Despedidos, confinados y sin poder regresar a casa
Decenas de miles de inmigrantes asi¨¢ticos y africanos han quedado atrapados en los pa¨ªses del Golfo por la suspensi¨®n de vuelos a causa de la pandemia
Al menos 150.000 indios y 40.000 paquistan¨ªes se han inscrito en sus respectivos consulados en Emiratos ?rabes Unidos (EAU) para ser repatriados. Sin trabajo, sin ingresos y sin vuelos para regresar a sus lugares de origen, son apenas la punta del iceberg del problema que afrontan los inmigrantes en las monarqu¨ªas del Golfo a causa de la covid-19. Constituyen la mayor¨ªa de los contagios confirmados en esos pa¨ªses y los m¨¢s afectados por las consecuencias econ¨®micas. Millones de ellos se han encontrado de un d¨ªa pa...
Al menos 150.000 indios y 40.000 paquistan¨ªes se han inscrito en sus respectivos consulados en Emiratos ?rabes Unidos (EAU) para ser repatriados. Sin trabajo, sin ingresos y sin vuelos para regresar a sus lugares de origen, son apenas la punta del iceberg del problema que afrontan los inmigrantes en las monarqu¨ªas del Golfo a causa de la covid-19. Constituyen la mayor¨ªa de los contagios confirmados en esos pa¨ªses y los m¨¢s afectados por las consecuencias econ¨®micas. Millones de ellos se han encontrado de un d¨ªa para otro despedidos, confinados y varados lejos de sus hogares, algunos sin siquiera asistencia.
¡°La pandemia ha supuesto la p¨¦rdida de muchos trabajos, pero a¨²n es dif¨ªcil estimar su alcance. En los pa¨ªses del Golfo, las medidas de ayuda a la poblaci¨®n no se extienden a los inmigrantes, que son el grueso de la fuerza laboral en los sectores m¨¢s afectados¡±, declara a EL PA?S Ryszard Cholewinski, especialista en migraci¨®n de la Oficina para Oriente Pr¨®ximo de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT).
Las ricas monarqu¨ªas petroleras de la pen¨ªnsula Ar¨¢biga han levantado sus modernas ciudades gracias a un ej¨¦rcito de obreros baratos procedentes de medio mundo, pero sobre todo asi¨¢ticos y africanos. Al menos un tercio de quienes viven en Arabia Saud¨ª son trabajadores extranjeros, al igual que el 50% de la poblaci¨®n de Bahr¨¦in y Om¨¢n, dos tercios de la de Kuwait y el 90% de EAU y Qatar. En conjunto, la mitad de los 56 millones de habitantes de los seis pa¨ªses.
Con peque?as diferencias, en todos ellos el permiso de residencia est¨¢ vinculado al de trabajo y a la conclusi¨®n de este, el trabajador debe abandonar el pa¨ªs; no hacerlo se penaliza con multas. No existen seguros de desempleo y, en ausencia de sindicatos, no es infrecuente que los despedidos tengan dificultades para cobrar las magras indemnizaciones previstas, e incluso los ¨²ltimos sueldos. Son el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil ante el par¨®n econ¨®mico estipulado en las seis monarqu¨ªas para combatir el coronavirus, del que ya han registrado 68.000 casos y 390 muertes.
¡°Los trabajadores est¨¢n bajo una gran presi¨®n porque no pueden enviar dinero a sus familias y algunos apenas tienen para comer, ya que la mayor¨ªa trabaja en sectores que han paralizado su actividad¡±, se?ala Cholewinski.
Algunos Gobiernos han adoptado medidas de emergencia. Kuwait decret¨® una amnist¨ªa para quienes han excedido su estancia legal y ha ofrecido vuelos gratuitos de repatriaci¨®n. EAU ha extendido hasta fin de a?o los permisos de residencia, pedido a las empresas que no echen de sus alojamientos a los empleados que despidan y eliminado la autorizaci¨®n para cambiar de trabajo. Aun as¨ª, son decenas de miles los que en estas circunstancias prefieren volver a sus lugares de origen, pero se han encontrado con las puertas cerradas.
¡°No necesitamos comida, solo queremos volver a casa¡±, declaraba Abdul Qayyum Kiymai al diario Gulf News despu¨¦s de que miles de paquistan¨ªes tomaran la inusual decisi¨®n de congregarse frente al consulado de su pa¨ªs en Dub¨¢i, a pesar del confinamiento y de que las manifestaciones son ilegales.
Su caso no es ¨²nico. Apenas tres d¨ªas despu¨¦s de que los consulados indios en EAU empezaran a registrar a quienes desean volver, la lista superaba 150.000, la mitad de ellos del Estado de Kerala. Eso da una idea de que son muchos m¨¢s, ya que las autoridades de Kerala (2,5 millones de emigrantes, el 90% en los pa¨ªses del Golfo), que iniciaron antes el proceso, tienen apuntados a 400.000, 175.000 de ellos en EAU.
La India y Pakist¨¢n, de donde proceden la mayor¨ªa de los inmigrantes en toda la regi¨®n, cerraron sus fronteras a finales de marzo y dijeron no tener capacidad para aislar a los trabajadores retornados. Temen, adem¨¢s, que muchos puedan haberse contagiado dadas las condiciones de hacinamiento en las que viven. EAU (donde trabajan 3,4 millones de indios y 1,2 millones de paquistan¨ªes) amenaz¨® a mediados de abril con limitarles el n¨²mero de visados de trabajo si no readmit¨ªan a sus ciudadanos. Al final, ambos han aceptado recibir los vuelos de repatriaci¨®n, aunque los de la India a¨²n no han comenzado.
Otros, como Banglad¨¦s o Filipinas han optado por enviar fondos a sus Embajadas para ayudar a aquellos nacionales que se han quedado sin ingresos. Pero tambi¨¦n ha habido quien no ha tenido opci¨®n: Qatar expuls?? a varios cientos de nepal¨ªes a mediados de marzo, seg¨²n Amnist¨ªa Internacional, y Arabia Saud¨ª hizo lo mismo poco despu¨¦s con 3.000 et¨ªopes, seg¨²n la ONU.
La OIT ha advertido del riesgo de un rebrote del virus si no se dan las condiciones adecuadas para el regreso de los trabajadores. ¡°Algunos inmigrantes africanos ni siquiera disponen de representaci¨®n diplom¨¢tica en el pa¨ªs de destino¡±, explica Cholewinski, que menciona un grupo de Madagascar en Kuwait, cuya Embajada m¨¢s cercana se encuentra en Arabia Saud¨ª.
Y muchos simplemente tienen miedo. Las actividades esenciales recaen sobre sus espaldas. Son extranjeros la mayor¨ªa de los empleados en hospitales (en todos los niveles), servicios de limpieza y desinfecci¨®n, supermercados, empresas de entregas a domicilio o en las obras que no han parado (como las instalaciones de la Expo de Dub¨¢i o los estadios del Mundial de Qatar). Tambi¨¦n la mayor¨ªa de los enfermos de covid-19: Aunque los pa¨ªses del Golfo no han facilitado datos desglosados, las informaciones publicadas y fuentes m¨¦dicas apuntan a que suman cuatro de cada cinco casos detectados.
¡°Nos toman la temperatura a diario, pero somos ocho en la habitaci¨®n y si uno se contagia caeremos todos enfermos. Veo en las noticias que se muere mucha gente y preferir¨ªa estar con mi familia, pero mientras tenga trabajo¡¡±, conf¨ªa preocupado Varun, un conserje de Hyderabad.
Arabia Saud¨ª, Emiratos, Qatar y Bahr¨¦in han anunciado que cubren las pruebas y el tratamiento a quienes den positivo, incluso si carecen de papeles. De hecho, han expandido su programa de detecci¨®n tras encontrar brotes en algunos barrios. ¡°Son medidas positivas, pero no podemos verificarlas¡±, se?ala Hiba Zayadin, investigadora de Human Rights Watch. En su opini¨®n, los trabajadores deber¨ªan poder permanecer en los pa¨ªses de residencia. ¡°El intento de deportar en masa a los despedidos e indocumentados pone de relieve que los gobernantes ven como desechables a los hombres y mujeres que sustentan sus econom¨ªas¡±, denuncia.
Brotes xen¨®fobos
A pesar de los mensajes solidarios lanzados por las autoridades y la enorme dependencia que las sociedades de la pen¨ªnsula Ar¨¢biga tienen de los trabajadores extranjeros, la pandemia tambi¨¦n ha desatado reacciones xenof¨®bicas. En Bahr¨¦in se hizo viral un v¨ªdeo en el que un hombre se quejaba de que estaban tratando a los inmigrantes al lado de los nacionales. Hayat al Fahad, una popular actriz de Kuwait, lleg¨® a declarar en televisi¨®n que su pa¨ªs estaba ¡°harto¡± de ellos y sugiri¨® que se ¡°los echara al desierto¡± para liberar camas de hospital para los kuwait¨ªes. Sus palabras fueron duramente criticadas en las redes sociales. En medio de la controversia, Tariq al Mehyas, un poeta emirat¨ª, intent¨® echarle un capote, pero solo empeor¨® las cosas. ¡°Cuando decimos ¡®migrantes¡¯ nos referimos a los asi¨¢ticos [no a los ¨¢rabes]. (¡) ?No esperar¨¢n que en Kuwait, Arabia Saud¨ª o Emiratos equiparemos a un bengal¨ª con un egipcio? ?Dios nos libre!", manifest¨® en un v¨ªdeo. El incidente motiv¨® su detenci¨®n por hacer ¡°comentarios racistas¡±.