Dos nuevas masacres enlutan Colombia y evidencian la crisis de seguridad que vive el pa¨ªs
Al menos seis personas fueron asesinadas en el departamento del Cauca y otras cuatro en Nari?o, las m¨¢s recientes de una serie de matanzas
Colombia vivi¨® otro fin de semana sangriento, en el que Cauca y Nari?o, dos de los departamentos m¨¢s golpeados por la violencia que no da tregua, sufrieron nuevas masacres. Al menos seis personas fueron acribilladas en el sector de Munchique del municipio de Buenos Aires (Cauca) por un grupo armado ilegal, que tambi¨¦n les lanz¨® una granada, mientras se encontraban en una gallera ¨Clos lugares donde se organizan peleas de gallos en el campo colombiano¨C, confirm¨® la tarde de este domingo la Defensor¨ªa del Pueblo. Mientras todav¨ªa se investigaba el n¨²mero de heridos que dej¨® ese ataque, se conoci¨®...
Colombia vivi¨® otro fin de semana sangriento, en el que Cauca y Nari?o, dos de los departamentos m¨¢s golpeados por la violencia que no da tregua, sufrieron nuevas masacres. Al menos seis personas fueron acribilladas en el sector de Munchique del municipio de Buenos Aires (Cauca) por un grupo armado ilegal, que tambi¨¦n les lanz¨® una granada, mientras se encontraban en una gallera ¨Clos lugares donde se organizan peleas de gallos en el campo colombiano¨C, confirm¨® la tarde de este domingo la Defensor¨ªa del Pueblo. Mientras todav¨ªa se investigaba el n¨²mero de heridos que dej¨® ese ataque, se conoci¨® una nueva matanza de cuatro hombres en el municipio de Mosquera (Nari?o).
En Munchique ya se hab¨ªa perpetrado la masacre de tres personas el pasado 26 de abril. La Defensor¨ªa, encargada de velar por los derechos humanos, hab¨ªa emitido desde entonces dos alertas advirtiendo el inminente peligro de violencia en la zona. ¡°Insistimos en la urgente necesidad de erradicar los factores de violencia que afectan los derechos y ponen en constante peligro la vida de los colombianos. Hacemos un llamado a la pronta respuesta a las alertas tempranas que hemos venido emitiendo, y evitar hechos como el que estamos lamentando¡±, declar¨® el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, quien acaba de asumir el cargo.
¡°La crisis social y humanitaria en Nari?o es muy grave¡±, lament¨® este lunes el gobernador de ese departamento, John Rojas, al confirmar que cuatro personas fueron asesinadas la v¨ªspera en Mosquera, una poblaci¨®n sobre el litoral pac¨ªfico. A esa matanza se suma el asesinato de una mujer del cabildo ind¨ªgena Gran Mallama, detall¨® el gobernador, que pidi¨® a las fuerzas de seguridad y a la fiscal¨ªa esclarecer esos hechos, as¨ª como acompa?amiento e inversi¨®n social en la zona por parte del Gobierno del presidente Iv¨¢n Duque.
Una reciente oleada de masacres ha asomado a Colombia a su pasado m¨¢s oscuro. En agosto, varias matanzas que dejaron al menos 45 muertos obligaron al presidente a reaccionar ante un problema que hab¨ªa pretendido minimizar. El propio mandatario anunci¨® la creaci¨®n de una Unidad Especial contra Homicidios Colectivos, aunque se desconocen avances concretos en ese frente. Duque ha estado volcado en atender la crisis del coronavirus y lleva un semestre presentando un programa de televisi¨®n diario sobre la pandemia, mientras su Gobierno ha enfrentado una oleada de cr¨ªticas por insistir en ese t¨¦rmino, ¡°homicidios colectivos¡± ¨C que el Ministerio de Defensa ha usado durante varios per¨ªodos¨C, para referirse a estos cr¨ªmenes.
¡°No es que volvieron, es que no se han ido tristemente estos hechos de homicidios colectivos¡±, ha defendido el presidente. Entre los indicadores de violencia, el de las masacres, en particular, puede tener diferentes criterios seg¨²n la fuente, pero el deterioro en los dos a?os que lleva Duque en el poder ha hecho saltar todas las alarmas. La oficina de Derechos Humanos de la ONU registr¨® 36 masacres en 2019, la mayor cifra de su conteo desde el 2014, y este a?o se encamina a superar ampliamente esa cifra. Ya van 61 masacres en lo que va de 2020 en Colombia, nueve de ellas en el Cauca, seg¨²n Indepaz, una ONG dedicada a temas de conflicto armado.
Tanto Cauca como el vecino departamento de Nari?o, fronterizo con Ecuador, est¨¢n sobre el corredor del Pac¨ªfico y son dos de las zonas m¨¢s asediadas por los grupos paramilitares, el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN), considerada la ¨²ltima guerrilla activa en Colombia, y los disidentes de la extinta guerrilla de las FARC, grupos que se disputan a sangre y fuego las rutas del narcotr¨¢fico y el control del territorio.
El aumento de las masacres se acumula con el incesante asesinato de l¨ªderes sociales y excombatientes que firmaron la paz para dibujar una preocupante crisis de seguridad en muchas regiones apartadas. El acuerdo con las otrora Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), firmado a finales de 2016, pretend¨ªa extender la presencia del Estado, pero las autoridades no han ocupado el vac¨ªo dejado por la que fuera la guerrilla m¨¢s antigua de Am¨¦rica. La nueva etapa de violencia armada es m¨¢s fragmentada, sin actores dominantes como eran en su momento las FARC o los paramilitares agrupados en las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Un archipi¨¦lago de grupos armados se mantiene activo en distintas regiones a¨²n en medio de la pandemia.