La misoginia del Gobierno de Bolsonaro termina en la justicia

¡°Brasil es una virgen que todo pervertido de afuera quiere¡±. La torpe met¨¢fora a la que el presidente Jair Bolsonaro recurri¨® para hablar de la Amazonia en julio de 2019 forma parte de una colecci¨®n de declaraciones machistas realizadas por el mandatario y parte de sus ministros contra las mujeres, en poco m¨¢s de un a?o y medio de Gobierno. La serie de ataques fue recopilada por el Ministerio P¨²blico Federal de S?o Paulo (MPF-SP) y se transform¨® en el centro de una acci¨®n judicial por da?os morales promovida por la Fiscal¨ªa contra el Estado. De acuerdo con la acci¨®n civil p¨²blica, que ser¨¢ juzgada por un juez federal de S?o Paulo, las declaraciones del presidente, calificadas de ¡°mis¨®ginas¡± y de ¡°abuso de la libertad de expresi¨®n¡±, ¡°profanan los fundamentos y objetivos fundamentales de la Constituci¨®n.

La acusaci¨®n (lea aqu¨ª su texto integral en portugu¨¦s), de autor¨ªa de los fiscales Lisiane Braecher y Pedro Antonio de Oliveira Machado, lleva a las instancias jur¨ªdicas aquello que el feminismo ya sab¨ªa. No es de hoy que el presidente ataca deliberadamente a las mujeres y recurre, siempre que puede, a artificios machistas y de mal gusto para hablar sobre los temas m¨¢s variados. Desde la defensa del Amazonia hasta el ataque a periodistas mujeres y otras minor¨ªas. ¡°Brasil no puede ser el para¨ªso del turismo gay. Quien quiera venir aqu¨ª para tener sexo con una mujer, que se sienta como en casa. Ahora bien, no podemos pasar a ser conocidos como el para¨ªso del mundo gay¡±, dijo Bolsonaro a los periodistas en abril del a?o pasado. La frase, adem¨¢s de una forma de violencia contra las mujeres y un ataque homof¨®bico, desprecia una lucha hist¨®rica para sacarle a Brasil la etiqueta de para¨ªso del turismo sexual y, todav¨ªa peor, del turismo sexual infantil.

Tambi¨¦n est¨¢n en la mira de la acusaci¨®n las declaraciones machistas realizadas por ministros, como la titular de la cartera de Mujer, Familia y Derechos Humanos, Damares Alves; el ministro de Econom¨ªa, Paulo Guedes; el extitular de Justicia, Sergio Moro, y el ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Ara¨²jo, que dijo en junio: ¡°Hoy, si un hombre mira a una mujer, ya tentativa de violaci¨®n¡±. Todas las frases est¨¢n documentadas en el proceso.

El fiscal federal Pedro Antonio de Oliveira Machado explica que la fiscal¨ªa ven¨ªa recopilando material desde hace alg¨²n tiempo para esta acusaci¨®n, pero, cuando los ataques salieron del plano de las declaraciones y se concretaron en acciones p¨²blicas, la causa se fortaleci¨®. ¡°Nosotros ya ven¨ªamos haciendo una recopilaci¨®n, pero ese trabajo lleg¨® a su fin con la derogaci¨®n de la nota t¨¦cnica del Ministerio de Salud sobre la pol¨ªtica de atenci¨®n a las v¨ªctimas de violencia dom¨¦stica y sexual¡±, explica. ¡°Eso nos llam¨® mucho la atenci¨®n, porque es m¨¢s que una declaraci¨®n¡±.

En junio, el ministro interino de Salud, Eduardo Pazuello, ech¨® a dos empleados de carrera de esa cartera despu¨¦s de que firmaron una nota t¨¦cnica sobre la atenci¨®n sanitaria de la mujer durante la pandemia. El documento recomendaba la orientaci¨®n y el acceso a m¨¦todos anticonceptivos, hablaba de reducir el embarazo no deseado y se refer¨ªa a la violencia contra la mujer. Tambi¨¦n mencionaba la interrupci¨®n del embarazo en los t¨¦rminos previstos por la legislaci¨®n brasile?a, pero el presidente lo interpret¨® como una propuesta de legalizaci¨®n del aborto y dijo que hab¨ªa personas dentro de los ministerios que quer¨ªan derrocarlo. ¡°En lo que dependa de m¨ª, no va a haber aborto¡±, dijo Bolsonaro.

Machado explica que esas acciones del Gobierno van a contramano de los compromisos asumidos por Brasil en el plano nacional e internacional sobre la reducci¨®n de las desigualdades entre hombres y mujeres. ¡°Esas declaraciones y acciones van en contra del marco legal existente, que debe ser reconocido. Si un presidente lo quiere hacer de otra forma, puede buscar otro pa¨ªs que adopte las normas ex¨®ticas que prefiere¡±, dice el fiscal. ¡°Pero aqu¨ª hay compromisos asumidos y, aunque no est¨¦ de acuerdo, debe cumplirlos, como la propia Constituci¨®n¡±. Para el fiscal, la acusaci¨®n presentada sirve para alertar que lo que viene haciendo la gesti¨®n de Bolsonaro contra las mujeres ¡°no es normal¡±. ¡°Esto est¨¢ afuera de las conquistas que hemos tenido en derechos e igualdad¡±.

Por ello, la denuncia pide que la Justicia Federal ordene el bloqueo inmediato de ¡°por lo menos¡± 10 millones de reales ¨Calgo m¨¢s de un mill¨®n y medio de euros¨C del presupuesto del Gobierno para publicidad, para ser usados en la promoci¨®n de acciones publicitarias de concientizaci¨®n del p¨²blico. La campa?a deber¨ªa divulgarse por ¡°un periodo m¨ªnimo de un a?o¡± y expondr¨ªa datos sobre la desigualdad de g¨¦nero en Brasil y la vulnerabilidad de las mujeres en relaci¨®n con la violencia. En la causa, que a¨²n debe ser juzgada, los fiscales recomiendan que las piezas publicitarias sean realizadas bajo la orientaci¨®n de las entidades que defienden los derechos de las mujeres.

Por ¨²ltimo, el MPF quiere que el Estado sea condenado a pagar 5 millones de reales al Fondo de Derechos Difusos, a t¨ªtulo de ¡°indemnizaci¨®n por da?os sociales y morales colectivos¡±. El fiscal Pedro Antonio de Oliveira recuerda que, m¨¢s all¨¢ de los valores indemnizatorios, la causa deber¨ªa tambi¨¦n servir de alerta. ¡°Suele parecer que hay un pensamiento conservador sobre la cuesti¨®n de la igualdad de g¨¦nero y que ese tipo de declaraci¨®n no trae consecuencias¡±, dice. ¡°Y esta acci¨®n es tambi¨¦n para demostrar que s¨ª hay consecuencias¡±.

¡°Revanchismo¡±

Para Claudia Luna, presidenta de la Comisi¨®n de la Mujer Abogada de la OAB (el colegio p¨²blico de abogados) de S?o Paulo, las pol¨ªticas p¨²blicas brasile?as de hoy van en contra de las mujeres. ¡°Hoy, el Estado brasile?o es un Estado que odia a las mujeres. Es un Estado mis¨®gino. Es un Estado que reduce las pol¨ªticas p¨²blicas para las mujeres¡±, dice. ¡°Eso produce violaciones a los derechos de las mujeres¡±.

De acuerdo con la abogada, la postura del presidente y sus ministros forma parte de una estrategia de reducci¨®n de los derechos conquistados. ¡°Desde el inicio de este Gobierno hay un retroceso de las garant¨ªas de pol¨ªticas p¨²blicas dedicadas a las mujeres¡±, dice. ¡°Bolsonaro tiene una actitud revanchista, sabe exactamente a qui¨¦nes va a dirigir sus ataques. Por eso tenemos un retroceso de 130 a?os de derechos¡±.

Mayor¨ªa (52%) entre los electores en 2018, las mujeres lideraron el mayor movimiento contra Jair Bolsonaro durante aquella campa?a. Frente a la amenaza que el candidato representaba para las minor¨ªas, marcharon en todo el pa¨ªs bajo el lema ¡°?l no¡±, cuando faltaba apenas una semana para la primera vuelta. Si, en aquella ¨¦poca, tambi¨¦n representaban a la mayor¨ªa de los electores que lo rechazaban, de acuerdo con todas las encuestas electorales hoy contin¨²an en la misma posici¨®n. El bar¨®metro m¨¢s reciente, realizado entre el 20 y el 22 de julio por PoderData ¨Cvinculado al sitio Poder 360¨C muestra que son las mujeres (57%) el grupo que m¨¢s defiende que Bolsonaro deje el Gobierno.

Si el movimiento feminista no tuvo fuerza para impedir la llegada de Bolsonaro al Planalto, en otras luchas s¨ª sali¨® victorioso. Fueron ellas las que se alzaron, en 2015, contra el entonces presidente de la C¨¢mara de Diputados, Eduardo Cunha, en lo que pas¨® a ser conocido como la Primavera feminista. Hoy en prisi¨®n domiciliaria por la Operaci¨®n Lava Jato, Cunha representaba en aquel momento una amenaza a los derechos conquistados por las mujeres y estaba llevando a votaci¨®n una serie de proyectos de su propia autor¨ªa, como el que dificultaba la atenci¨®n de las v¨ªctimas de violaci¨®n, limitando el acceso a la p¨ªldora del d¨ªa despu¨¦s. Ning¨²n otro segmento de la sociedad moviliz¨® a tantas personas en las calles como las mujeres en aquella ¨¦poca y el proyecto acab¨® cajoneado.

Las chances de ¨¦xito de la acci¨®n de la fiscal¨ªa de S?o Paulo son dif¨ªciles de prever. Bolsonaro ya fue condenado a pagar una indemnizaci¨®n por da?os morales por haber dicho en 2014 a su entonces colega diputada Maria do Ros¨¢rio, del Partido de los Trabajadores (PT), que era ¡°fea¡± y, por eso, no merec¨ªa ser violada. La condena fue ratificada por el Tribunal Supremo el a?o pasado. El mismo Supremo, sin embargo, se neg¨® a juzgar al entonces candidato presidencial cuando fue denunciado por la Procuraci¨®n General de la Rep¨²blica por el crimen de racismo, en 2018, por declaraciones realizadas durante la campa?a.