El Programa Mundial de Alimentos recoge el Nobel de la Paz con un llamamiento a evitar una ¡°pandemia de hambre¡±
Dos tercios del trabajo de la organizaci¨®n se realiza en pa¨ªses afectados por conflictos, donde la irrupci¨®n del coronavirus empeora el abastecimiento de productos
La concesi¨®n del premio Nobel de la Paz al Programa Mundial de Alimentos (PMA) por ¡°impedir el uso del hambre como arma de guerras y conflictos¡± vuelve a poner el foco sobre la oscuridad de la desnutrici¨®n, ahora agravada por la irrupci¨®n del coronavirus. ¡°Debido a tantas guerras, el cambio clim¨¢tico, el uso del hambre como arma pol¨ªtica y militar, y una pandemia mundial que empeora exponencialmente todo eso 270 millones de personas se encaminan hacia la inanici¨®n. Si no se abordan sus necesidades, se producir¨¢ una pandemia de hambre que empeque?ecer¨¢ el impacto de la covid¡±, ha declarado este jueves el director del PMA, David Beasley, tras recoger el galard¨®n de la academia sueca en una deslucida entrega realizada de forma virtual desde Roma a causa del coronavirus.
¡°Este premio es m¨¢s que un agradecimiento. Es una llamada a la acci¨®n¡±, ha remarcado Beasley tras mostrar el diploma y la medalla entregada por la academia, que ha querido reconocer la contribuci¨®n del PMA a ¡°mejorar las condiciones de paz en las zonas afectadas por la violencia¡±, donde la organizaci¨®n de la ONU realiza dos tercios de su trabajo. Ahora el desaf¨ªo se presenta a¨²n m¨¢s imponente. La estimaci¨®n prevista de 270 millones de personas con inseguridad alimentaria en su fase m¨¢s aguda supone el doble de la registrada el a?o pasado, que afectaba a 135 millones en 55 pa¨ªses, seg¨²n el ¨²ltimo Informe global sobre las crisis alimentarias. De ellas, 77 millones estaban al borde de la inanici¨®n en 22 pa¨ªses afectados por la violencia. ¡°Los conflictos son la primera causa del hambre en el mundo¡±, subraya tajante esta organizaci¨®n fundada en 1961 que presta asistencia a 100 millones de personas en 88 pa¨ªses y en 2019 alcanz¨® donaciones que ascendieron a 6.600 millones de euros, aunque registr¨® un d¨¦ficit de financiaci¨®n de 3.380. La pandemia ha abierto un escenario a¨²n m¨¢s complejo.
¡°El impacto del coronavirus ha sido brutal. No ha habido siembras, se han cerrado los almacenes, apenas hay transporte, tenemos m¨¢s restricciones de movimientos, se ha limitado el desembarco en los puertos. Se sufre un efecto combinado entre el aumento de los precios y la disminuci¨®n de los ingresos. Y lo m¨¢s cr¨ªtico es la distribuci¨®n de los alimentos entre la poblaci¨®n vulnerable, donde hay que mantener las distancias de seguridad y cumplir con los protocolos para evitar la enfermedad, que puede ser definitiva¡±, explica por tel¨¦fono Pablo Yuste, jefe de la cadena de suministro del PMA en Nigeria, cuyo noreste est¨¢ en riesgo de sufrir hambruna, como diversas regiones de Yemen, Sud¨¢n del Sur y Burkina Faso, seg¨²n un reciente an¨¢lisis de alerta temprana sobre de los puntos cr¨ªticos de inseguridad alimentaria aguda. El texto recoge que estos pa¨ªses suman conflictos, choques socioecon¨®micos, colapso de mercados y medios de vida, desastres naturales y limitaciones para el acceso a la asistencia humanitaria. ¡°Estamos muy preocupados. Hay ¨¢reas inaccesibles en las que se puede dar la tormenta perfecta. Entonces ya ser¨¢ tarde, porque mucha gente habr¨¢ muerto¡±, alerta Luca Russo, analista de crisis alimentarias de la FAO, la Organizaci¨®n de la ONU para la Alimentaci¨®n y la Agricultura.
Cultivos arrasados, puentes volados, carreteras cortadas, puertos cerrados, mercados destruidos, amenazas, cortes de agua o desplazamientos a lugares remotos complican el abastecimiento de productos. ¡°Hay ¨¢reas en las que la poblaci¨®n pasa hasta un mes sin comer y eso es una aut¨¦ntica eternidad. Tratamos de poner escoltas, de hablar con las autoridades. Pero incluso los conductores tienen miedo de los ataques. La log¨ªstica es muy compleja¡±, a?ade Yuste desde Nigeria, que ve el coronavirus como un ¡°acelerador tremendo¡± de aislamiento y falta de acceso, m¨¢s complejo a¨²n entre la poblaci¨®n desplazada. ¡°Lo prioritario es que la comunidad pueda trabajar sus propios activos, y que las familias compren a sus vecinos y se movilice la econom¨ªa, pero se complica entre la poblaci¨®n desplazada¡±, a?ade Yuste, que indica que la ayuda humanitaria es el ¨²ltimo de los recursos al que acudir para el abastecimiento. ¡°Ahora en estos casos no es covid o hambre. Es covid y hambre¡±, ilustra el experto.
¡°La poblaci¨®n vulnerable se suele desplazar hacia lugares lejos del foco de la violencia, donde pueden abrirse v¨ªas para el transporte de los productos con puntos de distribuci¨®n lo m¨¢s cerca posible de los afectados. Las ONG locales son de facto las que realizan la distribuci¨®n, siempre en circunstancias en las que est¨¦ garantizada la seguridad del personal¡±, a?ade Mar¨ªa Gallar, responsable de comunicaci¨®n del PMA en Chad. ¡°Los est¨¢ndares internacionales indican que no pueden estar a m¨¢s de cinco kil¨®metros andando, y que debe repartirse de d¨ªa como medida de protecci¨®n¡±, se?ala en conversaci¨®n telef¨®nica. A?ade que los beneficiarios tienen cartillas de racionamiento y en determinadas misiones se les identifica con huellas dactilares o con esc¨¢neres de iris para asegurar qui¨¦n es la persona que recibe la asistencia.
Derecho internacional humanitario
Son estrategias desarrolladas para evitar tambi¨¦n que la ayuda humanitaria se convierta en medida punitiva para los bandos, como alerta el analista de conflictos Vicen? Fisas, autor del ensayo Matar de hambre. ¡°Puede haber distorsiones en la ayuda alimentaria en contexto de guerra, porque los Gobiernos, la oposici¨®n o los grupos armados pueden controlarla y castigar a pasar hambre¡±, considera Fisas. Ante estas situaciones, Gallar detalla que utilizan tambi¨¦n estudios y evaluaciones permanentes en las que basar las intervenciones: ¡°Si vemos intereses, contamos con herramientas para justificar o disuadir y garantizar la neutralidad e imparcialidad del trabajo¡±. ¡°El hambre puede ser el efecto de una guerra, pero tambi¨¦n una de sus causas¡±, ha declarado el subdirector del PMA, Amir Abdulla, que recuerda la resoluci¨®n de la ONU que indica que el hambre no debe nunca ser usada como un arma en conflictos, que los recursos alimentarios no pueden ser objeto de ataques y que deben abrirse corredores humanitarios.
¡°Siempre ha habido guerras, pero cada vez m¨¢s las v¨ªctimas son los civiles. Hay que sancionar cuando se quiebren las leyes de derecho internacional humanitario, ya sean Ej¨¦rcitos o grupos informales, que no se exima a nadie de su cumplimiento. Antes el hambre era un resultado de la guerra, pero tambi¨¦n la guerra puede ser resultado del hambre. Y hay que actuar para prevenirlo¡±, propone Yuste como una de las soluciones para erradicar el problema. ¡°El hambre en el siglo XXI no deber¨ªa existir. Hay recursos para alimentar a todo el planeta. La subalimentaci¨®n, que en 2019 afectaba a 690 millones de personas en el mundo, es mayor que toda la poblaci¨®n con la covid-19 (68,4 millones), y sin embargo, apenas hablamos de ella y de los motivos que la originan¡±, concluye Fisas.
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