El asesor de Boris Johnson y gur¨² del Brexit, en el punto de mira por saltarse el confinamiento

El equipo de Boris Johnson se ha dedicado intensamente en las ¨²ltimas horas a defender a Dominic Cummings, el gur¨² del primer ministro e ide¨®logo de la campa?a del Brexit, despu¨¦s de que los diarios The Daily Mirror y The Guardian revelaran, en una investigaci¨®n conjunta, que el asesor se salt¨® las reglas de confinamiento al principio de la pandemia. Apenas un d¨ªa despu¨¦s de que Johnson, el 27 de marzo, anunciara que hab¨ªa dado positivo por coronavirus y decidiera aislarse en Downing Street, las c¨¢maras captaron a un huidizo Cummings que abandonaba pr¨¢cticamente a la carrera el edificio del Gobierno. Se supo poco despu¨¦s que tambi¨¦n hab¨ªa comenzado a desarrollar los s¨ªntomas de la enfermedad.

La novedad, conocida ahora, es que el controvertido estratega decidi¨® viajar en ese momento, junto con su esposa y su hijo menor, a la finca que sus padres tienen en la localidad de Durham, a m¨¢s de 400 kil¨®metros de Londres. Para entonces, el Gobierno ya hab¨ªa indicado a la poblaci¨®n que no se realizaran desplazamientos que no fueran esenciales. Un vecino dio la voz de alarma al ver a Cummings en la entrada de la propiedad mientras se pod¨ªa o¨ªr a todo volumen el Dancing Queen de ABBA. La polic¨ªa local de Durham ha ratificado que recibi¨® la denuncia: ¡°Nuestros agentes contactaron con los due?os de la residencia, quienes confirmaron que el individuo en cuesti¨®n estaba presente y se manten¨ªa en aislamiento individual en una zona concreta de la casa¡±, ha dicho un portavoz.

Downing Street insiste en asegurar que Cummings no quebr¨® las normas, pero ha sido incapaz de explicar por qu¨¦ se mantuvo oculto el asunto durante tantas semanas. ¡°Su esposa se hallaba entonces infectada de lo que sospech¨® era el coronavirus y las probabilidades de que ¨¦l desarrollara s¨ªntomas eran muy altas, por lo que resultaba esencial para Dominic Cummings asegurarse de que su hijo menor ser¨ªa atendido adecuadamente. Su hermana y sus sobrinas le ofrecieron ayuda, as¨ª que fue hasta una casa cercana pero separada de la de su familia por si necesitaba su ayuda. Su hermana hizo las compras para ellos y se las dejaba en la puerta¡±, ha dicho un portavoz del Gobierno.

Explicaciones que en otro caso hubieran podido resultar razonables no han servido sin embargo para aplacar las peticiones de dimisi¨®n de Cummings, un personaje pol¨ªtico que se ha creado multitud de enemigos durante los ¨²ltimos a?os. ¡°Creo que el primer ministro necesita entender lo doloroso que este confinamiento ha sido para muchas familias y todos los sacrificios que el pa¨ªs ha tenido que hacer¡±, ha asegurado en la BBC Dave Penman, el secretario general de FDA (el sindicato que representa a los altos funcionarios). Todo lo que haga Cummings, ha venido a sugerir Penman, ¡°lo hace b¨¢sicamente en nombre del primer ministro (...) Tiene una responsabilidad constitucional de explicar las acciones de su asesor, porque era algo de lo que supo durante seis semanas".

A las puertas de su domicilio, Cummings se ha mostrado este s¨¢bado desafiante ante los periodistas que reclamaban una explicaci¨®n de su conducta. ¡°?A qui¨¦n le importa la imagen? Lo importante es haber hecho lo correcto¡±, ha declarado el asesor de Johnson mientras exig¨ªa a los fot¨®grafos, que rodeaban las puertas de su casa, que se echaran atr¨¢s y respetaran la distancia social de dos metros.

La oposici¨®n laborista ha reclamado explicaciones con urgencia y presiona para cobrarse una cabeza tan preciada para Johnson. Y desde las filas conservadoras tambi¨¦n han surgido voces cr¨ªticas que han se?alado que se trata de un asunto lo suficientemente serio como para ser despachado con un simple comunicado. Entre ellas, la de David Lidington, el jefe de Gabinete de la ex primera ministra, Theresa May: ¡°Downing Street va a tener que abordar este asunto, o si no la disposici¨®n de los ciudadanos a seguir las normas y recomendaciones oficiales se puede ver afectada con historias como esta¡±, ha dicho a la BBC. En el momento en que Cummings decidi¨® desplazarse, el propio Johnson ya hab¨ªa dejado claro a la poblaci¨®n brit¨¢nica que ¡°no deb¨ªa visitar a miembros de la familia que no vivieran en su mismo domicilio, y que el modo de permanecer en contacto con ellos deb¨ªa ser a trav¨¦s del tel¨¦fono o de videollamadas¡±.

No es la primera vez que uno de los asesores clave de Downing Street en esta crisis se ve envuelto en la pol¨¦mica. El profesor Neil Ferguson, autor del famoso informe que forz¨® a Johnson a dar un giro radical en su estrategia contra la pandemia, tuvo que renunciar a su puesto en el comit¨¦ cient¨ªfico asesor cuando se supo que hab¨ªa permitido hasta en dos ocasiones que su amante le visitara en casa salt¨¢ndose las reglas oficiales. Pero el caso de Cummings es diferente, y para la oposici¨®n (y sus enemigos dentro del partido conservador) un asunto de caza mayor. Su conocida soberbia y desprecio hacia todos los pol¨ªticos que cuestionaron sus estrategias, durante la campa?a del refer¨¦ndum del Brexit o como asesor de Johnson una vez nombrado primer ministro, le han colocado ahora en una situaci¨®n delicada. Mucho m¨¢s si se recuerda que fue ¨¦l, seg¨²n el diario The Times, quien defendi¨® en un primer momento que se persiguiera la famosa ¡°inmunidad de grupo¡±, es decir, que se permitiera el contagio incontrolado de parte de poblaci¨®n para frenar a medio plazo la transmisi¨®n del virus. Es cierto que poco despu¨¦s Cummings, junto al propio Johnson, se convirti¨® en uno de los miembros del n¨²cleo duro del Gobierno m¨¢s partidario de endurecer y sostener en el tiempo las medidas de confinamiento. Aunque, como se ha visto ahora, en su caso aplicara una excepci¨®n.