El movimiento antirracista de Estados Unidos se hace fuerte en el d¨ªa de la libertad
El Juneteenth, que conmemora la liberaci¨®n hace 155 a?os de los negros esclavizados, resuena como nunca antes por todo el pa¨ªs con marchas, actos e iniciativas para convertirlo en fecha festiva
A un mes de la muerte de George Floyd a manos de la polic¨ªa, el movimiento por la justicia racial que agita Estados Unidos celebra este viernes su 4 de julio. No es cierto que ¡°nadie hab¨ªa o¨ªdo hablar¡± hasta ahora del Juneteenth, como asegur¨® Donald Trump. Pero esta celebraci¨®n, que conmemora cada 19 de junio la liberaci¨®n, hace 155 a?os, de los negros esclavizados, cobra este viernes un renovado vigor. Hay marchas y actos por todo el pa¨ªs, grandes empresas y administraciones han dado a sus trabajadores el d¨ªa libre, y el Congreso debate declararlo d¨ªa festivo nacional.
La marcha, una de las decenas programadas este viernes en Washington, se detiene a las puertas de la hist¨®rica casa de Frederick Douglass, en el sureste de Washington, para rendir tribut¨® al hombre negro que escap¨® de la esclavitud en Maryland y se convirti¨® en una leyenda del movimiento abolicionista. Un joven agarra el meg¨¢fono y lee un fragmento de un discurso que el propio Douglass recit¨® en 1852: ¡°?Qu¨¦ es, para el esclavo negro, el 4 de julio? Yo respondo: un d¨ªa que le revela, m¨¢s que todos los otros d¨ªas del a?o, la repugnante injusticia y crueldad de la que es la v¨ªctima constante¡±.
Los congregados aplauden, corean ¡°Black lives matter¡± (¡°Las vidas negras importan¡±). La Declaraci¨®n de Independencia, que se conmemora el 4 de julio en la fiesta nacional, no supuso la libertad para todos los estadounidenses. Tampoco la Declaraci¨®n de Emancipaci¨®n, emitida por el presidente Abraham Lincoln el 1 de enero de 1863. Hubo que esperar dos a?os y medio m¨¢s, hasta el 19 de junio de 1865, dos meses despu¨¦s del final de la guerra civil. Los esclavos se levantaron en las plantaciones como siempre, salieron al campo a recoger algod¨®n, a producir az¨²car. Algunos ya se fugaban, otros realizaban peque?os actos de resistencia. Pero ninguno era libre hasta que, ese d¨ªa, el general Gordon Granger lleg¨® con 2.000 soldados del ej¨¦rcito de la Uni¨®n a la isla de Galveston, en la costa texana, y pronunci¨® una proclamaci¨®n. ¡°La gente de Texas est¨¢ informada¡±, dijo, ¡°de que los esclavos son libres¡±.
Desde ese d¨ªa, la comunidad afroamericana de Estados Unidos, primero en privado y luego en p¨²blico, a medida que avanzaba el movimiento de los derechos civiles en el siglo XX, celebra el Juneteenth. A pesar de que el jueves, en una entrevista en The Wall Street Journal, el presidente Donald Trump asegurara que ¡°nadie hab¨ªa o¨ªdo hablar¡± de la celebraci¨®n hasta que ¨¦l decidi¨® celebrar ese d¨ªa en Tulsa (Oklahoma) su primer mitin pol¨ªtico desde la irrupci¨®n de la pandemia del coronavirus, antes de decidir retrasarlo 24 horas tras el clamor de una comunidad negra encendida. ¡°Hice algo bueno¡±, dijo el presidente, ¡°hice muy famoso el Juneteenth¡±.
Pero ha sido el movimiento de protestas que recorre el pa¨ªs tras la muerte del afroamericano George Floyd a manos de la polic¨ªa, hace ya casi un mes, el que ha hecho que millones de estadounidenses celebren este viernes el Juneteenth como nunca antes en la historia. Hay manifestaciones y actos convocados por todo Estados Unidos. Grandes compa?¨ªas como Twitter, Google o Nike lo han convertido este a?o en d¨ªa festivo para sus trabajadores, igual que la liga de f¨²tbol americano (NFL). Estados como Nueva York y Virginia han dado el d¨ªa libre a sus funcionarios. Y hay una iniciativa en el Congreso, promovida por senadores republicanos y dem¨®cratas, para convertirlo en d¨ªa festivo a nivel federal.
Este viernes el Juneteenth resuena, de una manera nueva, por todo el pa¨ªs. ¡°Hoy es el verdadero d¨ªa de la libertad¡±, explica Kennon King, profesor de 30 a?os. ¡°Yo soy de Houston, y en Texas siempre lo hemos celebrado. Pero en tiempos como estos adquiere un significado mayor, se magnifica. Ahora estamos m¨¢s empoderados, pero no debemos olvidar que 155 a?os no es tanto tiempo. Nosotros, por ser negros, tenemos que tener m¨¢s cuidado. Tener cuidado de c¨®mo nos comportamos. Mirar siempre qu¨¦ gente hay a nuestro alrededor, ser cautos. Tragedias como la de George Floyd nos demuestran que a¨²n estamos lejos de conseguir la igualdad para todos¡±.
¡°Para m¨ª es importante por mis hijas¡±, asegura Asialon Brown, de 35 a?os, madre de dos ni?as, de 10 y 11 a?os. ¡°Esto que estamos viviendo va a ser parte de su historia. Es emocionante que est¨¦n formando parte de ella, pero tambi¨¦n es triste porque es la constataci¨®n de que la historia se repite. Nuestro genocidio no ha parado desde la esclavitud. F¨ªjese: mi hija peque?a, Jazmin, quer¨ªa ser polic¨ªa. Pero despu¨¦s de ver el v¨ªdeo de la muerte de George Floyd ya no quiere serlo. Tan solo tiene 10 a?os, ?qu¨¦ cree que habr¨¢ pensado? Vivimos en un sistema que no est¨¢ construido para nosotros¡±.
Reformas legislativas, revisionismo del patrimonio iconogr¨¢fico del pa¨ªs. Las protestas por la muerte de Floyd se han transformado en una conversaci¨®n nacional sobre el racismo estructural en Estados Unidos. Y uno de sus legados va camino de ser la consolidaci¨®n de Juneteenth como celebraci¨®n nacional.
Donald Trump tambi¨¦n ha imprimido su sello en la conmemoraci¨®n de este a?o. El presidente hab¨ªa escogido este viernes precisamente para volver a los m¨ªtines multitudinarios tras meses de par¨®n por las restricciones m¨¢s severas de la pandemia. El lugar es Tulsa, ciudad eminentemente trumpista pero tambi¨¦n se?alada por la masacre racista que tuvo lugar en la primavera de 1921, cuando una turba de blancos violentos atac¨® un barrio afroamericano durante d¨ªas y caus¨® una cifra de muertos que los historiadores sit¨²an en 300.
Presionado por la ola de movilizaciones, el presidente acab¨® por posponer la cita un d¨ªa con el fin de dejar el Juneteenth libre de campa?a pol¨ªtica. Este s¨¢bado se intuye caliente, pues en paralelo al mitin de Trump se han convocado tambi¨¦n protestas contra la injusticia racial, que el republicano ha cuestionado al poner el acento en los episodios violentos.
Este viernes, en su cuenta de Twitter, el presidente ha lanzado un mensaje amenazante sin distinguir a unos de otros: ¡°Cualquier manifestante, anarquista, agitador, saqueador o escoria que vaya a Oklahoma, por favor, que entienda que no van a ser tratados como en Nueva York, Seattle o Minneapolis [ciudades con alcaldes progresistas]. ?Ser¨¢ un escenario muy diferente!¡±.
El alcalde republicano de Tulsa, George Bynum, declar¨® ¡°emergencia civil¡± y decretado un toque de queda en los alrededores del pabell¨®n deportivo, con capacidad para 19.000 personas, donde el presidente celebrar¨¢ su mitin. Bynum explic¨® que hab¨ªa recibido informaciones de que ¡°personas de grupos organizados que han estado involucrados en comportamientos destructivos y violentos en otros Estados planean viajar a Tulsa para causar disturbios en los alrededores del mitin¡±. Horas despu¨¦s lo cancel¨® alegando que ya no ve¨ªa necesario.
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