La UE lanza su misi¨®n contra el tr¨¢fico de armas hacia Libia
La Operaci¨®n Irini contar¨¢ con barcos, aviones y sat¨¦lites para hacer cumplir el embargo de la ONU
En su brevedad, el nombre de una operaci¨®n militar puede concentrar toda una declaraci¨®n de intenciones. Sophia, la beb¨¦ de una mujer somal¨ª rescatada en el Mediterr¨¢neo, nacida en mitad de la madrugada a bordo de una fragata alemana en el verano de 2015, sirvi¨® para bautizar la operaci¨®n lanzada por la Uni¨®n Europea para combatir el tr¨¢fico de personas frente a las costas libias. Cinco a?os despu¨¦s, consumida por la negativa italiana a permitir los atraques en sus puertos primero, privada de barcos despu¨¦s, y con su mandato a punto de expirar tras sucesivas pr¨®rrogas, la misi¨®n Sophia deja de agonizar para morir definitivamente. En su lugar, ve la luz Irini, la misi¨®n de la UE que la reemplaza, no solo en su denominaci¨®n, sino tambi¨¦n en su cometido: hacer cumplir el embargo de armas hacia Libia decretado por la ONU para acabar con la injerencia militar extranjera.
Irini significa ¡°paz¡± en griego, y estar¨¢ activa como m¨ªnimo un a?o, hasta el 31 de marzo de 2021. Los Veintisiete han acordado este martes el lanzamiento de la nueva operaci¨®n tras vencer las reticencias de Austria y Hungr¨ªa, temerosas de que el regreso de los barcos europeos a la zona suponga un efecto llamada que resucite los repartos de migrantes y refugiados y las discusiones por los permisos para desembarcarlos en un pa¨ªs u otro.
Finalmente, las garant¨ªas de la UE de que la prioridad del despliegue es frenar la entrada de armas en el polvor¨ªn libio, y el compromiso de que navegar¨¢n en aguas situadas m¨¢s al este, fuera de las rutas habituales de las mafias, han sido suficientes para convencer a Viena y Budapest. Irini contar¨¢ con barcos proporcionados y operados por las respectivas armadas de los Estados miembros navegando por la zona. Y en caso de que detecten embarcaciones sospechosas est¨¢n autorizadas a inspeccionarlas en alta mar para cerciorarse de que no sale ni entra armamento de Libia.
El pa¨ªs se encuentra sumido en un fr¨¢gil alto el fuego auspiciado por las potencias el pasado enero en una conferencia de paz en Berl¨ªn y aprobado en febrero por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. La intenci¨®n es una pacificaci¨®n total y permanente, pero las noticias no son alentadoras. ¡°La situaci¨®n en Libia sigue siendo cr¨ªtica¡±, ha advertido este martes el alto representante europeo de Pol¨ªtica Exterior, Josep Borrell. El contexto de emergencia sanitaria vuelve la situaci¨®n a¨²n m¨¢s apremiante. ¡°Lamento que a pesar de los llamamientos internacionales para que haya una tregua que ayude a contener la pandemia de coronavirus hayan aumentado las hostilidades en Libia. No podemos permitirnos librar dos guerras al mismo tiempo¡±, ha a?adido.
El cuartel general de la misi¨®n estar¨¢ en Roma. Y la direcci¨®n operativa correr¨¢ a cargo del contralmirante italiano Fabio Agostini. La llegada de los barcos ser¨¢ cuesti¨®n de d¨ªas. Y responde al convencimiento por parte de la UE de que la labor diplom¨¢tica no es suficiente para acabar con la contienda si durante las conversaciones el pa¨ªs sigue siendo un coladero de armas.
La operaci¨®n tambi¨¦n contar¨¢ con aviones y sat¨¦lites. Y junto al objetivo principal de secar el suministro de pertrechos de guerra, tiene asignadas tres tareas secundarias: controlar el contrabando de petr¨®leo, continuar la formaci¨®n de los guardacostas libios, y minar el negocio de las mafias de tr¨¢fico de personas recopilando informaci¨®n sobre sus movimientos a trav¨¦s de patrullas a¨¦reas. Es decir, se invierten las prioridades: lo que era el epicentro de la operaci¨®n, pasa a ser accesorio, y viceversa.
Pese a que el radio de acci¨®n se traslada a aguas menos transitadas por los migrantes, la posibilidad de que los buques se topen con embarcaciones a la deriva no es del todo descartable. En ese caso, las leyes del mar les obligan a rescatar a sus ocupantes. As¨ª lo reconoci¨® el propio Borrell. ¡°Si encuentran a alguien en esas aguas habr¨¢ que rescatarlos porque son personas. Hay un acuerdo firmado entre todos los Estados participantes en la misi¨®n sobre c¨®mo actuar, c¨®mo desembarcar y c¨®mo compartir esa carga, pero forma parte de la documentaci¨®n confidencial de esta operaci¨®n¡±, ha se?alado el jefe de la diplomacia europea.
El secretismo de Borrell acerca del delicado problema de los desembarcos y relocalizaciones, ¡ªsobre el que los Veintisiete siguen sin concebir un acuerdo duradero¡ª, ha engordado las especulaciones. Por ahora, Grecia ha autorizado el desembarco en sus puertos con la condici¨®n de que la gesti¨®n de los reci¨¦n llegados corra a cargo de la UE. Atenas ha asumido el encargo pese a que ya le toca lidiar con el hacinamiento de los campos de refugiados en la isla de Lesbos. Una decisi¨®n que ha desatado cr¨ªticas en el pa¨ªs heleno entre los que temen que Creta ¡ªsu destino m¨¢s probable¡ª corra una suerte parecida. Queda todav¨ªa en el aire saber hasta qu¨¦ punto se implicar¨¢ el resto de Estados miembros, que tambi¨¦n podr¨ªan contribuir con acogidas aunque no participen materialmente en la misi¨®n.
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