Portugal emerge como nueva ruta de pateras marroqu¨ªes
Cerca de un centenar de migrantes han partido de la ciudad costera de El Yadida hacia el Algarve desde diciembre
El Yadida es ese tipo de ciudad provinciana donde a algunos visitantes no les importar¨ªa alargar su estancia. Cuenta con antiguas murallas portuguesas y un paseo mar¨ªtimo. A cinco minutos de la playa queda un parque frondoso, el Hassan II, donde los estudiantes repasan sus apuntes a las dos de la tarde. La ciudad se encuentra a 200 kil¨®metros hacia el sur desde Rabat y a 96, desde Casablanca. Todo por autopista. Se dir¨ªa que sus 220.000 vecinos disfrutan de una buena calidad de vida. Sin embargo, desde zonas pr¨®ximas a esta ciudad han partido desde diciembre ...
El Yadida es ese tipo de ciudad provinciana donde a algunos visitantes no les importar¨ªa alargar su estancia. Cuenta con antiguas murallas portuguesas y un paseo mar¨ªtimo. A cinco minutos de la playa queda un parque frondoso, el Hassan II, donde los estudiantes repasan sus apuntes a las dos de la tarde. La ciudad se encuentra a 200 kil¨®metros hacia el sur desde Rabat y a 96, desde Casablanca. Todo por autopista. Se dir¨ªa que sus 220.000 vecinos disfrutan de una buena calidad de vida. Sin embargo, desde zonas pr¨®ximas a esta ciudad han partido desde diciembre al menos seis pateras hacia las costas del Algarve, en Portugal.
Las emigrantes emplearon entre 40 y 50 horas para salvar los 400 kil¨®metros que separan El Yadida del Algarve (215 millas n¨¢uticas). La ¨²ltima de las embarcaciones arrib¨® a la costa portuguesa el 15 de septiembre, a la playa de Ilha Deserta, en la localidad de Faro. Para ese centenar de emigrantes irregulares, que en Marruecos se conocen como harragas, la verdadera calidad de vida no se encuentra en El Jadida (su nombre en franc¨¦s), sino en Europa.
El Yadida fue una colonia portuguesa entre 1502 y 1769, conocida entonces como Mazag¨®n. Pero ya no quedan v¨ªnculos sentimentales ni econ¨®micos con Portugal. ?Por qu¨¦, entonces, todas las pateras llegadas al Algarve proceden de esta ciudad? ¡°Una raz¨®n posible¡±, esgrime el periodista Hakkar Abdeslam, de 54 a?os, director del diario El Jadida News, ¡°son las corrientes marinas. Son favorables para viajar. Se tarda dos d¨ªas en llegar al continente. La otra raz¨®n es que una vez que se ha abierto el camino, como se abri¨® en diciembre, los que llegan env¨ªan las coordenadas y la ruta queda abierta¡±.
Cuando el ministro del Interior portugu¨¦s, Eduardo Cabrita, fue interrogado al respecto en una comisi¨®n parlamentaria el pasado 16 de junio, respondi¨®: ¡°Si estamos hablando de cuatro desembarcos [los que hab¨ªa entonces] desde diciembre, de 48 personas, debemos tener alguna dimensi¨®n del rid¨ªculo cuando lo comparamos con las 7.500 llegadas a Espa?a desde enero¡±.
En octubre, sin embargo, el Servicio portugu¨¦s de Extranjeros y Fronteras (SEF) reconoci¨® que la ruta existe y, seg¨²n public¨® el 6 de octubre el Di¨¢rio de Noticias, que la Marina pondr¨¢ a disposici¨®n del SEF un submarino de 70 metros para apoyar la vigilancia en el mar.
Abdeslam Lassal, de 64 a?os, vicepresidente de la Asociaci¨®n Marroqu¨ª de Derechos Humanos (AMDH), se?ala que el Gobierno de Marruecos intenta por todos los medios impedir este ¨¦xodo. ¡°La Uni¨®n Europea le da millones de euros a Marruecos para frenar la emigraci¨®n. Y despu¨¦s quiere ver los resultados. Por eso, esta nueva ruta no est¨¢ gustando ni a Portugal ni a Marruecos¡±.
La principal fuente de empleo de la provincia proviene de la industria vinculada a la producci¨®n de fosfato. Pero desde las zonas rurales sigue llegando gente en busca de trabajo. Aunque Hakkar Abdeslam cree que la raz¨®n por la que la gente emigra no es la falta de dinero. ¡°La verdadera raz¨®n es la falta de respeto. Si no tienes trabajo, si te quitan ciertos derechos, entonces te vas. Y una vez que se te mete en la cabeza ser harraga ya no piensas en otra cosa. Los j¨®venes est¨¢n hartos de ver la basura en las calles, de que nadie respete los sem¨¢foros¡¡±. Lassal interrumpe a su amigo: ¡°Yo creo que t¨² hablas de una minor¨ªa. La mayor parte de la gente simplemente quiere mejorar su vida¡±.
Las pateras que salen desde aqu¨ª tambi¨¦n apuntan a veces hacia Espa?a. El pasado lunes las autoridades de la zona de Lamharza Sahel, en la provincia de El Yadida, abortaron el viaje de 20 marroqu¨ªes que pretend¨ªan llegar a Espa?a a bordo de un barco pesquero que fue robado en una localidad vecina. Cada viajero pag¨® por el trayecto el equivalente a 1.850 euros (20.000 dirhams).
Hasta ahora no se ha registrado ning¨²n naufragio. ¡°Pero eso no significa que la ruta sea segura¡±, explica el director de El Jadida News. ¡°Simplemente se trata de una cuesti¨®n estad¨ªstica. De aqu¨ª salen menos pateras que desde otros lugares y por eso hay menos naufragios¡±.
Hakkar Abdeslam explica que una de las embarcaciones estuvo hasta cinco d¨ªas perdida en el mar. ¡°Pero pasar dos d¨ªas en alta mar no es algo f¨¢cil. Una vez que sales solo piensas en lo que has dejado atr¨¢s y en c¨®mo te la vas a arreglar cuando llegues. Y, mientras tanto, est¨¢s expuesto a que cualquier barco embista contra la patera sin verla o a cualquier tormenta que pueda sobrevenir. A los harragas les queda llegar o morir¡±.