El Reino Unido busca la colaboraci¨®n de Francia para frenar la creciente llegada de migrantes por el canal de la Mancha
Boris Johnson endurece el discurso mientras Par¨ªs pide a Londres financiaci¨®n para la vigilancia costera
El discurso nacionalista del primer ministro brit¨¢nico, Boris Johnson, azuzado este verano por su denuncia de que las leyes europeas alientan el flujo de inmigrantes irregulares hacia el Reino Unido, ha alejado del foco el esfuerzo conjunto de Londres y Par¨ªs para consensuar una estrategia que frene el creciente tr¨¢nsito de pateras en el canal de la Mancha. Johnson alega, de cara a la galer¨ªa, que el Brexit a finales de a?o le dejar¨¢ las manos libres para ser m¨¢s efectivo, incluso recurriendo si hace falta al apoyo del Ej¨¦rcito para combatir la inmigraci¨®n irregular. Pero los contactos que su Gobierno ha iniciado esta semana con Par¨ªs revelan lo que Downing Street ya sab¨ªa de puertas para adentro: que no puede afrontar ese alud de migrantes en solitario y que precisa de un acuerdo con sus pronto exsocios comunitarios.
El secretario de Estado de Inmigraci¨®n brit¨¢nico, Chris Philp, se reuni¨® el martes en Par¨ªs con altos funcionarios franceses para reclamarles un mayor esfuerzo a la hora de interceptar el tr¨¢fico de pateras en este corredor mar¨ªtimo que ambas potencias comparten. Las autoridades francesas alegan que ser¨ªa necesario el control de 300 millas (unos 482 kil¨®metros) de l¨ªnea costera para detener a todos aquellos migrantes que se lanzan al mar con la esperanza de alcanzar suelo brit¨¢nico, donde muchos aseguran que tienen alg¨²n pariente viviendo all¨ª.
En este sentido, el El¨ªseo demanda a Downing Street una ayuda extraordinaria de 30 millones de libras esterlinas (poco m¨¢s de 33 millones de euros) que contribuya a financiar el coste de las patrullas en sus playas como las de Calais o Dunkerque, entre otras. Es precisamente Calais el enclave franc¨¦s donde hace cuatro a?os fue clausurado el gran campamento apodado La Jungla, lo cual no ha impedido que migrantes procedentes de Siria, Irak, Afganist¨¢n y algunos pa¨ªses africanos sigan arribando cada d¨ªa a la espera de poder cruzar en endebles embarcaciones al otro lado del canal. Mientras tanto, la preocupaci¨®n aumenta en Londres y la ministra de Interior, Priti Patel, viajar¨¢ en las pr¨®ximas semanas a la capital francesa para intentar ultimar un plan con su hom¨®logo galo, G¨¦rald Darmanin.
Fotogaler¨ªa: El tr¨¢fico de pateras por el canal de la Mancha
Apenas 33 kil¨®metros separan las orillas inglesa y francesa del Canal. El refuerzo de los controles terrestres ha disuadido a muchos migrantes indocumentados de subirse -previo pago a las mafias- como polizones en los camiones de mercanc¨ªa que a diario transitan a bordo de grandes ferris desde el lado franc¨¦s y belga hasta la orilla meridional brit¨¢nica. Ahora, y desde hace varios meses, miles de migrantes sencillamente han optado por lanzarse al mar en precarias embarcaciones hinchables que salen desde las playas galas para evitar ser interceptadas por alg¨²n guardacosta. Seg¨²n la agencia de noticias PA Media -el Ministerio de Interior brit¨¢nico no desglosa datos acumulados-, al menos 4.000 personas lo han hecho en lo que va de a?o, con el pico r¨¦cord registrado en una ¨¦poca estival de inusual y longeva bonanza climatol¨®gica en un canal famoso por sus tempestades. Seg¨²n estimaciones de la Administraci¨®n brit¨¢nica, esa cifra representa el doble de las llegadas del a?o pasado. El flujo se multiplica de tal forma que la semana pasada la guardia fronteriza brit¨¢nica localiz¨® a 700 migrantes a bordo de pateras, 235 de ellos -incluido menores- en un mismo d¨ªa.
Ante el notorio crecimiento de las llegadas el Reino Unido, el tono adoptado por Johnson se ha vuelto a¨²n m¨¢s agresivo contra la inmigraci¨®n, especialmente desde que Nigel Farage, el l¨ªder xen¨®fobo, eur¨®fobo y ultraderechista, alertara sobre una ¡°invasi¨®n¡± de migrantes en las costas de Kent, en el sureste de Inglaterra y principal punto de llegada al pa¨ªs. Como respuesta, el Downing Street intenta ahora proyectar una imagen de firmeza. Y en esa l¨ªnea, el primer ministro ha anunciado, sin dar m¨¢s detalles, una nueva legislaci¨®n migratoria que entrar¨ªa en vigor a partir del 31 de diciembre, cuando finalice el periodo transitorio que todav¨ªa liga al Reino Unido a la UE.
Una vez implementado de lleno el Brexit (ya sea duro o pactado) el 31 de diciembre, Londres deber¨¢ buscar, sin embargo, alg¨²n tipo de componenda con Bruselas en el cap¨ªtulo de inmigraci¨®n y asilo. Un grupo de 23 diputados tories ha remitido una carta al premier para exigirle que rechace la firma de un ¡°acuerdo similiar¡± al sistema de Dubl¨ªn, por el cual se establece que las solicitudes de asilo deben tramitarse y examinarse en el primer pa¨ªs de llegada del migrante en cuesti¨®n. Pero los expertos subrayan que el consenso sobre un marco com¨²n con los pronto exsocios europeos es inevitable. A Downing Street le irrita ¡°el abanico de leyes [de la UE] que el inmigrante irregular tiene a su disposici¨®n¡± para quedarse en el Reino Unido, como por ejemplo que, transcurridos seis meses, los migrantes que llegaron a las islas brit¨¢nicas desde Francia ya no puedan ser expulsados y devueltos al pa¨ªs europeo del que salieron, en una clara referencia a Francia.
Los comentarios del premier brit¨¢nico coincidieron con el despliegue, el pasado lunes y por primera vez, de un avi¨®n militar de la Royal Air Force (RAF) para asistir a la guardia fronteriza brit¨¢nica en el control del flujo migratorio en el canal de la Mancha. El inusual movimiento ha sido criticado en la orilla gala y el diputado franc¨¦s por Calais, Pierre-Henri Dumont, ha advertido de que tal paso del Ej¨¦rcito solo conseguir¨ªa ¡°mostrar alg¨²n tipo de recursos para luchar contra las mafias y los cruces ilegales [del Canal], pero t¨¦cnicamente no cambiar¨ªa nada¡±. Steve Valdez-Symonds, director del programa de derechos de refugiados y migrantes de Amnist¨ªa Internacional en el Reino Unido, dijo a The Guardian que desplegar la RAF para evitar que las personas ejerzan su derecho a buscar asilo en el Reino Unido ser¨ªa ¡°ilegal, imprudente y peligroso¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.