El factor Camacho: as¨ª es el voto ¡®ultra¡¯ en Bolivia
El l¨ªder derechista Luis Fernando Camacho es el tercero en las encuestas y el candidato que puede enturbiar la competici¨®n entre Arce y Mesa
Evo Morales acababa de abandonar Bolivia despu¨¦s de unas horas de v¨¦rtigo. El presidente, que hab¨ªa gobernado el pa¨ªs durante 14 a?os, renunci¨® a su cargo en medio de acusaciones de fraude que sobrevolaban la primera vuelta de las elecciones, celebradas hace un a?o, el 20 de octubre de 2019. La p¨¦rdida de confianza de los mandos de las Fuerzas Armadas fue la espita que precipit¨® su salida. En las calles de La Paz, El Alto o Cochabamba se suced¨ªan las protestas de los militantes del Movimiento al Socialismo (MAS) en apoyo al l¨ªder ind¨ªgena y las de los opositores, que reclamaban un giro pol¨ªtico radical. Pero detr¨¢s de ese derrocamiento y esa convulsi¨®n social hab¨ªa una ciudad y un departamento, Santa Cruz, un universo paralelo al del poder pace?o tradicional. Y un movimiento ultraconservador agitado por Luis Fernando Camacho, dirigente de los llamados comit¨¦s c¨ªvicos.
La tarde del 12 de noviembre, mientras Morales viajaba rumbo a M¨¦xico, la senadora Jeanine ??ez se declar¨® presidenta de Bolivia exhibiendo un ejemplar de la Biblia. En ese momento en Santa Cruz de la Sierra se levantaron muchos de los bloqueos vecinales que durante d¨ªas paralizaron la ciudad, en el oriente del pa¨ªs. Miles de personas se dirigieron a la plaza del Cristo Redentor para celebrar lo sucedido y aplaudir a Camacho, su l¨ªder. Este se encontraba en La Paz y lleg¨® horas despu¨¦s, al filo de la medianoche. Sus fieles lo esperaron asistiendo a un show en el que m¨²sicos, pol¨ªticos locales y predicadores evang¨¦licos se turnaban ante el micr¨®fono en lo que se convirti¨® en una suerte de exorcismo colectivo. ¡°Ahora atamos a Satan¨¢s... Y a todos los demonios de la brujer¨ªa los atamos y los enviamos al abismo en esta hora. Establecemos un nuevo tiempo en los cielos de Bolivia", invoc¨® de repente una voz desde el escenario, que repiti¨® tres veces. "Satan¨¢s, ?fuera de Bolivia! ?Ahora!¡±.
Las referencias al pasado reciente, a lo que acababa de suceder, eran evidentes. Pero m¨¢s all¨¢ del delirio de ese episodio, Camacho, que esa noche lleg¨® poco despu¨¦s, y todo lo que representa son un factor clave en las elecciones presidenciales de este domingo. El pol¨ªtico, apodado ¡°macho Camacho¡±, busc¨® mantener la fama de hombre duro que adquiri¨® cuando dirigi¨® esas protestas. Ha resistido una gran presi¨®n para que se retirara de las elecciones, en las que, seg¨²n las encuestas, ocupa el tercer lugar, a fin de aumentar las posibilidades del segundo, el expresidente Carlos Mesa, e impedir que el primero, Luis Arce, candidato del MAS, gane en primera vuelta.
El l¨ªder del comit¨¦ c¨ªvico de Santa Cruz ha logrado crear en torno a ¨¦l un movimiento pol¨ªtico voluntarioso y determinado que levanta las banderas de la renovaci¨®n generacional en contra de la ¡°vieja pol¨ªtica¡±. No solamente se contrapone radicalmente al MAS, sino tambi¨¦n a los dem¨¢s l¨ªderes de la oposici¨®n al anterior Gobierno, que considera ¡°colaboracionistas¡± porque permitieron gobernar a Morales sin ofrecer una mayor resistencia. No obstante, su mayor capital pol¨ªtico, el que explica su posici¨®n en las encuestas, es el regionalismo.
En las conversaciones que mantuvo EL PA?S hace un a?o con los simpatizantes de Camacho que organizaron los bloqueos en Santa Cruz, todos se sent¨ªan distintos al resto de Bolivia. Ten¨ªan un ideario derechista, fuertemente vinculado a una interpretaci¨®n intransigente de los preceptos religiosos cristianos y manifestaban un sentimiento de comunidad dispuesta a volcarse en la ayuda mutua pero muy recelosa con los elementos ajenos a ese mundo, empezando por la pol¨ªtica tradicional. En la sede del Comit¨¦ Pro Santa Cruz, fundado hace 70 a?os, todos se mostraron muy amables con el visitante y casi obsesionados por la posibilidad de un regreso de Morales.
D¨ªas antes de las elecciones, Camacho contaba esta semana con un 50% de los votos contrarios al MAS de Santa Cruz, la regi¨®n m¨¢s rica y la segunda m¨¢s poblada del pa¨ªs. Su fuerza en otras partes del pa¨ªs, en cambio, es mucho menor. Seg¨²n los estudios de opini¨®n, las motivaciones del electorado que apoya a Camacho son el rechazo frontal al Movimiento al Socialismo y a Evo Morales, que considera fuerzas extra?as a la regi¨®n, y, simult¨¢neamente, su renuencia a apoyar a Mesa, que tambi¨¦n es de La Paz, en lugar de respaldar a un cruce?o. Camacho puede lograr los cuatro senadores y la mayor¨ªa de los diputados de Santa Cruz, con los que probablemente tendr¨ªa los votos que diriman en un congreso dividido entre los representantes del MAS y los de Comunidad Ciudadana, el partido de Mesa.
Las explicaciones no son solo ideol¨®gicas, sino tambi¨¦n de car¨¢cter sociol¨®gico. A lo largo de la historia de Bolivia, el poder pol¨ªtico ha estado en manos de las ¨¦lites del occidente del pa¨ªs o de las ¡°tierras altas¡±. En los a?os cincuenta del siglo pasado, Santa Cruz se convirti¨® en el centro agroindustrial nacional, lo que la moderniz¨® y le dio el crecimiento econ¨®mico y poblacional m¨¢s importante. Desde entonces sus dirigentes e intelectuales han criticado a La Paz por acaparar las decisiones y los recursos p¨²blicos. La lucha de los cruce?os y otros pueblos del oriente y el sur del territorio impuso en 2009 una forma de organizaci¨®n del Estado inspirada en las autonom¨ªas espa?olas, pero que, seg¨²n la mayor¨ªa de sus impulsores, el Gobierno de Morales nunca puso en marcha. Hoy Camacho plantea dar un paso m¨¢s y transformar a Bolivia en un pa¨ªs federal.
La desconfianza y los celos entre ¡°cambas¡±, oriundos de los llanos del oriente, y ¡°collas¡±, nacidos en las ¡°tierras altas¡± del occidente, son un factor muy importante de la pol¨ªtica boliviana. Hoy ha generado el fen¨®meno Camacho, que, con su resistencia a sumarse al ¡°voto ¨²til¡± a favor de Mesa, como se lo pidieron las ¨¦lites pol¨ªticas y sociales (incluyendo tambi¨¦n una parte de la ¨¦lite cruce?a, aunque de forma disimulada), le da al MAS la mejor oportunidad que este partido tiene para ganar estas elecciones: hacerlo en primera vuelta, logrando m¨¢s del 40% de los votos y sac¨¢ndole una ventaja de m¨¢s de 10 puntos porcentuales a Mesa.
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