy es un d¨ªa negro para Turingia¡±, dijo en una comparecencia ante la prensa en Berlin. ¡°La CDU siempre ha dejado claro que no puede haber cooperaci¨®n con la AfD. El FDP ha jugado con fuego y ha incendiado Turingia y todo el Estado¡±, a?adi¨® como recado a los liberales. ¡°Esta elecci¨®n no es la base para un Gobierno estable. Lo mejor ser¨ªan nuevas elecciones¡±, insisti¨® Ziemiak. Su petici¨®n fue respaldada por la jefa del partido, Annegret Kramp-Karrenbauer, quien se?al¨® que el grupo parlamentario de su partido hab¨ªa actuado en contra de las recomendaciones de la direcci¨®n. ¡°Tenemos que hablar de si las nuevas elecciones no son la forma m¨¢s limpia de salir de esta situaci¨®n¡±, dijo.
Apoyo t¨¢ctico
Los socialdem¨®cratas, socios en el Gobierno de Merkel, tampoco ahorraron calificativos de rechazo a lo ocurrido y avisaron de que el asunto ¡°tiene consecuencias m¨¢s all¨¢ de Turingia¡±. El secretario general del SPD, Lars Klingbeil, afirm¨® que la elecci¨®n de Kemmerich supone ¡°la hora m¨¢s baja de la historia alemana desde la posguerra¡±.
Las cr¨ªticas tambi¨¦n llegaron desde la CSU b¨¢vara, el partido hermano de la formaci¨®n de Merkel, cuyo presidente y jefe del Gobierno regional, Markus S?der, afirm¨® que ¡°la CDU sufre un alto grado de p¨¦rdida de credibilidad¡±. ¡°Lo mejor y m¨¢s honesto ser¨ªan unas nuevas elecciones. Se equivocar¨¢n quienes crean que pueden ser elegidos con los votos de la AfD y as¨ª ganar la legitimidad democr¨¢tica. Este d¨ªa solo beneficia a la AfD¡±, a?adi¨®.
Tambi¨¦n se vio forzado a salir el l¨ªder nacional de los liberales, Christian Lindner, para intentar justificar la elecci¨®n de su compa?ero en Turingia. ¡°No hay base para la cooperaci¨®n con AfD¡±, asegur¨®. ¡°El apoyo de la AfD fue sorprendente y puramente t¨¢ctico¡±, sostuvo Lindner.
Agobiado por las cr¨ªticas de medio pa¨ªs, el l¨ªder del FDP apel¨® a la CDU, al SPD y a Los Verdes para que acepten la oferta de Kemmerich para las conversaciones de coalici¨®n. ¡°Si los partidos se niegan, se esperan y son necesarias nuevas elecciones¡±, concluy¨® mientras en sus propias filas, el parlamentario Alexander Graf Lambsdorff escrib¨ªa en Twitter que ¡°uno no se deja elegir por los fascistas de AfD¡± y si es as¨ª, ¡°no se puede aceptar la elecci¨®n¡±.
Un ramo de flores a los pies del ganador
Hace cinco a?os, el Parlamento de Turingia eligi¨® como jefe del Gobierno regional a Bodo Ramelow, del partido La Izquierda, gracias a una alianza con los socialdem¨®cratas y Los Verdes. Ramelow repiti¨® victoria el pasado octubre con un 31%, pero la ca¨ªda de los socialdem¨®cratas (8,2%) y de Los Verdes (5,2%) dejaron al pol¨ªtico sin mayor¨ªa. A¨²n as¨ª, parec¨ªa que podr¨ªa volver a gobernar en minor¨ªa, una opci¨®n que parec¨ªa abrirse paso este mi¨¦rcoles en las dos primeras votaciones. El l¨ªder de La Izquierda obtuvo 43 y 44 votos, respectivamente, y Christoph Kindervater, un independiente apoyado por AfD, 25 y 22 apoyos. La sorpresa salt¨® en la tercera votaci¨®n, cuando Ramelow volvi¨® a obtener 44 votos, pero el liberal Thomas Kemmerich, recibi¨® los 22 de AfD, los de su partido y de la CDU. Un total de 45 votos que lo convirtieron en el jefe de Gobierno de Turingia.
Mientras AfD celebraba que se le hubiera elegido con sus votos, los partidos derrotados anunciaron en los medios que no colaborar¨ªan con ¨¦l. El rechazo a lo ocurrido hab¨ªa quedado claro en el gesto de una diputada de La Izquierda tras la votaci¨®n. Arroj¨® un ramo de flores a los pies de Kemmerich.
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