Iv¨¢n Duque: ¡°Mi idea de paz con legalidad no est¨¢ atada al antes o al despu¨¦s del proceso con las FARC¡±
El presidente de Colombia mantiene su rechazo a los acuerdos de 2016, pero asegura que su Gobierno quiere que la reincorporaci¨®n salga bien. ¡°Los asesinatos de l¨ªderes sociales vienen de atr¨¢s¡±, justifica tras un demoledor informe de la ONU
La fotograf¨ªa encierra todos los elementos de un pasado de violencia y dolor, un presente radicalmente distinto y un futuro marcado por la incertidumbre y las esperanzas. Desde la mesa, el presidente de Colombia, Iv¨¢n Duque, se dirige a un grupo de excombatientes de las FARC de Llano Grande, que hasta 2016 fue un campamento de la extinta guerrilla y hoy es un espacio de reincorporaci¨®n que crece como una aldea que va camino de convertirse en pueblo. Junto a ¨¦l, autoridades gubernamentales, territoriales y Pastor Alape, antiguo comandante de la organizaci¨®n insurgente. Duque, que se opuso a los acuerdos de paz alcanzados por su antecesor, Juan Manuel Santos, y cuando gan¨® las elecciones en 2018 trat¨® de modificar el proceso, celebra la entrega de un nuevo terreno destinado la construcci¨®n de viviendas para las familias de exguerrilleros. Asegura que es un paso que cambiar¨¢ sus vidas, pero tambi¨¦n escucha sus reclamos, relacionados sobre todo con los problemas de seguridad y el incesante goteo de asesinatos de l¨ªderes comunitarios. ¡°Aqu¨ª vinimos hoy a darle inicio a un proceso que es transformacional¡±, afirm¨® el pasado jueves.
Las monta?as de Dabeiba, un municipio rural entre Medell¨ªn y la costa del Caribe, fueron uno de los escenarios m¨¢s sangrientos de la guerra que azot¨® al pa¨ªs andino durante medio siglo. Adem¨¢s de las FARC, aqu¨ª tambi¨¦n operaron el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN), mafias de paramilitares y sectores desviados de las Fuerzas Armadas. Hace cuatro a?os sus habitantes apoyaron, con casi el 65% de los votos, la paz entre el Estado y la guerrilla m¨¢s antigua de Am¨¦rica. En ese plebiscito, sin embargo, gan¨® el ¡°no¡± por la m¨ªnima, lo que llev¨® a cambiar el texto de lo pactado. Duque era entonces uno de los portavoces de la campa?a que rechazaba los acuerdos, aunque hoy, como jefe del Gobierno, tiene la obligaci¨®n de gestionar su aplicaci¨®n.
A pesar de los avances en Llano Grande, el presidente sigue desvincul¨¢ndose de ese proceso. ¡°La idea m¨ªa de paz con legalidad es un concepto que no est¨¢ atado al antes o al despu¨¦s del proceso. La realidad es que tenemos un grupo muy importante de personas en proceso de reincorporaci¨®n y nos hemos concentrado en que este proceso salga bien¡±, asegura en conversaci¨®n con EL PA?S durante el vuelo de regreso a Bogot¨¢. ¡°Y lo segundo es que hemos ido construyendo seguridad en el territorio y tambi¨¦n aparato judicial. Hoy podemos decir que este a?o vamos a cerrar con la menor tasa de homicidios en 46 a?os. El a?o pasado tuvimos la tercera menor tasa en 44 a?os. Tenemos las dos menores tasas de secuestros en m¨¢s de cuatro d¨¦cadas y una mejora tambi¨¦n en otros delitos, tradicionalmente estamos llegando con la institucionalidad al territorio a construir infraestructura, a construir bienestar¡±, contin¨²a.
Duque, que destaca tambi¨¦n una inversi¨®n millonaria en inclusi¨®n social, recurri¨® a los mismos datos para defender ante los excombatientes su trabajo en materia de seguridad. Michelle Bachelet, alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, exigi¨® la semana pasada que el Gobierno proteja a la poblaci¨®n. El ¨²ltimo informe de su oficina es demoledor y documenta 66 matanzas en las que fueron asesinadas 255 personas este a?o. La ONU registr¨® tambi¨¦n el homicidio de 120 defensores de los derechos humanos y, desde la firma de los acuerdos de paz, ha contabilizado 244 asesinatos de guerrilleros que se desmovilizaron y dejaron las armas. El mandatario colombiano atribuye al narcotr¨¢fico y a sus estructuras este ecosistema perverso.
¡°Los asesinatos de l¨ªderes sociales no son algo que hayan empezado a ocurrir en mi Gobierno, viene de atr¨¢s y m¨¢s atr¨¢s. Lo que ha mostrado el esclarecimiento de la Fiscal¨ªa en estos casos es que en un 78% est¨¢n detr¨¢s grupos como Las Caparros, Los Pelusos, el ELN, el Clan del Golfo, la Narcotalia, que son todas estructuras que viven del narcotr¨¢fico. Entonces lo que hemos dicho es a m¨¢s coca menos paz¡±, mantiene Duque. ¡°Nosotros ven¨ªamos hasta el a?o 2014 en Colombia con una tendencia de reducci¨®n sustancial, hab¨ªamos pasado de 188.000 hect¨¢reas del a?o 2000 a menos de 50.000 en el a?o 2014 y entre 2015 y 2018 llegamos a 207.000 hect¨¢reas. Yo dije, cuando llegu¨¦ a la presidencia, vamos a parar el crecimiento. Lo paramos. Pero necesitamos tener todas las herramientas. Y en la medida en que tengamos m¨¢s erradicaci¨®n manual, m¨¢s sustituci¨®n, m¨¢s desarrollo alternativo y aspersi¨®n con precisi¨®n le quitaremos a la coca espacio y eso asegurar¨¢ m¨¢s seguridad en los territorios¡±.
La comitiva presidencial se desplaza en helic¨®ptero de Llano Grande, donde ahora viven 212 personas, a la vereda El Mango, un asentamiento campesino de dif¨ªcil acceso. Duque, acompa?ado de Emilio Archila, consejero para la Estabilizaci¨®n y la Consolidaci¨®n, el embajador de Chile y el presidente de la cadena de supermercados ?xito, Carlos Mario Giraldo, exhibe otro logro con la inauguraci¨®n de una central cafetera. El alcalde de Dabeiba, Leyton Urrego, asegura que el cambio ¡°es muy palpable¡±. ¡°Antes se ve¨ªa sobre el papel, ¨¦ramos un poco incr¨¦dulos, sobre todo los que somos v¨ªctimas, me pegaron cinco impactos de bala, mataron a mi hermano mayor y a la mam¨¢ de mis hijos. Es una esperanza grand¨ªsima para nosotros, sabemos que vamos por muy buen camino¡±, afirma.
En el cementerio del municipio fue hallada hace un a?o una fosa com¨²n con 54 posibles v¨ªctimas de asesinatos extrajudiciales por parte del Ej¨¦rcito. La Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP), el tribunal encargado de juzgar los cr¨ªmenes m¨¢s graves de la guerra, entreg¨® el pasado noviembre los restos de cuatro desaparecidos a sus familiares. El camino a la reconciliaci¨®n y el cierre de las heridas es uno de los objetivos de esa corte, instituida a partir de los acuerdos de paz. Sin embargo, el propio Duque intent¨®, sin ¨¦xito, reformar el tribunal y el sector m¨¢s radical del partido de Gobierno, el Centro Democr¨¢tico, vinculado al expresidente ?lvaro Uribe, no ha renunciado a ese prop¨®sito.
¡°El asunto¡±, justifica el presidente, ¡°no es revocar o no revocar la JEP, sino que la JEP cumpla el prop¨®sito para el cual fue creada, que es garantizar la verdad, la justicia, la reparaci¨®n y la no repetici¨®n, que es lo que en Colombia no est¨¢ ocurriendo¡±. ¡°Los m¨¢ximos responsables de las FARC no han entregado bienes para reparar, no han dicho la verdad sobre el narcotr¨¢fico, sobre el reclutamiento de menores, sobre los cr¨ªmenes registrados por las mujeres de Rosa Blanca de violaciones y abortos presionados. Y salen a reconocer alguna vez expresamente alguno que otro homicidio con toda la tranquilidad de que no van a ir a la c¨¢rcel. Si eso sigue ocurriendo, lo que va a pasar es que van a revictimizar a las v¨ªctimas y van a deslegitimar el prop¨®sito de la justicia transicional¡±, mantiene.
Con todo, en la Colombia que m¨¢s sufri¨® el conflicto armado, la paz avanza a pesar de los obst¨¢culos. Ese es el principal legado de los acuerdos de La Habana. EL PA?S visit¨® el d¨ªa de Nochebuena de 2019 el espacio de reincorporaci¨®n de Llano Grande. Se respiraba un clima de cambio, una tensi¨®n entre el deseo de no olvidar y la necesidad de pasar p¨¢gina. Un a?o despu¨¦s, las familias de los excombatientes tendr¨¢n 17 hect¨¢reas m¨¢s para construir su futuro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.