Muere Andrew Mlangeni, el ¨²ltimo superviviente de la generaci¨®n ¡®antiapartheid¡¯
El referente en la lucha por la igualdad, que vivi¨® 26 a?os en la c¨¢rcel y otros 26 en democracia, ha fallecido a los 95 a?os en Pretoria
La muerte del militante antiapartheid Andrew Mlangeni sella el fin de una generaci¨®n. Es el culmen de un cap¨ªtulo de la historia de Sud¨¢frica cargado de sacrificios, lucha y compromisos; con la libertad como bandera y la falta de ella como condena. Mlangeni era el ¨²ltimo superviviente de los convictos de Rivonia, el c¨¦lebre proceso con el que se encarcel¨® a ocho l¨ªderes de la c¨²pula del Congreso Nacional Africano (CNA), entre ellos a Nelson Mandela, y que dio a conocer al mundo las pol¨ªti...
La muerte del militante antiapartheid Andrew Mlangeni sella el fin de una generaci¨®n. Es el culmen de un cap¨ªtulo de la historia de Sud¨¢frica cargado de sacrificios, lucha y compromisos; con la libertad como bandera y la falta de ella como condena. Mlangeni era el ¨²ltimo superviviente de los convictos de Rivonia, el c¨¦lebre proceso con el que se encarcel¨® a ocho l¨ªderes de la c¨²pula del Congreso Nacional Africano (CNA), entre ellos a Nelson Mandela, y que dio a conocer al mundo las pol¨ªticas segregacionistas del r¨¦gimen del apartheid. Mlangeni vivi¨® 26 a?os en la c¨¢rcel y 26 en democracia.
A sus 95 a?os, Andrew Mlangeni se ha apagado en Pretoria, la capital de una Sud¨¢frica muy distinta de la que le vio nacer el 6 de junio de 1925. Una Sud¨¢frica muy diferente de la que le vio unirse al CNA en 1951, cuando la organizaci¨®n antiapartheid a¨²n ped¨ªa la igualdad sin recurrir a la violencia; y muy lejana de la que le vio, en 1961, recurrir a las armas. Tras la ilegalizaci¨®n del CNA, Mlangeni fue elegido para ser de los seis primeros miembros en recibir formaci¨®n militar fuera del pa¨ªs, se fue a China. Se prepar¨® para unirse al uMkhonto we Sizwe -conocido como MK-, el entonces reci¨¦n creado brazo armado del CNA. Pero tuvo poco tiempo para operar. El mismo a?o que volvi¨® a Sud¨¢frica, en 1963, fue detenido.
Andrew Mlangeni estaba en la granja de Liliesleaf con la plana mayor del MK el 11 de julio del 1963. Ten¨ªa 38 a?os, la reuni¨®n clandestina deb¨ªa ser la ¨²ltima celebrada en este refugio de Johannesburgo, y entre los presentes estaban Walter Sisulu, Govan Mbeki, Ahmed Kathrada y Denis Goldberg. La reuni¨®n no fue solo la ¨²ltima en Liliesleaf, sino su ¨²ltimo encuentro en libertad: la polic¨ªa del r¨¦gimen lanz¨® una redada y les arrest¨® a todos. Tres meses despu¨¦s empez¨® el famoso juicio de Rivonia, que Nelson Mandela us¨® como tribuna pol¨ªtica y de denuncia, y que mand¨® a ocho de los procesados, todos l¨ªderes del CNA, a la c¨¢rcel pol¨ªtica de Robben Island. Mlangeni fue el acusado n¨²mero 10. El prisionero 467/64. Cargos: sabotaje. Sentencia: cadena perpetua.
Con aquellos que comparti¨® ideas de libertad, igualdad y antirracismo comparti¨® tambi¨¦n sus a?os de c¨¢rcel en Robben Island. Fueron 26 a?os en prisi¨®n antes de ser liberado en 1989, un a?o antes que su amigo y camarada Nelson Mandela.
Mlangeni, el revolucionario a la sombra, el m¨¢s discreto de los procesados en Rivonia, se va dejando una huella profunda, no solo por su compromiso con los derechos humanos y la igualdad, sino por su enorme ¡°generosidad¡± y ¡°humildad¡±, como est¨¢n mencionando muchos sudafricanos en el alud de condolencias y tributos que inundan redes y ondas radiof¨®nicas desde que se ha conocido su deceso. ¡°Era el ¨²ltimo monumento de una generaci¨®n valiente de sudafricanos que renunci¨® a la libertad, a su carrera, a la vida en familia y a su salud para que todos nosotros fu¨¦ramos libres¡± ha expresado el Premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu, que ha apelado a seguir sus pasos: ¡°Ahora les toca a los j¨®venes tomar el relevo y terminar el camino¡±.
En 1994 Mlangeni pudo ser testigo y participar en las primeras elecciones libres de Sud¨¢frica, un pa¨ªs ya sin leyes racistas, y vio a su gran amigo y compa?ero de c¨¢rcel, Nelson Mandela, convertirse en el primer presidente negro de la historia del pa¨ªs. El CNA, su organizaci¨®n, su partido, su lucha, pasaba a gobernar el pa¨ªs. Mlangeni fue diputado durante el primer mandato y despu¨¦s se retir¨® y vivi¨® 26 a?os en democracia.
La modestia y la integridad son la estela que Mlangeni deja en un pa¨ªs que reclama m¨¢s pol¨ªticos como ¨¦l. Detr¨¢s de los focos, de los protagonismos, siendo ¡°el chico entre bambalinas¡±, como ¨¦l mismo se autodenomin¨®, Mlangeni queda como el s¨ªmbolo del pol¨ªtico honesto. El que supo, antes y despu¨¦s de estar en el poder, pensar en el bien com¨²n antes que en el suyo propio.