Republicanos y dem¨®cratas libran un pulso ag¨®nico por el rescate en el Congreso mientras tiembla la econom¨ªa
El Senado cierra la sesi¨®n sin conseguir votar el plan econ¨®mico para hacer frente al coronavirus pero contin¨²an las negociaciones. El secretario del Tesoro asegura que las posiciones est¨¢n ¡°cerca¡±
El plan de salvamento econ¨®mico de Estados Unidos ante la crisis mundial del coronavirus, un paquete sin precedentes que puede alcanzar los dos billones de d¨®lares, siguen negoci¨¢ndose contra reloj en el Congreso en un escenario de cada vez mayor zozobra en los mercados financieros y en la llamada econom¨ªa real. Republicanos y dem¨®cratas discrepan de varios puntos del programa con el que contener los estragos por el autoimpuesto par¨®n econ¨®mico, con ya uno de cada tres ciudadanos estadounidenses sometido a la orden de quedarse en casa. Sobre las dos de la tarde (hora local), un segundo voto procedimental fracas¨® en el Senado por el rechazo dem¨®crata y la jornada acab¨® en el Capitolio sin un nuevo voto.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, que lidera las negociaciones con los dem¨®cratas junto al jefe de la mayor¨ªa republicana en la C¨¢mara alta, Mitch McConnell, asegur¨® a la prensa al final del d¨ªa que las posturas se encontraban ya ¡°muy cerca¡±, a falta de cerrar los ¨²ltimos flecos. Cuando McConnell dio por terminada la jornada en el Senado, las conversaciones prosiguieron.
Adem¨¢s de la expansi¨®n de la cobertura sanitaria, uno de los elementos que m¨¢s inquietan a los dem¨®cratas es la bolsa de 500.000 millones de d¨®lares en pr¨¦stamos para la empresas y Estados, pues deja de su distribuci¨®n en manos del Departamento del Tesoro, de forma discrecional y con escasa transparencia. En palabras de la senadora Elizabeth Warren, ex precandidata presidencial y muy cr¨ªtica con los excesos de Wall Street, esa medida se convertir¨ªa, de facto, en un ¡°fondo ilegal¡± para empresas. Adem¨¢s, los dem¨®cratas piden que el acceso a estos recursos tambi¨¦n tenga como contrapartido el mantenimiento de empleos.
Por la noche, las partes se hab¨ªan puesto de acuerdo en mejorar la dotaci¨®n para hospitales, seg¨²n fuentes de la negociaci¨®n citadas por The Wall Street Journal, de 75.000 a 100.000 millones de d¨®lares
La pandemia avanza en Estados Unidos a un ritmo que parece tan imparable como lo ha sido en los otros pa¨ªses m¨¢s afectados, China, Italia, o Espa?a. Con m¨¢s de 35.000 infectados, el doble que el fin de semana, y cerca de 500 muertos, las ¨®rdenes de confinamiento, m¨¢s o menos duras, se han ido imponiendo ya en una decena de estados, lo m¨¢s poblados. El cese de la actividad econ¨®mica asociada, del consumo, de la vida, en resumen, resulta tan abrupto, tan incomparable con las recesiones previas, que la naci¨®n ha entrado en p¨¢nico por la debacle tambi¨¦n econ¨®mica que se avecina.
El l¨ªder de la minor¨ªa dem¨®crata en el Senado, Chuck Schumer, hab¨ªa se?alado por la ma?ana que esperaba alcanzar un acuerdo a lo largo del lunes, dejando claro que el voto procedimental que estaba a punto de llevarse a cabo estaba destinado al fracaso, igual que fracas¨® el del domingo por la noche. El plan requiere el apoyo de 60 de los 100 senadores, y el resultado qued¨® en 47-47 por el rechazo dem¨®crata. Sin embargo, la C¨¢mara acab¨® despidiendo la sesi¨®n hasta el martes.
McConnell se expres¨® con dureza contra la oposici¨®n por sus recelos contra el programa y les acus¨® de tratar de avanzar en sus pol¨ªticas progresistas us¨¢ndolo como veh¨ªculo. ¡°?Est¨¢n ustedes de broma?¡±, espet¨® durante su discurso previo al voto. ¡°Los dem¨®cratas no nos van a dejar inyectar fondos en los hospitales o en los negocios peque?os salvo que consigan desempolvar su Green New Deal.¡±
El proyecto de ley dise?ado por los republicanos, admiti¨® Schumer, hab¨ªa incorporado ya algunas mejoras propuestas por la oposici¨®n, pero a¨²n no ofrec¨ªa suficientes garant¨ªas para la protecci¨®n de los empleados de las empresas rescatadas. ¡°Los trabajadores, primero¡±, recalc¨®, es la filosof¨ªa del modelo de rescate que defienden. El programa contempla el env¨ªo masivo de cheques a una gran n¨²mero de hogares, 1.200 d¨®lares por adulto y 500 por menor de edad, as¨ª como 350.000 millones en avales para las peque?as y medianas empresas con el fin de ayudarles a minimizar los despidos.
Esta brutal crisis mundial desatada por el virus ha llegado en un momento de gran polarizaci¨®n pol¨ªtica en Estados Unidos, a menos de un a?o de las elecciones presidenciales. Esta misma C¨¢mara en la que este lunes se discute el mayor programa de auxilio econ¨®mico de la historia moderna es la misma en la que hace solo un mes y media se estaba juzgando -y absolviendo- a Trump en el tercer impeachment de la historia del pa¨ªs. De todo lo que encarnaba la vida normal, por turbulenta que fuera, parece que ha pasado una eternidad.
El acuerdo entre dem¨®cratas, que controlan la C¨¢mara de Representantes, y republicanos, mayoritarios en el Senado, se da por descontado en ¨²ltima instancia, pero esta es una carrera contrarreloj, en lo sanitario y en lo financiero. Este lunes, antes de abrirse los mercados, la Reserva Federal comunic¨® que comprar¨¢ activos de forma ilimitada y durante el tiempo que sea necesario hasta que se estabilicen los mercados. Es decir, barra libre de cr¨¦dito con el fin de que la econom¨ªa no colapse, pero Wall Street parece imperturbable ante semejante anuncio. Con la actividad parada, las acciones de las compa?¨ªas queman en las manos de los inversores y los t¨ªtulo bajan en Bolsa. El bloqueo del plan de salvamento y el aumento de las restricciones de movimiento pesaron m¨¢s en el ¨¢nimo de los que compran y venden en las Bolsas.
La ansiedad que genera este par¨®n resultaba obvia en el mensaje que Donald Trump escribi¨® en su cuenta de Twitter el pasado domingo, cerca de la medianoche. "No podemos permitir que la cura sea peor que el problema, al final del periodo de 15 d¨ªas, tomaremos una decisi¨®n sobre a d¨®nde debemos ir¡±, escribi¨® el presidente estadounidenses. Un mero repaso a las ¨²ltimas previsiones de los gabinetes de an¨¢lisis ayudan a entender el miedo: Morgan Stanley ve similitudes con la Gran Depresi¨®n de hace 80 a?os y ha calculado que en el segundo trimestre la econom¨ªa puede caer un 30% , Goldman Sachs lo deja en el 24% y JP Morgan parece incluso optimista, a este tenor, estimando una contracci¨®n del 14%.
Mientras, las dificultades, contin¨²an. Un senador de Kentucky, Rand Paul, ha dado positivo en la prueba del coronavirus y otro que estuvo en contacto con Paul, Mitt Romney y Mike Lee, ambos de Utah, se hallan en cuarentena por precauci¨®n.
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