La oposici¨®n en Mal¨ª rechaza todo di¨¢logo con el presidente y prolonga la crisis

Los principales partidos de oposici¨®n y colectivos de la sociedad civil malienses reunidos en el movimiento 5 de Junio-Agrupaci¨®n de Fuerzas Patri¨®ticas (5J-RFP) han rechazado el ¨²ltimo intento de mediaci¨®n de la Comunidad Econ¨®mica de Estados de ?frica Occidental (Cedeao) y han cerrado la puerta a todo di¨¢logo con el presidente Ibrahim Boubacar Keita (IBK), lo que instala a este pa¨ªs africano en una explosiva situaci¨®n de bloqueo pol¨ªtico. El heterog¨¦neo movimiento popular liderado por el imam Mahmud Dicko volvi¨® a mostrar m¨²sculo este martes con una multitudinaria manifestaci¨®n en la que pidi¨®, de nuevo, la dimisi¨®n del jefe de Estado para salir de la crisis.

¡°No ser¨ªa l¨®gico entrar en una l¨®gica de conversaciones con Ibrahim Boubacar Keita mientras nuestros militantes sufren persecuci¨®n y condenas expeditivas por parte de las fuerzas de represi¨®n del r¨¦gimen¡±, asegur¨® este jueves mediante un comunicado el movimiento 5J-RFP. Los partidos de oposici¨®n y colectivos de la sociedad civil exigen que IBK pida disculpas por haber acusado a Dicko y sus aliados de intentar dar un golpe de Estado para imponer un Estado isl¨¢mico en Mal¨ª, que todos los detenidos por las protestas sean liberados sin cargos, la identificaci¨®n y procesamiento de los responsables de las muertes de manifestantes el 10, 11 y 12 de julio y la dimisi¨®n del presidente.

La manifestaci¨®n de este martes, que volvi¨® a paralizar el centro de Bamako durante unas horas, concluy¨® con el intento por parte de un grupo de ciudadanos de instalarse con tiendas de campa?a en la plaza de la Independencia hasta que IBK dejara el poder. Sin embargo, a primera hora del mi¨¦rcoles la Polic¨ªa los desaloj¨® usando gases lacrim¨®genos y un ca?¨®n de agua a presi¨®n. ¡°Los militantes est¨¢n a la expectativa, pero movilizados. Aguardan instrucciones y un nuevo calendario de protestas. Nada les va a disuadir¡±, asegura Cheick Soumano, un joven residente en Bamako.

La par¨¢lisis pol¨ªtica que sufre Mal¨ª desde las elecciones legislativas celebradas en marzo y abril amenaza con prolongarse y anuncia meses de movilizaciones callejeras. La atribuci¨®n de esca?os del Tribunal Constitucional, que modificaba los resultados proclamados por la comisi¨®n electoral independiente atribuyendo m¨¢s diputados a la mayor¨ªa presidencial, fue la gota que colm¨® el vaso del hartazgo de miles de malienses que consideraron esta maniobra una nueva trapisonda pol¨ªtica. Desde entonces, el pa¨ªs vive sacudido por un ciclo de protestas ciudadanas y violenta represi¨®n policial que hace un mes costaron la vida a 11 personas, seg¨²n el Gobierno. La oposici¨®n eleva la cifra de fallecidos a 23 y la ONU habla de 14.

Keita ha ido cediendo a las peticiones de los manifestantes a medida que el clima de convivencia se enrarec¨ªa: anunci¨® la creaci¨®n de un gobierno de unidad nacional, paraliz¨® la actividad parlamentaria y disolvi¨® el Tribunal Constitucional para nombrar nuevos miembros hace tan solo unos d¨ªas. Sin embargo, las posturas de ambos bandos han chocado una y otra vez con la misma piedra. El movimiento 5J-RFP exige la dimisi¨®n del presidente IBK, a quien consideran el m¨¢ximo responsable de un r¨¦gimen corrupto que ha sido incapaz de lidiar con las dentelladas de la crisis econ¨®mica y en materia de seguridad que sufre el pa¨ªs desde hace casi una d¨¦cada. El secuestro en marzo del l¨ªder de la oposici¨®n, Soumaila Ciss¨¦, por un grupo yihadista, a¨²n no resuelto, es todo un s¨ªmbolo.

El ¨²ltimo intento de mediaci¨®n de los pa¨ªses vecinos, conducido por el expresidente nigeriano Goodluck Jonathan, no ha venido sino a mostrar la distancia que separa a ambos bandos. ¡°Agradecemos a la Cedeao y a su interlocutor su inter¨¦s, pero el pueblo maliense sabr¨¢ encontrar soluciones end¨®genas a la crisis creada y mantenida por Ibrahim Boubacar Keita¡±, asegura la oposici¨®n. IBK, presidente desde 2013, fue reelegido en 2018 para un nuevo mandato de cinco a?os lo que le otorga la legitimidad necesaria para mantenerse en el cargo, seg¨²n la tesis del Gobierno, compartida por sus hom¨®logos en la regi¨®n.