Adi¨®s a la periodista que viv¨ªa en la frontera invisible de Jerusal¨¦n
Muere a los 48 a?os Ana Alba, corresponsal espa?ola en Oriente Pr¨®ximo, a causa de un c¨¢ncer
Sus compa?eros de profesi¨®n no olvidar¨¢n f¨¢cilmente su esfuerzo adicional, la milla extra que sol¨ªa recorrer, para ofrecer el rostro m¨¢s humano de la noticia en un territorio muchas veces hostil a los informadores. Ana Alba (Barcelona, 1971), corresponsal de El Peri¨®dico de Catalunya para Israel y Palestina, falleci¨® el mi¨¦rcoles en su ciudad natal a causa del c¨¢ncer que padec¨ªa desde hace tres a?os. Deja una ausencia irremplazable en la menguante co...
Sus compa?eros de profesi¨®n no olvidar¨¢n f¨¢cilmente su esfuerzo adicional, la milla extra que sol¨ªa recorrer, para ofrecer el rostro m¨¢s humano de la noticia en un territorio muchas veces hostil a los informadores. Ana Alba (Barcelona, 1971), corresponsal de El Peri¨®dico de Catalunya para Israel y Palestina, falleci¨® el mi¨¦rcoles en su ciudad natal a causa del c¨¢ncer que padec¨ªa desde hace tres a?os. Deja una ausencia irremplazable en la menguante comunidad de la prensa espa?ola en Jerusal¨¦n.
Desde 2011 cubr¨ªa como freelance la informaci¨®n del Levante mediterr¨¢neo, una regi¨®n donde los periodistas de plantilla de los medios privados se extinguen como los ¨²ltimos mohicanos. Pese a la precariedad que golpea a la profesi¨®n, no quiso renunciar a una vocaci¨®n de reportera internacional que colmaba su existencia. ¡°Vivir cerca de la frontera invisible que separa la Jerusal¨¦n occidental de la oriental es un privilegio. La melod¨ªa de los muecines que llaman a la oraci¨®n desde las mezquitas llega a tu azotea, como lo hace el canto de las campanas de las iglesias cristianas. Los viernes, cuando cae el sol, el sonido impetuoso de una sirena te recuerda el inicio del sabbat, d¨ªa de descanso jud¨ªo¡±, describi¨® para sus lectores la visi¨®n de la Ciudad Santa que contemplaba desde el terrado del apartamento en el que resid¨ªa en un vetusto edificio de la Obra P¨ªa de los Santos Lugares.
Dos a?os despu¨¦s de licenciarse en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona en 1995, Ana Alba emprendi¨® por libre el camino de los corresponsales y enviados especiales en direcci¨®n a Sarajevo. Tras el paso por la posguerra bosnia, que le dej¨® un profundo poso, cubri¨® durante una d¨¦cada conflictos como los de Kosovo e Irak, revueltas pol¨ªticas en Ir¨¢n y Serbia, como reportera del diario Avui antes de afincarse en Jerusal¨¦n.
El reconocimiento a la calidad de su trabajo y a su esfuerzo le lleg¨® como finalista en 2019 del premio Cirilo Rodr¨ªguez, para periodistas especializados en coberturas internacionales, y ganadora este a?o del galard¨®n Julio Anguita Parrado, por su trayectoria profesional en zonas de conflicto con un enfoque ¡°cercano a los m¨¢s vulnerables¡±.
Fue un honor, un placer reservado a informadores expatriados, compartir con ella una cena de la Pascua jud¨ªa en Tel Aviv junto a diplom¨¢ticos y periodistas extranjeros; sortear la ira de los colonos israel¨ªes desalojados del asentamiento pirata de Amona, en Cisjordania ocupada; atravesar tantas veces el t¨¦trico paso de Erez, en la frontera de Gaza con Israel.
De vuelta a Jerusal¨¦n desde el desolado enclave palestino fue cuando desvel¨®, en 2017, que la enfermedad iba a apartarla ¡°durante un tiempo¡± de Tierra Santa. Regres¨® siempre que pudo ¨Centre intervenciones quir¨²rgicas y sesiones de quimioterapia en Barcelona¨C a la franja de Gaza, a la dividida Hebr¨®n, a su querida Haifa, al terrat de su casa en el bullicio del centro jerosolimitano.
¡°Toda la comunidad de reporteros espa?oles en Jerusal¨¦n la apoy¨® hasta el final¡±, rezaba la nota de p¨¦same que difundi¨® la Asociaci¨®n de la Prensa Extranjera en la Ciudad Santa pocas horas despu¨¦s de su fallecimiento en plena madurez profesional, mientras en las redes sociales colegas y lectores le rend¨ªan un homenaje masivo. Cuando se pregunten en medio de las adversidades del oficio si a¨²n vale la pena el prolongado extra?amiento, la soledad del trabajo en la corresponsal¨ªa, sus compa?eros recordar¨¢n siempre el ejemplo, la vocaci¨®n y la amistad de Ana Alba.