Los Ferrocarriles Nacionales holandeses indemnizan a los supervivientes del Holocausto
Jud¨ªos y miembros de la comunidad Roma y Sinti fueron llevados entre 1942 y 1945 en tren al campo holand¨¦s de tr¨¢nsito Westerbork
Los supervivientes y familiares de los jud¨ªos holandeses, Roma y Sinti llevados por los Ferrocarriles Neerlandeses (NS) hasta el campo de tr¨¢nsito de Westerbork (al noreste del pa¨ªs) durante la II Guerra Mundial, ser¨¢n compensados por la firma estatal. Son entre 5.000 y 6.000 personas, y los pagos son individuales: 15.000 euros para los que regresaron con vida, 7.500 euros para las viudas y entre 5.000 y 7.500 para los hijos. La lista de los receptores ha sido elaborada por la comisi¨®n creada para examinar el caso y que ha sido dirigida por Job Cohen, antiguo alcalde socialdem¨®crata de ?msterdam. Es la primera vez que la compa?¨ªa ferroviaria paga a sus compatriotas v¨ªctimas del Holocausto por un transporte que le report¨® unos 409.000 florines, cerca de 2,5 millones de euros al cambio actual.
Entre 1942 y 1945, 107.000 jud¨ªos fueron transportados desde Westerbork, esta vez por los nazis, a campos de concentraci¨®n. La misma suerte corrieron 245 miembros de las comunidades Sinti y Roma y varias decenas de resistentes. En total, regresaron 5.000 personas, seg¨²n fuentes del campo, convertido hoy en un museo. Entre los que aguardaron en Westerbork su traslado a los campos figuran Ana Frank, la autora del famoso diario, y su familia, y la escritora Etty Hillesum.
En 2005, la direcci¨®n de NS pidi¨® disculpas por lo ocurrido y desde entonces ha hecho donativos que superan el mill¨®n de euros para conservar el campo, que fue la estaci¨®n de paso camino de los campos de concentraci¨®n. La cifra de 2,5 millones de euros actuales, fue calculada en 2015 por Johannes Houwink ten Cate, especialista en el estudio del genocidio y el Holocausto, a petici¨®n del programa televisivo Brandpunt. Los ferrocarriles holandeses cobraban por el viaje, y Ten Cate hizo la conversi¨®n al cambio actual ¡°de acuerdo con criterios homologados¡±, seg¨²n explic¨® a este peri¨®dico. Las indemnizaciones, por su parte, han sido posibles gracias a la tenacidad de Sao Muller, de 83 a?os, hijo de jud¨ªos asesinados en Auschwitz, que pasaron antes por Westerbork. ?l ten¨ªa 5 a?os. Fisioterapeuta del equipo de f¨²tbol Ajax durante varios a?os, Muller lleg¨® a un acuerdo con Roger van Boxtel, presidente de NS, para que una comisi¨®n independiente determinara qui¨¦n deb¨ªa recibir la compensaci¨®n.
Westerbork estaba controlado por la polic¨ªa holandesa, y los nazis lo utilizaron entre 1942 y 1945 para reunir a los ciudadanos que ser¨ªan deportados. ¡°A partir del 1 de julio de 1942, fue el punto de salida de 93 trenes camino de Auschwitz, Sobibor, Theresienstadt y Bergen-Belsen¡±, se?ala la documentaci¨®n del centro. Antes de eso, ¡°deb¨ªa funcionar como una ciudad, una farsa, donde hab¨ªa clases y deporte. Hasta se pod¨ªa comprar, porque el campo ten¨ªa su propia moneda. Los ni?os iban al colegio y para los menores hab¨ªa parvulario. En el hospital, hab¨ªa 1.725 camas cubiertas por 120 m¨¦dicos y 1.000 empleados, porque muchos de los jud¨ªos eran cirujanos, facultativos y dentistas¡±, sigue la historia recogida por el actual museo. El ¨²ltimo transporte a los campos de concentraci¨®n fue el 13 de septiembre de 1944: iba camino de Bergen-Belsen, en Alemania.
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