Donald Trump vuelve a ser su peor enemigo en la gesti¨®n del coronavirus
El presidente de EE UU deja de dar ruedas de prensa diarias, consideradas al principio una ventaja electoral, tras hacer el rid¨ªculo recomendando inyectarse desinfectante contra la covid-19
Se acab¨® el espect¨¢culo. Corre peligro la reelecci¨®n del artista. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, indic¨® el s¨¢bado que ya no dar¨¢ m¨¢s ruedas de prensa diarias para actualizar la informaci¨®n sobre el coronavirus. ¡°?No merece la pena!¡±, tuite¨®, despu¨¦s de dos d¨ªas de ser objeto de mofa nacional por sugerir teor¨ªas estramb¨®ticas para combatir el virus. Las palabras de Trump llegaron con m¨¢s de 50.000 muertos en Estados Unidos por covid-19 y el mayor par¨®n econ¨®mico en un siglo. Trump parece haber tomado conciencia de que no puede convertir la gesti¨®n del coronavirus en un mitin electoral constante.
La crisis del coronavirus ofreci¨® a Donald Trump una oportunidad ¨²nica para presentarse como l¨ªder del pa¨ªs a siete meses de las elecciones y con sus rivales encerrados en casa. Las ruedas de prensa diarias en la Casa Blanca para actualizar las cifras y la acci¨®n del Gobierno federal fueron incluso criticadas como actos electorales, y Trump no disimula que ¨¦l tambi¨¦n lo ve as¨ª. Lleg¨® a presumir de audiencia televisiva. Pero Donald Trump delante de un micr¨®fono es un campo de minas. En alg¨²n momento, una ten¨ªa que explotar.
Ese momento lleg¨® el jueves, cuando Trump dijo desde el atril de la Casa Blanca que hab¨ªa que investigar si se pod¨ªa matar al virus ¡°metiendo en el cuerpo¡± una ¡°tremenda luz ultravioleta¡±. Despu¨¦s, sugiri¨® que a lo mejor se pod¨ªa inyectar desinfectante para matar al causante de la covid-19. No est¨¢ claro cu¨¢les son las fuentes de Trump para lanzar estas teor¨ªas al aire. ¡°Me suena interesante¡±, fue su justificaci¨®n. La cara de la doctora Deborah Birx, coordinadora del equipo contra la pandemia, mientras escucha las palabras de Trump ya es un chiste en Internet.
El revuelo en los medios y las redes fue inmediato. Pero esta vez era distinto a otras salidas de tono de Trump. No era de esc¨¢ndalo, sino de mofa. Hasta el candidato dem¨®crata a la presidencia, Joe Biden, sali¨® a pedir a los seguidores de Trump que no se suicidaran. ¡°No me puedo creer que tenga que decir esto pero, por favor, no beban lej¨ªa¡±, escribi¨® en Twitter.
La compa?¨ªa fabricante de dos conocidos productos de limpieza public¨® un comunicado pidiendo que nadie los ingiera. El jefe del regulador de seguridad alimentaria tambi¨¦n sali¨® a pedir que bajo ninguna circunstancia la gente introduzca desinfectante en su cuerpo. El Centro de Control de Enfermedades public¨® un tuit diciendo educadamente: ¡°Los limpiadores y desinfectantes dom¨¦sticos pueden causar problemas de salud si no se utilizan como se debe¡±. Trump retuite¨® este mensaje.
El viernes por la ma?ana, Trump se justific¨® diciendo que hablaba de manera ¡°sarc¨¢stica¡±. Muy pocas veces Trump ha intentado matizar sus palabras con el argumento de que estaba de broma. Lo normal es que redoble la apuesta. Por la tarde, dio la informaci¨®n del d¨ªa sobre el coronavirus pero, por primera vez, no admiti¨® preguntas. El s¨¢bado, directamente no hubo rueda de prensa. Por la tarde, Trump dej¨® clara la nueva situaci¨®n en un tuit: ¡°Qu¨¦ sentido tiene hacer las conferencias de prensa de la Casa Blanca cuando los sosos medios mainstream no hace m¨¢s que formular preguntas hostiles y luego se niega a informar de los datos con precisi¨®n. Tienen audiencias r¨¦cord y los americanos reciben fake news. ?No merece la pena el tiempo y el esfuerzo!¡±.
Para entonces, la oficina de Emergencias de Maryland afirm¨® que hab¨ªa recibido 100 llamadas de personas interesadas por el uso del desinfectante contra el virus. La autoridad sanitaria de Nueva York inform¨® de que hab¨ªa registrado 30 casos de heridas por ingesta de productos de limpieza entre el jueves y el viernes, el triple que en el mismo d¨ªa el a?o anterior. La autoridad sanitaria de Illinois dijo que hab¨ªa registrado un ¡°incremento significativo¡± de consultas sobre problemas con productos de limpieza.
Como todos los episodios de esta crisis del coronavirus, la metedura de pata de Trump tiene una dimensi¨®n de salud p¨²blica, pero tambi¨¦n electoral. Todo esto est¨¢ sucediendo a siete meses de unas elecciones presidenciales que los dos partidos ven como las m¨¢s trascendentales en varias generaciones. Para el Partido Republicano, la adicci¨®n de Trump a la televisi¨®n es un arma de doble filo, y est¨¢ empezando a cortar por el otro lado. Por el momento, Trump se lo est¨¢ poniendo dif¨ªcil para presentarse como un l¨ªder templado y coherente en una situaci¨®n de emergencia nacional.
Trump es el rostro de EE UU en una crisis donde 26 millones de personas han pedido ayuda de desempleo en el ¨²ltimo mes. La baza de la econom¨ªa, el principal argumento de reelecci¨®n de Trump puede desaparecer por completo de aqu¨ª a noviembre. No solo est¨¢ en juego la presidencia, sino la mayor¨ªa en el Senado. El Partido Republicano ha demostrado que est¨¢ dispuesto a ir a las elecciones abrazado a Trump y defender, excusar o ignorar casi todo lo que diga el presidente. Casi todo. La idea de inyectarse detergente, se antoja dif¨ªcil.
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