La UE y el Reino Unido pactan continuar con las negociaciones para evitar un Brexit a las bravas
Von der Leyen afirma que recorrer¨¢n una ¡°milla extra¡± para evitar una salida no pactada de Londres
Boris Johnson y Ursula Von der Leyen han decidido que el abismo a¨²n puede esperar. El primer ministro brit¨¢nico y la presidenta de la Comisi¨®n Europea han mantenido este domingo, a media ma?ana, una nueva conversaci¨®n telef¨®nica para abordar las negociaciones del acuerdo comercial post-Brexit. A pesar de que ambos establecieron como fecha l¨ªmite el final de esta semana para tomar una decisi¨®n definitiva, han acordado dar una ¨²ltima oportunidad ...
Boris Johnson y Ursula Von der Leyen han decidido que el abismo a¨²n puede esperar. El primer ministro brit¨¢nico y la presidenta de la Comisi¨®n Europea han mantenido este domingo, a media ma?ana, una nueva conversaci¨®n telef¨®nica para abordar las negociaciones del acuerdo comercial post-Brexit. A pesar de que ambos establecieron como fecha l¨ªmite el final de esta semana para tomar una decisi¨®n definitiva, han acordado dar una ¨²ltima oportunidad al esfuerzo negociador. Un comunicado conjunto (a diferencia de su ¨²ltimo encuentro) y un tono ligeramente m¨¢s optimista para decir que est¨¢n dispuestos a recorrer ¡°la milla extra¡± [hacer un esfuerzo extra] necesaria para intentar cerrar un pacto: ¡°Hemos tenido una conversaci¨®n ¨²til esta ma?ana, en la que hemos discutido los principales asuntos sin resolver. Nuestros equipos negociadores han trabajado d¨ªa y noche en los ¨²ltimos d¨ªas. A pesar de estar exhaustos despu¨¦s de casi un a?o de negociaci¨®n, y a pesar de que una y otra vez nos hemos saltado las fechas l¨ªmite, creemos que lo responsable en este punto es recorrer la milla extra. Hemos acordado ordenar a los negociadores que sigan hablando para explorar si, incluso en esta fase tard¨ªa, es posible llegar a un acuerdo¡±.
Johnson y Von der Leyen hab¨ªan anunciado el pasado mi¨¦rcoles que ser¨ªa este domingo cuando por fin se decidir¨ªa si merec¨ªa la pena seguir negociando para evitar un Brexit salvaje. La fumata blanca provisional env¨ªa una se?al de alivio a las miles de empresas que dependen de y alimentan las relaciones comerciales entre la UE y el Reino Unido, cifradas en m¨¢s de 700.000 millones de euros al a?o.
La presidenta de la Comisi¨®n y el primer ministro brit¨¢nico han analizado por v¨ªa telef¨®nica los tres puntos que impiden rematar las negociaciones: las normas sobre competencia, los mecanismos de arbitraje en caso de disputa y el acceso de la flota pesquera europea a aguas brit¨¢nicas. Y aunque todav¨ªa no han encontrado una soluci¨®n definitiva, el hecho de que prolonguen los contactos indica que, al menos, vislumbran una v¨ªa de entendimiento.
324 d¨ªas despu¨¦s de que el Reino Unido y la UE firmaran un Acuerdo de Retirada que ratificaba legalmente la voluntad de los brit¨¢nicos de abandonar el club comunitario, el Gobierno de Boris Johnson ha constatado que es m¨¢s f¨¢cil dar un portazo que llamar de nuevo a la puerta para recomponer la relaci¨®n. 2020 ha sido el a?o del periodo de transici¨®n. Durante este tiempo, el Brexit ya era una realidad jur¨ªdica (desde el 24 de enero), pero sin consecuencias pr¨¢cticas. Se manten¨ªa la libertad de movimiento de personas, mercanc¨ªas y servicios entre la isla y el continente, y el mercado interior segu¨ªa vigente. Los equipos negociadores de ambas partes, liderados por Michel Barnier (UE) y David Frost (Reino Unido), comenzaban a trabajar en un futuro acuerdo comercial que permitiera un final ordenado de la relaci¨®n, a partir del 1 de enero de 2021.
Nadie contaba con una pandemia global, que paraliz¨® durante meses las conversaciones y lleg¨® a afectar a miembros individuales de ambos equipos. A pesar del retraso, la voluntad de Bruselas y Londres de impulsar los trabajos dio un esfuerzo renovado a la tarea a partir de la segunda mitad del a?o. Ni las empresas ni los mercados financieros, concentrados en capear la descomunal crisis provocada por el coronavirus, contemplaron la posibilidad de un Brexit duro. Hab¨ªa escollos complicados en las negociaciones, supon¨ªan, pero las declaraciones de Downing Street o de la Comisi¨®n Europea eran simplemente parte de un proceso negociador plagado de ¨®rdagos, falsas amenazas y pura estrategia.
Los movimientos de los ¨²ltimos d¨ªas hab¨ªan supuesto un jarro de agua fr¨ªa para todos los espectadores pasivos de este largo proceso. Johnson y Von der Leyen se reun¨ªan a cenar el pasado mi¨¦rcoles en Bruselas para intentar desenredar con una respuesta pol¨ªtica el nudo gordiano en que se hab¨ªan convertido unas negociaciones completamente estancadas. Fue un encuentro ¡°franco¡± (lo que en lenguaje diplom¨¢tico significa ¡°a cara de perro¡±) que no resolvi¨® nada y que transmiti¨® a mercados y empresas un mensaje de pesimisimo.
¡°La probabilidad de que no haya acuerdo es m¨¢s elevada que la de un acuerdo¡±, resum¨ªa Von der Leyen este viernes en la rueda de prensa posterior al Consejo Europeo. ¡°Creo que est¨¢ muy, muy claro en estos momentos que la posibilidad m¨¢s alta es la de tener con la Uni¨®n Europea una relaci¨®n m¨¢s a la australiana que a la canadiense¡±, aseguraba Johnson ese mismo d¨ªa en Londres, recurriendo a uno de los eufemismos geogr¨¢ficos para camuflar el peligro de un Brexit desordenado y acompa?ado de aranceles y cuotas a los intercambios comerciales.
Bloque unido
La tensi¨®n previa a la ruptura pudo comprobarse cuando la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, acordaron que no responder¨ªan a las llamadas telef¨®nicas del primer ministro, con los que pretend¨ªa romper la unidad del bloque comunitario y alcanzar de modo bilateral un acuerdo para la relaci¨®n tras Brexit in extremis. El portazo telef¨®nico, seg¨²n una fuente europea, se pact¨® en una videoconferencia del pasado lunes, en la que participaron Merkel, Macron, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen. Intentado ignorar el plant¨®n sufrido, Johnson segu¨ªa proclamando el mismo jueves su intenci¨®n de llamar a todas las puertas. Por ¨¦l, intentaba demostrar, no iba a quedar: ¡°Ir¨¦ a Bruselas, a Par¨ªs, a Berl¨ªn, a cualquier parte, para intentar [el acuerdo] y traerlo a casa¡±.
Los equipos negociadores han mantenido sus reuniones durante el fin de semana, para tratar de buscar una soluci¨®n a los dos principales obst¨¢culos: el acceso a aguas territoriales brit¨¢nicas de las empresas pesqueras de la UE y la obligaci¨®n de que el Reino Unido se someta a unas reglas de competencia justa en materia laboral, medioambiental, de protecci¨®n a los consumidores o de ayudas p¨²blicas a las empresas, a cambio de una relaci¨®n sin aranceles ni cuotas. El Gobierno de Johnson defiende una supuesta soberan¨ªa que, seg¨²n sostiene, Bruselas quiere socavar al obligar a los brit¨¢nicos a someterse a todas las leyes comerciales futuras que apruebe la UE. Von der Leyen ya aclar¨® esta semana que nadie obliga a Londres a acatar nuevas normas o regulaciones, pero que de no hacerlo deber¨ªan simplemente reajustarse los t¨¦rminos de un hipot¨¦tico acuerdo.
La Comisi¨®n Europea decidi¨® finalmente esta semana hacer p¨²blicos sus planes de emergencia ante un Brexit duro, que afectan sobre todo a la pesca, la navegaci¨®n a¨¦rea o los derechos de cabotaje de las empresas de transporte [libertad de carga o descarga por el territorio comunitario]. Fue una se?al de que las negociaciones hab¨ªan empeorado hasta el punto de que no hab¨ªa marcha atr¨¢s y as¨ª lo interpretaron los mercados. Este viernes se ti?eron de rojo, no solo en Europa sino tambi¨¦n en EE UU. La libra esterlina vio caer su cotizaci¨®n frente al d¨®lar un 1,5% a lo largo de la semana.