La polic¨ªa israel¨ª detiene a cientos de ultraortodoxos en la fiesta jud¨ªa del fuego en plena pandemia

M¨¢s de 300 jud¨ªos ultraortodoxos fueron detenidos durante la noche del martes en el norte de Israel por violar las restricciones impuestas durante la pandemia. La polic¨ªa arrest¨® sin contemplaciones a los jared¨ªes (los temerosos de Dios), que participaban en la celebraci¨®n de Lag Baomer, una multitudinaria fiesta del juda¨ªsmo marcada por el fuego, en el monte Meron de la Alta Galilea. El Gobierno hab¨ªa prohibido las tradicionales hogueras y limitado a 150 el n¨²mero de asistentes en la conmemoraci¨®n del aniversario de la muerte del rabino m¨ªstico Sim¨®n bar Yojai, ante cuya tumba se desarrollaba la ceremonia principal.

¡°Hab¨ªa cientos de hombres, mujeres y ni?os en el monte Meron violando las regulaciones del estado de emergencia¡±, asegur¨® la polic¨ªa en un comunicado oficial. Los agentes tuvieron que pedir refuerzos para disolver a una masa de ultrarreligiosos, sin mascarillas ni guantes. Se desat¨® un diluvio de piedras y todos tipo de objetos.

La trifulca en la Alta Galilea estuvo precedida en la noche del lunes por concentraciones masivas de ultraortodoxos en las calles de sus principales feudos, como el barrio de Mea Shearim, en Jerusal¨¦n (900.000 habitantes), o en Beit Shemesh (60.000 vecinos), 40 kil¨®metros al oeste de la Ciudad Santa. En el estado actual de la desescalada de las medidas de contenci¨®n de la covid-19, las autoridades solo permiten las reuniones de hasta 50 personas, siempre y cuando mantengan el distanciamiento f¨ªsico. Las aglomeraciones de jared¨ªes se reprodujeron en la noche del martes en Jerusal¨¦n durante las celebraciones finales de Lag Baomer en Mea Shearim.

Cerca de las tres cuartas partes de los 16.500 israel¨ªes contagiados por el coronavirus pertenecen a la comunidad ultraortodoxa, que representa poco m¨¢s del 10% de la poblaci¨®n del Estado jud¨ªo. El Gobierno tuvo que clausurar varias de sus ciudades y suburbios, como el de Bnei Brak (200.000 habitantes), en la periferia de Tel Aviv, as¨ª como una decena de barrios ultrarreligisosos en Jerusal¨¦n. El primer ministro, Benjam¨ªn Netanyahu, conden¨® el martes la violaci¨®n de las restricciones sanitarias, mientras responsables de su Ejecutivo advert¨ªan de que se reinstaurar¨¢n las medidas de clausura de ¨¢reas residenciales de los temerosos de Dios ¨Clas m¨¢s afectadas por la covid-19¨C si se produce un rebrote de la pandemia, que en Israel lleva semanas de decrecimiento.

El canal 12 de la televisi¨®n israel¨ª inform¨® de que un grupo de 200 jared¨ªes alquil¨® un avi¨®n de pasajeros de la compa?¨ªa Israir para sobrevolar a baja altitud el monte Mearon. La misma emisora televisiva mostr¨® im¨¢genes del interior de la aeronave en las que los ultraortodoxos se agolpaban en las ventanillas sin mantener las normas de seguridad establecidas por el Ministerio de Sanidad.

Adem¨¢s de haber sufrido con mayor intensidad la plaga del coronavirus, los jared¨ªes se han visto marcados por el estigma social de multiplicar el contagio al resto de la poblaci¨®n ¨Cque ha acatado confinamientos y toques de queda¨C al ignorar las medidas de contenci¨®n. Despu¨¦s de haber apuntalado en el poder a Netanyahu desde hace cinco a?os, los partidos religiosos aspiran a seguir manteniendo la generosa financiaci¨®n p¨²blica de sus centros educativos y sociales a partir del jueves en el seno de la nueva coalici¨®n, pactada por el primer ministro conservador con el centrista Benny Gantz.

El ministro de Sanidad, el ultraortodoxo de la UTJ Jacob Litzman, ha dirigido la estrategia contra el coronavirus y se ha convertido en blanco de las cr¨ªticas al haber dado positivo tras asistir a un multitudinario rezo en una sinagoga. Finalmente ha acabado renunciado a la cartera. En el rito jud¨ªo que sigue Liztman, muchos l¨ªderes ultrarreligiosos consideran que el estudio de la Tor¨¢ basta para proteger a la comunidad jud¨ªa de todo peligro.