La Iglesia protestante de los Pa¨ªses Bajos admite que no hizo suficiente por los jud¨ªos perseguidos por los nazis
El reconocimiento de los errores cometidos se har¨¢ p¨²blico el domingo, en la conmemoraci¨®n de la Noche de los Cristales Rotos¡¯, pogromo que prepar¨® el terreno del Holocausto
La Iglesia protestante de los Pa¨ªses Bajos, que re¨²ne a cerca de dos millones de fieles, en su mayor¨ªa calvinistas y luteranos, ha decidido reconocer p¨²blicamente, 75 a?os despu¨¦s de terminar la Segunda Guerra Mundial, que contribuy¨® a caldear el clima de antisemitismo durante la contienda y no hizo suficiente por ayudar a los jud¨ªos perseguidos por los nazis. Y tampoco despu¨¦s, cuando los jud¨ªos supervivientes de los campos de concentraci¨®n nazi regresaron a sus hogares y les falt¨® apoyo social para superar la t...
La Iglesia protestante de los Pa¨ªses Bajos, que re¨²ne a cerca de dos millones de fieles, en su mayor¨ªa calvinistas y luteranos, ha decidido reconocer p¨²blicamente, 75 a?os despu¨¦s de terminar la Segunda Guerra Mundial, que contribuy¨® a caldear el clima de antisemitismo durante la contienda y no hizo suficiente por ayudar a los jud¨ªos perseguidos por los nazis. Y tampoco despu¨¦s, cuando los jud¨ªos supervivientes de los campos de concentraci¨®n nazi regresaron a sus hogares y les falt¨® apoyo social para superar la tragedia. Es la primera vez que esta Iglesia cristiana admite los errores cometidos, y lo har¨¢ p¨²blicamente el pr¨®ximo 8 de noviembre, durante la conmemoraci¨®n de la Noche de los Cristales Rotos, el pogromo que prepar¨® en 1938 en la Alemania nazi el terreno del Holocausto.
La declaraci¨®n oficial ha sido consultada con la Plataforma Central Jud¨ªa neerlandesa, que representa a la comunidad hebrea, y llega despu¨¦s de que el Gobierno pidiera disculpas por primera vez el pasado enero por haberle fallado a la comunidad jud¨ªa ante la persecuci¨®n durante la ocupaci¨®n nazi ¡ªde los 140.000 jud¨ªos que viv¨ªan en el pa¨ªs antes de la guerra solo sobrevivieron 38.200¡ª. El rey Guillermo reconoci¨® luego que su bisabuela, la reina Guillermina, exiliada en Londres durante la Segunda Guerra Mundial, pareci¨® relegar a este grupo de conciudadanos deportados frente al resto. ¡°Son dos discursos hist¨®ricos que preceden a estas palabras de la Iglesia protestante y arropan un debate nacional. Y llegan antes de que desaparezcan los ¨²ltimos supervivientes¡±, afirma el historiador Jan Bank, autor de un libro sobre las iglesias europeas durante la contienda.
Sobre la actitud de las distintas ramas del protestantismo neerland¨¦s ante la persecuci¨®n de los jud¨ªos, Bank explica: ¡°Las iglesias calvinistas neerlandesas eran las m¨¢s importantes y mayoritarias del pa¨ªs entonces, y este calvinismo se convirti¨® en una forma de resistencia contra el r¨¦gimen nazi: de forma p¨²blica, desde el s¨ªnodo de la denominada Iglesia Reformada, contra la persecuci¨®n de los jud¨ªos, y por parte de los creyentes, que los escondieron a t¨ªtulo particular. Sin embargo, las iglesias luteranas, cuya actitud mayoritaria fue de lealtad al poder secular, dudaron durante un a?o si deb¨ªan unirse a la protesta calvinista. Por otra parte, los grupos m¨¢s peque?os y dogm¨¢ticos pensaban que deb¨ªan aceptar el castigo divino representado por [Adolf] Hitler, en lugar de oponerse¡±, a?ade.
En 2017, la rama luterana del protestantismo se distanci¨® finalmente del sentimiento antijud¨ªo en las ense?anzas de Lutero. Para Bart Wallet, historiador especializado en Estudios Hebreos y Jud¨ªos, la declaraci¨®n de la Iglesia protestante se producir¨¢ ahora en el marco de un di¨¢logo nacional entre jud¨ªos y cristianos. ¡°Ante el alza actual del antisemitismo, es una forma de compromiso hacia la comunidad jud¨ªa. En la Segunda Guerra Mundial, la mayor¨ªa de las Iglesias de los pa¨ªses ocupados se centraron en su propia supervivencia, y aunque su comportamiento abarca desde la colaboraci¨®n a la resistencia activa a escala local, la percepci¨®n de la rama neerlandesa es que pudo haber hecho m¨¢s porque su protesta contra los nazis no fue un¨¢nime¡±, se?ala en una conversaci¨®n telef¨®nica.
Wallet ha elaborado el informe hist¨®rico sobre el que se apoya la admisi¨®n de los errores que har¨¢ p¨²blica la comunidad protestante el 8 de noviembre, y recuerda que durante la guerra se vio que las Iglesias atend¨ªan sobre todo a sus fieles. ¡°Hubo jud¨ªos que se hab¨ªan convertido al cristianismo d¨¦cadas antes de la guerra, y otros que lo hicieron entonces; y hab¨ªa tambi¨¦n pastores protestantes de origen jud¨ªo, pero lleg¨® un momento en que fueron tomados como rehenes morales por parte de los nazis para evitar el rechazo eclesial. Es decir, si la curia no se doblegaba, acabar¨ªan con estos conversos. El arzobispo cat¨®lico no cedi¨®, y sus feligreses fueron deportados. La jerarqu¨ªa protestante no se quej¨® tanto, aunque s¨ª lo hicieron muchos de sus religiosos sobre el terreno, y es una de las razones que explican el reconocimiento actual¡±.
Reconciliaci¨®n
La Plataforma Central Jud¨ªa considera importante este reconocimiento ¡°porque el antisemitismo persiste en el debate p¨²blico, la escuela y el trabajo; parece hoy normal que se vuelva a hablar con odio del otro, y las referencias al racismo acaban entrando en el Parlamento desde la calle y permean el discurso cotidiano¡±, asegura Eddo Verdoner, el presidente de esta plataforma. Al evaluar la declaraci¨®n de la Iglesia protestante, recuerda que en 1944 se produjo un cisma en su seno, porque una parte quer¨ªa ser m¨¢s cr¨ªtica con los nazis. Si bien todo el pa¨ªs sufri¨® las penurias de la ocupaci¨®n, Verdoner recuerda que antes de la contienda hab¨ªa 140.000 jud¨ªos neerlandeses: alrededor de 101.800 fueron asesinados y 38.200 sobrevivieron.
¡°A su vuelta [de los supervivientes], se produjo una peque?a shoah: no ten¨ªan nada, sus casas hab¨ªan sido ocupadas con frecuencia por otros compatriotas, y en algunos casos, hasta tuvieron que pagar los impuestos atrasados. Hubo que esperar a que pasaran casi dos d¨¦cadas para que empezara la verdadera reconciliaci¨®n. La compensaci¨®n de los ferrocarriles nacionales, que los llevaron en tren al campo de tr¨¢nsito de Westerbork, en los Pa¨ªses Bajos, camino de los campos de la muerte, solo cristaliz¨® en 2019. Si bien la reconciliaci¨®n en su conjunto lleg¨® tarde, como tambi¨¦n lo hace esta proclama, la admisi¨®n de culpa nos reconforta, porque hay formas de antisemitismo en la religi¨®n y este es un compromiso en nombre del respeto y el entendimiento¡±, concluye Verdoner.