La maldici¨®n persigue a la presa del Nilo
Egipto y Etiop¨ªa buscan el favor de Sud¨¢n para resolver d¨¦cadas de disputas por el embalse del Renacimiento
El tiempo para llegar a alg¨²n acuerdo sobre c¨®mo gestionar la mastod¨®ntica presa que Etiop¨ªa est¨¢ levantando en el Nilo se agota, y las partes involucradas siguen bloqueadas en un tenso punto muerto. Egipto y Sud¨¢n, los dos pa¨ªses situados aguas abajo del embalse del Renacimiento, han rechazado recientemente una propuesta del Gobierno de Adis Abeba sobre la fase inicial del llenado, prevista ya para este verano, y reclaman que se negocie un entendimiento final, seg¨²n avanza el diario egipc...
El tiempo para llegar a alg¨²n acuerdo sobre c¨®mo gestionar la mastod¨®ntica presa que Etiop¨ªa est¨¢ levantando en el Nilo se agota, y las partes involucradas siguen bloqueadas en un tenso punto muerto. Egipto y Sud¨¢n, los dos pa¨ªses situados aguas abajo del embalse del Renacimiento, han rechazado recientemente una propuesta del Gobierno de Adis Abeba sobre la fase inicial del llenado, prevista ya para este verano, y reclaman que se negocie un entendimiento final, seg¨²n avanza el diario egipcio Mada Masr. El Cairo se opone frontalmente a la puesta en marcha del embalse sin un pacto previo, pero Adis Abeba insiste en que va a seguir con sus planes, con o sin acuerdo.
Levantada sobre el principal afluente del Nilo, el Nilo Azul, la presa del Renacimiento est¨¢ llamada a ser la mayor represa hidroel¨¦ctrica de ?frica, y seg¨²n los ¨²ltimos anuncios de Adis Abeba, se ha completado ya en un 73%. Para Etiop¨ªa, que estima que la obra aumentar¨¢ un 115% su capacidad de generar energ¨ªa, se trata de un proyecto esencial para el desarrollo del pa¨ªs. Pero Egipto, que depende del agua del r¨ªo en un 98%, teme que la construcci¨®n agrave fat¨ªdicamente su acceso a este preciado recurso.
En febrero, tras m¨¢s de una d¨¦cada de infructuosos intentos, estaba previsto que los tres pa¨ªses afectados firmaran un acuerdo auspiciado por Estados Unidos sobre el llenado y la gesti¨®n de la represa. En el ¨²ltimo momento, sin embargo, la delegaci¨®n et¨ªope se retir¨®, dejando la propuesta tocada y el proceso de negociaciones una vez m¨¢s estancado.
¡°Lo que vivimos en Washington fue una gran decepci¨®n¡±, admite el embajador Mohamed Hegazy, antiguo asistente del ministro de Exteriores y pr¨®ximo al equipo de negociaci¨®n. ¡°El documento estaba casi terminado¡±, agrega este diplom¨¢tico egipcio, destacando que la ausencia final de Etiop¨ªa en la capital estadounidense ha situado las relaciones bilaterales en ¡°un punto donde no deber¨ªan encontrarse¡±.
Adis Abeba quiere reabrir las negociaciones, pero El Cairo se niega a enterrar el texto de Washington y acusa a los et¨ªopes de adoptar una pol¨ªtica obstruccionista con el fin de acabar imponiendo un hecho consumado a los pa¨ªses ribere?os, tal y como recoge un documento de marzo del Ministerio de Asuntos Exteriores egipcio.
¡°Lo que Egipto est¨¢ intentando ahora es trabajar con Sud¨¢n y Etiop¨ªa a trav¨¦s de diplomacia directa e indirecta para regresar a la mesa de negociaci¨®n¡±, reconoce Hegazy, que defiende un proyecto integral de desarrollo regional a partir de la presa. ¡°No tiene sentido recurrir a otro mediador, a un acto unilateral o a una propuesta de acuerdo parcial. La ¨²nica propuesta aceptable es volver a Washington¡±, sostiene.
Desde el colapso de la iniciativa de EE UU, tanto Etiop¨ªa como Egipto han intensificado su actividad diplom¨¢tica para recabar apoyos. Y Sud¨¢n, atrapado entre el recelo rec¨ªproco de sus dos vecinos, se erige como un aliado cada vez m¨¢s codiciado para ganar influencia en la disputa. Aunque se declara a favor de la presa, Jartum se opone a su puesta en funcionamiento sin un pacto previo, una opci¨®n que le obliga a mantener un dif¨ªcil equilibrio.
La posici¨®n de Jartum, que se encuentra en medio de una fr¨¢gil transici¨®n democr¨¢tica, se ve a¨²n m¨¢s enmara?ada por la falta de consenso entre sus propios l¨ªderes. Por un lado, los militares son m¨¢s cercanos al presidente egipcio, el exmariscal Abdelfat¨¢ al Sisi, mientras que los civiles, con el primer ministro Abdalla Hamdok al frente, son considerados m¨¢s favorables al jefe del Gobierno et¨ªope, Abiy Ahmed.
Etiop¨ªa y Egipto han hecho en las ¨²ltimas semanas concesiones notables a Sud¨¢n, con la clara intenci¨®n de sumar al tercero en discordia a sus respectivas causas. A mediados de abril, Adis Abeba cedi¨® a Jartum un territorio fronterizo que ambos se hab¨ªan disputado durante a?os. D¨ªas antes, el Gobierno sudan¨¦s hab¨ªa anunciado la conexi¨®n de su red el¨¦ctrica con la egipcia tras una inversi¨®n millonaria de El Cairo para paliar el d¨¦ficit de suministro el¨¦ctrico que sufre Sud¨¢n. Adis Abeba tambi¨¦n se ofrece a cubrir esa carencia una vez que la presa se encuentre a pleno rendimiento.
Por si todo esto fuera poco, el estallido de la pandemia del coronavirus representa un desaf¨ªo a?adido para las partes implicadas en la presa del Renacimiento. Para William Davison, analista para Etiop¨ªa del International Crisis Group, el coronavirus ha provocado que Etiop¨ªa, Sud¨¢n y Egipto est¨¦n ahora significativamente ocupados en otras cuestiones, e impide la celebraci¨®n de reuniones para que las negociaciones puedan progresar. Unas limitaciones que afectan especialmente a los actores externos involucrados en las conversaciones, como Estados Unidos, que se hab¨ªan comprometido a seguir haciendo esfuerzos para lograr un acuerdo.
A pesar de que Etiop¨ªa ha asegurado que no detendr¨¢ las obras, Davison se?ala que la pandemia puede provocar nuevas demoras en su construcci¨®n, debido a que algunos de sus materiales deben ser importados.