La ejecuci¨®n del ¡®Khashoggi iran¨ª¡¯ alarma a la oposici¨®n en el exilio

¡°Despu¨¦s de Ruhollah, Masih¡±. Por si la amenaza no estaba bastante clara, Masih Alijenad la recibi¨® un centenar de veces en las 24 horas que siguieron a la ejecuci¨®n de Ruhollah Zam en Ir¨¢n el pasado d¨ªa 12. El caso del Khashoggi iran¨ª, capturado en Ir¨¢n en octubre del a?o pasado tras ser enga?ado por los servicios secretos para volver desde su exilio en Francia, desat¨® la inmediata movilizaci¨®n de los activistas que ven en la dureza y la r¨¢pida aplicaci¨®n de su pena un salto cualitativo de la represi¨®n en la Rep¨²blica Isl¨¢mica. Como Zam, Alinejad tambi¨¦n es una periodista opositora, as¨ª que apoy¨® la campa?a que ped¨ªa el boicot internacional a Teher¨¢n. Ahora teme por su vida.

¡°Siempre he recibido amenazas, pero esta vez ya no provienen de cuentas falsas [en las redes sociales], sino de un miembro del Parlamento, de cl¨¦rigos y de cuentas de Twitter verificadas que piden mi secuestro y ejecuci¨®n¡±, relata Alinejad desde Nueva York, donde vive exiliada. Ya estaba en el punto de mira de las autoridades iran¨ªes por su activismo contra el velo obligatorio, pero su situaci¨®n se agrav¨® a ra¨ªz de que denunciara el ahorcamiento de Zam y pidiera que se castigara al r¨¦gimen iran¨ª por su trato a los disidentes.

¡°Tras el asesinato de Khashoggi, los europeos boicotearon conferencias de negocios con Arabia Saud¨ª (y con raz¨®n). Ahora la UE necesita decir NO al Foro de Negocios UE-Ir¨¢n. Las vidas de los iran¨ªes importan m¨¢s que los acuerdos comerciales con nuestros opresores¡±, tuite¨® Alinejad poco despu¨¦s de que se ejecutara al opositor.

Otros activistas, e incluso algunos acad¨¦micos, como Karim Sadjapour, tambi¨¦n establecieron esa comparaci¨®n con el periodista saud¨ª Jamal Khashoggi, asesinado en Estambul por agentes de su pa¨ªs hace dos a?os. La campa?a tuvo ¨¦xito. Varios embajadores y otros participantes europeos se descolgaron del Foro, que iban a inaugurar los ministros de Exteriores de la UE, Joseph Borrell, e Ir¨¢n, Mohammad Javad Zarif. Apenas 24 horas despu¨¦s de la ejecuci¨®n de Zam, los organizadores comunicaron su suspensi¨®n sin explicar el motivo.

¡°Como sucediera con Khashoggi, la detenci¨®n de Zam no fue legal; le enga?aron para que se trasladara a Irak y all¨ª lo secuestr¨® la Guardia Revolucionaria¡±, se?ala Alinejad antes de enumerar las irregularidades de su juicio, incluidas torturas y confesiones forzadas. ¡°La ¨²nica diferencia entre Khashoggi y Zam es que ¨¦ste no era conocido en el mundo angloparlante, no ten¨ªa las conexiones del primero y no hubo un The Washington Post que saliera en su defensa; Zam solo era un periodista que hac¨ªa su trabajo¡±, resume.

El relator especial de la ONU para la situaci¨®n de los derechos humanos en Ir¨¢n, Javaid Rehman, evita establecer paralelismos. La ejecuci¨®n de Zam ¡°es representativa de una tendencia creciente de las autoridades iran¨ªes a utilizar la pena de muerte, as¨ª como otras condenas severas, contra quienes expresan su disidencia o ejercen sus derechos humanos de una manera que contradice la postura del Gobierno, (¡­) sobre todo desde las protestas de noviembre de 2019¡±, responde a EL PA?S.

M¨¢s all¨¢ del aumento de la represi¨®n interna, el caso de Zam apunta a un patr¨®n para silenciar a opositores en el exterior muy similar al que han denunciado los activistas saud¨ªes desde el asesinato de Khashoggi. Alinejad lo ha sufrido. ¡°Ofrecieron dinero a mi familia para que me atrajera a Turqu¨ªa. Cuando mi familia se neg¨®, fueron a por Zam¡±, asegura. De hecho, su hermano est¨¢ en la c¨¢rcel desde entonces por haberla defendido.

El ¨¦xito de los servicios secretos de la Guardia Revolucionaria en capturar a Zam en 2019, los ha alentado a repetir la f¨®rmula. Al menos otros dos opositores han sido secuestrados fuera de Ir¨¢n este a?o: Jamshidi Sharmahd (iranoalem¨¢n), en Om¨¢n a principios de agosto, y Farajollah Chaab (iranosueco), en Turqu¨ªa en octubre. El r¨¦gimen les atribuye sendos atentados terroristas. Los activistas alertan de que ambos afrontan el mismo destino que Zam.

¡°Diplomacia de rehenes¡±

¡°Tomar rehenes, secuestrar y ejecutar a disidentes es una t¨¢ctica de la Rep¨²blica Isl¨¢mica para tener el control en las negociaciones con Occidente¡±, interpreta Alinejad que la califica de ¡°diplomacia de rehenes¡±. Destaca que Ir¨¢n ahorc¨® a Zam mientras se tem¨ªa por la vida del m¨¦dico irano-sueco Ahmadreza Djalali, cuya condena a muerte acababa de ser ratificada en el Supremo. En su opini¨®n, la ejecuci¨®n de Zam era ¡°un mensaje al Gobierno de Suecia¡± para presionarle a que le ayude a ¡°conseguir la liberaci¨®n de sus terroristas¡± encarcelados en Europa.

Algunas informaciones apuntan a que Teher¨¢n pretende canjear a Djalali por un diplom¨¢tico que est¨¢ siendo juzgado en B¨¦lgica acusado de atentar contra opositores en 2018. Se tratar¨ªa de una operaci¨®n similar a la que le permiti¨® repatriar a tres iran¨ªes, condenados en Tailandia por un ataque contra diplom¨¢ticos israel¨ªes, a cambio de liberar a la profesora universitaria australiana Kylie Moore-Gilbert, el pasado noviembre.

¡°Es una se?al de alarma para todos los periodistas y activistas fuera de Ir¨¢n, se trata de una estrategia para crear miedo y mantenernos en silencio¡±, advierte Alinejad que ha visto c¨®mo las peticiones para acabar con su vida en las redes sociales van acompa?adas de su direcci¨®n en Nueva York. ¡°No se trata solo de m¨ª o del resto de los opositores. Si finalmente cumplen sus amenazas, ser¨¢ la seguridad de Occidente la que quedar¨¢ en entredicho¡±, concluye mientras intenta mantener el ¨¢nimo e insiste en que no tiene miedo.