El calvario de la esposa de un espa?ol por tirar dos banderas en el este de Ucrania
Una mujer sufre dos semanas de turbia detenci¨®n y una expulsi¨®n por rechazar s¨ªmbolos rusos
La ucraniana Yevguenia Yepez Vinueza (de soltera Lukienko), esposa de un ciudadano espa?ol, apareci¨® como un fantasma el 20 de junio por la ma?ana en la tierra de nadie entre los puestos de control de los secesionistas prorrusos del Este de Ucrania y los de las fuerzas leales a Kiev. A causa del coronavirus, el tr¨¢nsito de viajeros a trav¨¦s de la denominada ¡°l¨ªnea de separaci¨®n¡± estaba suspendido y dos adormecidos soldados ucranianos n...
La ucraniana Yevguenia Yepez Vinueza (de soltera Lukienko), esposa de un ciudadano espa?ol, apareci¨® como un fantasma el 20 de junio por la ma?ana en la tierra de nadie entre los puestos de control de los secesionistas prorrusos del Este de Ucrania y los de las fuerzas leales a Kiev. A causa del coronavirus, el tr¨¢nsito de viajeros a trav¨¦s de la denominada ¡°l¨ªnea de separaci¨®n¡± estaba suspendido y dos adormecidos soldados ucranianos no daban cr¨¦dito cuando la mujer dej¨® en el suelo la maleta con la que hab¨ªa recorrido a pie un par de kil¨®metros desde el ¡°otro lado¡± y grit¨® algo atemorizada ¡°?Hay alguien ah¨ª?¡±
Yepez Vinuesa, que reside en Valencia junto con su esposo Hannibal, contaba as¨ª por tel¨¦fono a EL PA?S el fin de la odisea que comenz¨® el 3 de junio a causa de dos banderas que ella no deseaba, una tricolor rusa y otra, tambi¨¦n tricolor, de la autodenominada Rep¨²blica Popular de Donetsk (RPD). Desde la localidad de Kur¨¢jove, donde durante dos d¨ªas se ha alojado en espera de transporte para Kiev, Yevguenia relat¨® a este peri¨®dico lo que le sucedi¨® en Donetsk, su ciudad natal, donde se encontraba temporalmente para ocuparse del apartamento familiar, cerrado y vac¨ªo desde hace a?os.
Donetsk estaba siendo engalanado para celebrar el d¨ªa de Rusia (12 de junio) y el c¨¦ntrico y s¨®lido apartamento donde vivieron los padres de Yevguenia y ella misma en su juventud est¨¢ en una cuarta planta y da a la avenida Artiom, la principal arteria urbana. Por la ma?ana, sin su permiso, unos operarios municipales le colgaron una bandera rusa en el balc¨®n. Yevguenia protest¨® y desat¨® la bandera, que cay¨® a la calle. Por la tarde, en el mismo lugar, le colgaron otra bandera, esta vez de la RPD, que la mujer arranc¨® y tir¨® al cubo de la basura. ¡°Lo que se cuelga de mi balc¨®n lo decido yo, sobre todo si es una bandera o un atributo pol¨ªtico¡±, afirma, indignada todav¨ªa.
Por la noche, un grupo de ocho agentes del Ministerio de Seguridad de la RPD aporre¨® la puerta de su apartamento exigiendo que se les abriera. Cuando por fin les dej¨® entrar, inquirieron por la bandera de la RPD. Esta estaba ya en una bolsa de basura que Yevguenia hab¨ªa depositado en el contenedor de desperdicios del patio de vecindad. ¡°Fuimos con los agentes al contenedor, encontramos la bolsa, sacamos la bandera, la fotografiaron y me incoaron una causa penal por insultar los s¨ªmbolos estatales. Me interrogaron y me dijeron que pod¨ªa estar largo tiempo en la c¨¢rcel por lo que hab¨ªa hecho¡±, explica.
Aquella noche Yevguenia la pas¨® en comisaria, pero al d¨ªa siguiente, con la cabeza enfundada en una bolsa de pl¨¢stico, fue trasladada a Izolatzia, la antigua f¨¢brica de aislamiento y galer¨ªa de arte que fue transformada en prisi¨®n pol¨ªtica por los secesionistas en 2014. ¡°Pas¨¦ verdadero miedo, los guardianes ten¨ªan un trato agresivo y estaba prohibido mirarlos a la cara. Si entraban en mi celda, un cub¨ªculo de dos metros de lado sin ventanas, deb¨ªa volverme cara a la pared¡±, afirma la mujer. ¡°Los guardianes me amenazaban con llevarme al s¨®tano si no aprend¨ªa a comportarme. Creo que eran gentes con mentalidad deformada y rasgos s¨¢dicos. Todo lo que hab¨ªa en la celda era un cubo y un par de botellas de agua. Estaba prohibido tenderse en la cama desde las seis de la ma?ana a las diez de la noche y a lo sumo pod¨ªa permanecer sentada. Me dijeron que estaba arrestada para 30 d¨ªas, pero que pod¨ªa pasarme a?os esperando juicio¡±.
Tras la jornada en Izolazia, la llevaron a otro lugar de la ciudad, a un calabozo preventivo que le ¡°pareci¨® un hotel de cinco estrellas y donde compart¨ªa celda con dos mujeres acusadas de delitos comunes¡±. ¡°El 20 de junio por la ma?ana me llevaron a un juicio decorativo y ya no me acusaron de ofender a los s¨ªmbolos del Estado, sino de desorden p¨²blico. Entend¨ª que fuera hab¨ªa habido una movilizaci¨®n a mi favor y que eso hab¨ªa cambiado la actitud de mis carceleros. La juez, que ten¨ªa aspecto de cansada, me impuso una multa de 238 rublos (cerca de tres euros) y me pregunt¨® si ten¨ªa dinero para pagarla¡±. No le dieron tiempo a saldarla. ¡°Los agentes de seguridad me llevaron al apartamento y me dieron 20 minutos para recoger mis cosas. No me dejaron sacar las fotos de mis abuelos ni mis cuadros y tom¨¦ objetos in¨²tiles¡±. Con ellos cargada, los agentes la dejaron en la ¡°linea de contacto¡±. ¡°Estoy segura de que en mi liberaci¨®n influy¨® la movilizaci¨®n a mi favor por parte de organizaciones internacionales y embajadas, y tambi¨¦n porque mi marido es espa?ol. Soy una privilegiada porque tengo a alguien que ha luchado por m¨ª, pero hay otra gente encerrada aqu¨ª que no tiene a nadie fuera¡±, afirma desde Kur¨¢jove.
Yevguenia, de 54 a?os, y su esposo Hannibal, de 53, se conocieron en 1990 cuando ambos eran estudiantes en Donetsk, ella de Administraci¨®n de empresas y Econom¨ªa, y ¨¦l, del Instituto Polit¨¦cnico, donde cursaba estudios de ingeniero el¨¦ctrico. Hannibal es ecuatoriano de origen y lleg¨® a Donetsk en 1986 con una beca de la URSS. En 1996 se trasladaron a Espa?a.
Yevguenia hab¨ªa visitado Donetsk por ¨²ltima vez en 2011 y sent¨ªa nostalgia. As¨ª que, seg¨²n cont¨® Hannibal por tel¨¦fono, a fines de noviembre de 2019 emprendi¨® viaje a su ciudad natal y all¨ª se apunt¨® a clases de costura y se dedic¨® a pintar. Poco imaginaba entonces c¨®mo hab¨ªa cambiado la localidad, donde sus padres y sus abuelos fueron profesores universitarios.
Las autoridades de hecho de la RPD no comentaron el caso oficialmente y ninguna de las fuentes contactadas durante m¨¢s de una semana por esta corresponsal dio raz¨®n sobre d¨®nde y c¨®mo se encontraba Yepez Vinuesa. Su esposo hab¨ªa informado del caso a la defensora de derechos humanos de la RPD, Daria Morozova, a la polic¨ªa de Donetsk, al Ministerio de Seguridad y la Fiscal¨ªa de la RPD. El caso fue divulgado por Denis Kazanskyi, un periodista que ha denunciado en diferentes ocasiones a los secesionistas. Esta circunstancia por lo visto irrit¨® en los medios de seguridad de la RPD, que tildan al periodista de ¡°provocador¡±. Kazanskyi es oriundo de Donetsk y huy¨® de all¨ª en 2014. Por deseo del primer vicepresidente del Gobierno de Ucrania, Alex¨¦i R¨¦znikov, este mes Kazanskyi y Sergu¨¦i Garmash, tambi¨¦n periodista, han sido incluidos en el equipo de Kiev que bajo los auspicios de la Organizaci¨®n para la Seguridad y la Cooperaci¨®n en Europa (OSCE) negocia con los secesionistas y los representantes rusos en Minsk.
La incorporaci¨®n de Kazanskyi y Garmash al equipo negociador ucraniano es parte de la nueva estrategia de Kiev para incluir a los desplazados de Donb¨¢s en el ¨²nico cauce de di¨¢logo existente entre Ucrania y los secesionistas. La administraci¨®n del presidente Volod¨ªmir Zelenski pretende as¨ª minimizar el peso de los dirigentes secesionistas apoyados por Rusia, quienes de hecho son ya hoy ciudadanos rusos gracias a la pol¨ªtica de reparto de pasaportes emprendida en 2019 por el presidente Vlad¨ªmir Putin. El generoso reparto ha generado ya cerca de 200.000 nuevos ciudadanos rusos en los territorios no controlados por Kiev.
¡°Somos inc¨®modos para estos bandidos porque somos testigos de sus delitos y no nos vamos a callar¡±, ha dicho Kazanskyi, que no reconoce la legitimidad de los representantes de RPD y la Rep¨²blica Popular de Lugansk (RPL) y se ha pronunciado en contra de cualquier cambio en la Constituci¨®n de Ucrania para cumplir los acuerdos firmados por el presidente de Ucrania en febrero de 2015 en Minsk. Por sus investigaciones dedicadas a las explotaciones mineras ilegales, Kazanskyi era muy popular en Donetsk antes de 2014. Garmash, a su vez, dirig¨ªa una p¨¢gina informativa de oposici¨®n (Ostrov), cuya redacci¨®n se vio obligada a abandonar Donetsk cuando los separatistas se hicieron con el poder.
De la desaparici¨®n de Yepez Vinuesa estaban informados el Ministerio de Exteriores de Espa?a y sus Embajadas en Kiev y en Mosc¨², la OSCE, diferentes instancias de la ONU, la Cruz Roja, los ¡°tutores¡± rusos de los secesionistas del Este de Ucrania y tambi¨¦n el pol¨ªtico V¨ªctor Medvedchuk, el l¨ªder de la oposici¨®n parlamentaria considerado como el hombre de Putin en Ucrania. Medvedchuk form¨® parte del grupo trilateral de Minsk hasta que el presidente Vlad¨ªmir Zelenski lo apart¨® de las negociaciones y, gracias a sus relaciones, logr¨® en varias ocasiones liberar a personas retenidas en los territorios secesionistas. Yevguenia desconoc¨ªa este lunes por la tarde las gestiones concretas realizadas para liberarla, pero expresaba su agradecimiento a todos los que intervinieron a su favor por una causa humanitaria.