Un marroqu¨ª se quema a lo bonzo tras ser estafado por las mafias de emigrantes
El hombre, de 23 a?os, se prendi¨® fuego en Dajla justo cuando se cumple el d¨¦cimo aniversario de la muerte del tunecino que desencaden¨® la ¡®primavera ¨¢rabe¡¯
El marroqu¨ª Ussama Ahudik, de 23 a?os, se quem¨® este mi¨¦rcoles por la tarde a lo bonzo, delante de la comisar¨ªa central de Dajla, despu¨¦s de haber pagado el equivalente a unos 2.000 euros por viajar en patera hacia Canarias y resultar estafado. Ahudik fue trasladado al hospital Hassan II, en el centro de la ciudad saharaui, donde se encontraba a¨²n con vida en la madrugada del jueves, pero en extrema gravedad.
El acto de protesta de Ussama Ahudik se produjo un d¨ªa antes de que se cumpla este jueves 17 de diciembre el d¨¦cimo aniversario de la muerte del tunecino Mohamed Bouazizi, de 26 a?os, cuyo caso desencaden¨® la primavera ¨¢rabe. Bouazizi era un vendedor ambulante de frutas en la peque?a ciudad de Sidi Buzid. Cada noche compraba por unos 150 euros la mercanc¨ªa que vend¨ªa al d¨ªa siguiente. De ganancia le quedaban unos ocho euros.
La desesperaci¨®n de Bouazizi se colm¨® el d¨ªa en que se neg¨® a darle dinero a la polic¨ªa para vender la fruta en su carromato. Una funcionaria le abofete¨®, dos agentes le golpearon las piernas y le requisaron la mercanc¨ªa. Bouazizi compr¨® un bid¨®n de gasolina de cinco litros y se prendi¨® fuego delante de los dos agentes. Falleci¨® en el hospital de Sfax, a 110 kil¨®metros de su pueblo, casi tres semanas despu¨¦s, el 4 de enero, a causa de las quemaduras. Dej¨® una deuda pendiente de 150 euros. Diez d¨ªas despu¨¦s, un levantamiento popular sin precedentes provoc¨® que el entonces presidente de T¨²nez, el dictador Zine el Abidine Ben Ali, huyera a Arabia Saud¨ª, donde falleci¨® en septiembre de 2019 a los 83 a?os. Las revueltas se extendieron en 2011 por la mayor¨ªa de los pa¨ªses ¨¢rabes, derrocando a dictadores anclados en el poder desde d¨¦cadas, como sucedi¨® con el egipcio Hosni Mubarak o el libio Muamar el Gadafi.
Los casos del tunecino Bouazizi y del marroqu¨ª Ussama Ahudik tienen en com¨²n la desesperanza de una juventud cuyos sue?os se ven aplastados d¨ªa a d¨ªa por el paro y la corrupci¨®n. En el mundo ¨¢rabe casi la mitad de los j¨®venes (42%) se plantean emigrar a causa de la falta de oportunidades en sus pa¨ªses, seg¨²n revel¨® en octubre la ¨²ltima Encuesta sobre la Juventud ?rabe.
Ahudik es natural del pueblo de Ait Baha, cercano a la ciudad de Agadir, que se encuentra a 1.177 kil¨®metros al norte de Dajla. Tanto ¨¦l como unos 24 j¨®venes marroqu¨ªes resultaron tambi¨¦n estafados. ¡°En este pa¨ªs 2.000 euros es mucho dinero¡±, comenta una habitante de Dajla que prefiere ocultar su nombre.
La ciudad de Dajla, de unos 150.000 habitantes y situada en el Sahara Occidental a 400 kil¨®metros de Mauritania, se ha convertido desde hace varios meses en la gran v¨ªa de escape de miles de marroqu¨ªes que emigran hacia Canarias. M¨¢s de la mitad de los 20.000 inmigrantes llegados a Canarias este a?o son marroqu¨ªes.
La semana pasada las autoridades marroqu¨ªes comenzaron a tomar medidas m¨¢s contundentes contra la emigraci¨®n irregular. El director general de Migraci¨®n y Vigilancia de Fronteras, Jalid Zeruali, perteneciente al Ministerio del Interior, viaj¨® a la regi¨®n y al d¨ªa siguiente fueron sustituidos varios funcionarios de su departamento. Se reforzaron los controles en el acceso a las zonas pesqueras y las mafias de emigraci¨®n clandestina trasladaron a los emigrantes hacia el desierto, esperando que se despeje de nuevo la situaci¨®n para volver a fletar viajes hacia Canarias.
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