El intento de asesinato que desnuda la fractura de la FARC
El plan de matar a Timochenko por encargo de exjefes de la guerrilla evidencia la fragilidad de los acuerdos de paz y la necesidad de aplicarlos para evitar m¨¢s disidencias entre los excombatientes
Rodrigo Londo?o, Timochenko, lo menciona como una coincidencia, pero mientras dos hombres de las extintas FARC planeaban asesinarlo ¨¦l le¨ªa ¡®El Hombre que amaba los perros¡¯, del cubano Leonardo Padura, la novela sobre c¨®mo se prepar¨® y ejecut¨® el atentado contra Le¨®n Trotski. ¡°Guardadas las proporciones, el libro habla de algo similar y es triste. Duele porque esos dos exguerrilleros ven¨ªan convencidos de matar a un traidor¡±, cont¨® Timochenko esta semana. A Trotski, el partido comunista sovi¨¦tico lo consideraba un traidor y durante a?os prepar¨® a Ram¨®n Mercader para darle el golpe final. Los dos hombres que la Polic¨ªa descubri¨® y mat¨® cre¨ªan lo mismo de Londo?o, ¨²ltimo jefe de la guerrilla de las FARC, quien firm¨® el acuerdo de paz con el Gobierno de Colombia y ahora l¨ªder del partido del mismo nombre, Fuerza Alternativa Revolucionaria del Com¨²n
La referencia literaria, sin embargo, revela el mapa de divisi¨®n en la extinta guerrilla, fracturada despu¨¦s de que Luciano Mar¨ªn, alias Iv¨¢n M¨¢rquez y Hern¨¢n Dar¨ªo Vel¨¢squez, El Paisa, se apartaran del proceso de paz y volvieran a las armas. La Polic¨ªa asegura que el atentado fue ordenado por El Paisa desde Venezuela, donde seg¨²n el Gobierno se refugian los integrantes de ese grupo disidente. ¡°Enviaron a dos pisasuaves¡±, dijo el director Nacional de la Polic¨ªa ?scar Atehort¨²a. Es decir, como en el caso de Ram¨®n Mercader, hab¨ªan sido preparados para llegar a su c¨ªrculo m¨¢s cercano y actuar solos.
Las amenazas contra Timochenko vendr¨ªan desde finales de agosto. En noviembre -cuenta un investigador que particip¨® en el operativo- obtuvieron la primera informaci¨®n de parte de un exguerrillero que supo del atentado que se estaba preparando. La Polic¨ªa advirti¨® al hoy l¨ªder pol¨ªtico. Supieron que el comando encargado del asesinato estaba listo, pero no atacar¨ªa en Bogot¨¢, sino en alguna regi¨®n donde Timochenko estuviera menos protegido. Timochenko viaj¨® a su natal Quind¨ªo y el 11 de enero la Polic¨ªa le anunci¨® que hab¨ªa frustrado un atentado en su contra. Los dos hombres, Carlos Andr¨¦s Ricaurte Rodr¨ªguez, alias Guamby, y Gerson Mois¨¦s Morales Torres, Conejo, estaban a un kil¨®metro de la finca donde Timochenko estaba con su familia.
Timochenko agradeci¨® a la Polic¨ªa; el presidente Iv¨¢n Duque los felicit¨® y el operativo alcanz¨® eco en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde representantes de varios pa¨ªses y de la Misi¨®n de Verificaci¨®n de la ONU felicitaron al Gobierno por preservar la vida de Timochenko, como una forma de mantener la paz que se firm¨® en 2016. La noticia se conoci¨® en medio de las denuncias de espionaje ilegal por parte del Ej¨¦rcito colombiano a miembros de la oposici¨®n y defensores del proceso de paz lo que instal¨® un manto de misterio sobre el operativo. Para muchos sectores era un distractor.
Pero en un acto que sorprendi¨® a muchos, Timochenko dijo que no se trataba de una cortina de humo. ¡°S¨¦ que hay mucha gente esperando que yo despotrique del Gobierno y me ratifique que esto fue un montaje, incluso hasta compa?eros del partido est¨¢n esperando que hable en esos t¨¦rminos¡±. De haber ocurrido, su caso recordar¨ªa el magnicidio de Carlos Pizarro, exl¨ªder del M19 que hab¨ªa dejado las armas y fue asesinado en 1990 siendo candidato presidencial.
Seg¨²n los investigadores, Guamby y Conejo ten¨ªan un ¡°doble juego¡±. Se manten¨ªan oficialmente en el proceso de reincorporaci¨®n, pero trabajaban subrepticiamente para El Paisa. Uno de ellos hac¨ªa parte del esquema de protecci¨®n de altos dirigentes del partido FARC, que tienen una escolta mixta, integrada por excombatientes y polic¨ªas. Conejo estaba asignado a Huila, en el sur de Colombia, pero hab¨ªa viajado a Quind¨ªo, a unos 350 kil¨®metros, donde muri¨® en el enfrentamiento con la Polic¨ªa. Seg¨²n el director de la Unidad Nacional de Protecci¨®n, Pablo El¨ªas Gonz¨¢lez, no tendr¨ªa por qu¨¦ estar tan lejos de su lugar de asignaci¨®n. "Adem¨¢s, su protegido estaba en Santa Marta".
Durante su paso por la guerrilla, seg¨²n el perfil de los investigadores, ambos integraron la columna m¨®vil Te¨®filo Forero, que comandaba El Paisa y una vez en el proceso de paz, estuvieron con ¨¦l en en Miravalle (Caquet¨¢), en el Espacio Territorial de Capacitaci¨®n (ETCR), como se conoce a las zonas donde se concentraron los excombatientes. Seg¨²n el investigador, eran cu?ados y hab¨ªan recibido el mismo entrenamiento que inclu¨ªa lanzamiento de explosivos.
La fractura del partido
La noticia sacudi¨® los cimientos del partido FARC, que en los pr¨®ximos meses celebra su congreso. Timochenko llega con un liderazgo minado entre los excombatientes de base y un partido dividido. Hay un grupo de exguerrilleros que se mantienen en el proceso de paz y a¨²n le es fiel; otro, cr¨ªtico de sus decisiones; y el ¨²ltimo, abiertamente en la ilegalidad e integrando por M¨¢rquez y El Paisa, que son disidentes.
A esto se suma la animadversi¨®n entre M¨¢rquez y Timochenko, que es de vieja data y se profundiz¨® durante las negociaciones de La Habana. M¨¢rquez siempre represent¨® la l¨ªnea dura de las FARC e hizo que las negociones se estancaran en muchas oportunidades. Una vez desarmados y cuando el partido obtuvo una m¨ªnima votaci¨®n en las elecciones a Congreso, las diferencias se hicieron m¨¢s evidentes. La primera batalla fue el nombre del partido. M¨¢rquez se impuso y conservaron la sigla que ten¨ªan como guerrilla. M¨¢rquez rechaz¨® su esca?o en el Congreso, se distanci¨® del partido, dijo que entregar las armas hab¨ªa sido un error y finalmente anunci¨® que regresaba a las armas con El Paisa y Jes¨²s Santrich. En su momento, Timochenko le dijo a este diario que eran un ¡°pu?ado de ilusos¡± y que ¡°la lucha armada est¨¢ desfasada en el tiempo¡±.
No est¨¢ claro cu¨¢ntas personas integran la nueva facci¨®n disidente y tampoco es la ¨²nica. Ariel ?vila, de la Fundaci¨®n Paz y Reconciliaci¨®n, se?ala que entre todas las disidencias armadas sumar¨ªan 1.800 hombres. Y como afirma el centro de investigaci¨®n del crimen organizado Insight Crime, ¡°para completar la confusi¨®n, y la posible amalgama entre los grupos, hay docenas de otras empresas criminales disidentes combatiendo, extorsionando y desplazando a la poblaci¨®n en todo el pa¨ªs¡±.
Cerca de 12.900 exguerrilleros siguen respetando los acuerdos de paz y en camino de reincorporaci¨®n, pero los asesinatos de muchos de ellos han hecho mella entre los exguerrilleros que denuncian que el gobierno no los protege. No todos contaron con la suerte de Timochenko. Desde que se firm¨® el acuerdo de paz, 196 excombatientes han sido asesinados. La Fiscal¨ªa inform¨® a El PA?S que ha esclarecido 90 casos y que se ha condenado a 20 personas. ?Qui¨¦n los asesina? El 49% de los asesinatos -dice la Fiscal¨ªa- ha sido cometido por grupos armados residuales, es decir, disidencias de las FARC; seguido de integrantes de la guerrilla del ELN; el grupo paramilitar Clan del Golfo y otro tipo de organizaciones criminales.
La multiplicidad de grupos que amenazan a los exmiembros de las FARC hace que muchos duden de la certeza del autor e incluso, los m¨¢s desconfiados, de la existencia del atentado contra Timochenko. ?l ha tenido que insistir que s¨ª ocurri¨®. ¡°Esto que pas¨® fue una realidad, no fue un invento de nadie¡±. ¡°Hay un sector de le extrema derecha que se est¨¢ beneficiando de aquellos que dicen que hay que continuar (la guerra). Porque hay muchos intereses, como el narcotr¨¢fico que si no se erradica no nos va a permitir paz en Colombia¡±, concluy¨® Timochenko, que en ning¨²n momento mencion¨® con nombre propio a M¨¢rquez ni El Paisa.
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